5

1.9K 136 6
                                    

La salida estaba bastante lejos del corazón de la ciudad, donde casi todos vivían, incluida Linda. Abraham, Anna y ella caminaban por una calle llena de gente, nadie parecía reconocerlos, pues habían pasado al lado e incluso se habían topado frente a frente con conocidos y no les habían reconocido.

Eran aproximadamente las tres de la tarde cuando se encontraban frente a la mansión donde residía Valentine, cuando Anna se los advirtió, ellos caminaron aún más dentro del tumulto de gente que se dirigía a la salida.

-Ahí está el letrero que anuncia que estamos abandonando la ciudad. -dijo Abraham señalándolo. -Solo debemos de cruzar un puente que...

Sus palabras fueron interrumpidas por un fuerte estruendo que parecía provenir de donde se dirigían, del puente. La gente se alarmó, se oían gritos de niños y adultos, entonces, todos comenzaron a correr en sentido contrario, Abraham y linda no tuvieron otra opción más que avanzar con la gente.

-¿Qué está pasando? -gritó Linda.

Abraham no le escuchó, así que ella lo jaló hasta una calle menos concurrida, donde no había gente corriendo.

-Abraham, ¿Qué acaba de pasar?

-No lo sé. Creo que algo ocurrió en el puente.

Anna, que no había hablado, interrumpió algo que estaba por decir Linda.

-Deberían ir a ver, lo que está sucediendo allá es bastante extraño.

-¿Qué está pasando, Anna? -dijo Abraham.

Anna se hizo visible, no importaba, la calle estaba ahora vacía; todas las personas se habían ido directamente al puente, anonadadas de lo que estaban presenciando. Anna vio a Abraham y luego a Linda, la preocupación era muy notable en su rostro.

-Una revolución.

Abraham vio a Linda a los ojos, aquellos ojos negros. Ella también lo vio a los ojos, sus ojos eran tan blancos que le recordaban todas las películas de muertos vivientes que veía en casa de sus abuelos, todos con los ojos blancos. Entonces Linda sintió miedo, la estaban buscando a ella, Valentine quería verla muerta, hacer creer a aquellas otras personas con los ojos negros que estaban perdidas.

-Tenemos que ir a ver. -dijo finalmente Linda.

-Sí, esto es increíble, y tan solo pensar que ese tipo tiene los ojos del mismo color que los míos...

Linda no respondió, los tres caminaron de regreso a la calle que conducía al puente.

Al llegar, notaron que las personas estaban rígidas, todas viendo hacia un punto en el puente, ellos avanzaron entre la gente hasta llegar a un lugar donde veían mejor la escena. El puente había sido destrozado.

Vestía con una gabardina café oscuro, tenía una cínica sonrisa en su rostro y sus gruesas botas negras de cuero y su elegante bastón se posaban encima de una parte levantada en el puente, causada por la explosión...era Valentine con un micrófono en la mano. No hablaba, solo contemplaba a la gente aterrorizada. Después de unos minutos de silencio, habló.

-Buenas tardes, damas y caballeros, el día de hoy se encuentran ante un evento importante en la historia, están presenciando el como nosotros, la sociedad de los ojos blancos, derrocaremos a la sociedad de los ojos negros, pero para esto necesitamos la sangre de uno de los suyos, alguien importante, Linda.

Ella, al escuchar su nombre siendo pronunciado por ese horrible hombre, se estremeció. Escuchó como la gente gritaba insultos, amenazas, burlas e incluso escuchó como algunos le alababan, Valentine siguió hablando.

The Savior Donde viven las historias. Descúbrelo ahora