Sí que es verdad que por follar se hace cualquier cosa... si me he puesto hasta camisa y eso que le dije que no iba a venir vestido a lo pijo, pero bueno es de Alcampo así que... Por cierto sí que tarda el hombre, me estoy poniendo hasta nervioso, ¿y si se ha olvidado de mí? No, no, por ahí llega. Joder, mierda, hostia... ¿cómo puede estar tan guapo? ¿A quién le queda tan bien una camisa blanca y unos vaqueros oscuros, por favor? Si ya me gustaba de socorrista así es que me lo tiro aquí en mitad de la calle y me quedo más ancho que largo, es inhumano...
- ¿Pablo? ¿Me oyes? Te he dicho hola -decía Albert mientras le pasaba la mano por delante de la cara.
- ¿Eh? Sí, sí... es que estaba pensando en... en... en una noticia que he leído esta mañana y que me ha dejado un poco desconcertado.
- Te has puesto camisa al final -rió el catalán.
- Cállate que ya hago bastante en venir a una fiesta de pijos por ti.
- Mucho quejarte pero verás como luego te lo pasas bien. Vamos para dentro.
Los dos entraron y como era de esperar todas las miradas se centraron en Pablo, empezaron los cuchicheos del tipo "¿Y este perroflauta que hace aquí?" y la mayoría lo miraba con aires de superioridad, pero él sabía a lo que venía así que pasó de todo y siguió a Albert hasta donde estaban las chicas.
- Albert, por fin -dijo una de ellas antes de lanzarse a su cuello y llenarle la cara de pintalabios.
- Es que no sabía lo que ponerme y se me ha echado el tiempo encima, lo siento.
- No pasa nada, lo importante es que estás aquí -contestó ella sin separar las manos de su cuello.
- Mira, este es mi amigo Pablo -dijo señalándole- Pablo, ella es Bea.
- Oh.
- Emmm, hola supongo -dijo él mientras se acercaba a darle dos besos que ella aceptó a regañadientes.
- Hola... Pablo. Esto... voy a por Andrea, que seguro que también se alegra de verte.
- Vale.
- Podeis tomar algo si quereis.
Podeis tomar algo si quereis... Lo que queremos es que te vayas y no vuelvas nunca...
- ¿Te apetece tomar algo?
- Sí, claro (va a ser la única forma de aguantar esta fiesta).
Los dos se dirigieron a la barra improvisada que habían montado y se pusieron a inspeccionar las botellas que habían que se reducían a dos o tres de champagne, dos o tres de vino y una de whisky que estaba ya medio vacía.
- ¿Esto es todo lo que va a haber durante la noche?
- Supongo que sí, a los pijos como tú nos llamas no nos gusta emborracharnos.
Puta mierda de fiesta joder, ¿ahora que hago? Porque con esto no lo emborracho ni a la de tres y sobrio no sé si podré tirarmelo... Encima que yo necesito beber que este ambiente me está matando. Ya está, voy a llamar a estos.
- Escucha que no me apetece nada todavía, voy a salir un momento que tengo que hacer una llamada, ¿vale?
- Sí, tranquilo, mientras no te escapes y no vuelvas.
- No, no, volveré.
Una vez fuera marcó el número de Iñigo.
- ¿Sí?
- ¿Alberto?
- Sí, soy yo, es que Iñigo esta... ocupado.
- Con tu entrepierna, ¿no?
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Verano
FanfictionPablo ya tiene nuevo propósito para el verano: ligar con el nuevo socorrista.