The Savior

7

Valentine, al ver desde la seguridad de su escondite  como su mansión era destruida y como sus hombres caían uno a uno, decidió encargarse de Linda por sí mismo. —Estos inútiles no sirven para nada, deberían estar usando sus poderes—se dijo susurrando, palmó el bolsillo de su pantalón, pero no encontró su revólver, su arma favorita.

Entonces decidió arriesgarse, salió a gatas de su escondite, las balas no le alcanzarían, pues se estaba moviendo por el costado izquierdo, donde restos del mármol de su mansión habían caído formando una especie de barricada. Se arrastró hasta llegar junto a un cadáver, lo reconoció al instante, era Jeffrey, un amigo suyo desde la infancia, infancia que compartió con Abraham; hizo una mueca de disgusto al recordar a su hermano, lo odiaba tanto. —Si tan solo te hubiera disparado en la cabeza, esto no estaría pasando. — movió el cadáver y encontró una escopeta debajo de él, solo le hacían falta diez balas de veinte. —Lo suficiente para haceros puré a ambos. —dijo en voz baja y regresó a su escondite.

Estando ya ahí, a salvo, verificó las balas que le quedaban, había contado mal, eran ocho balas. —Vale, puedo usar cuatro en cada uno, tal vez menos si logro darles en la cabeza—un estruendo le interrumpió en su dialogo hacia sí mismo, haciendo que esa última palabra sonase como "cabezzaaa", había sido una explosión, en la parte posterior de su mansión, en su gran jardín.

—Esto no es bueno. —dijo en voz alta, afortunadamente (o desafortunada), Nat, quien había logrado sobrevivir al tiroteo, no lo escuchó al pasar a su lado.

—¿Qué fue eso? —dijo ella, no venía acompañada de nadie, sin embargo, hablaba como si le acompañaran.

Valentine salió de su escondite siendo lo más cauteloso posible, la cabeza comenzaba a dolerle.—Eso ha sido una explosión, cariño. Espero que no haya sido cerca del laboratorio que tengo instalado por ahí.

Nat volteó sobresaltada y en un acto reflejo, sacó el arma que traía consigo y jaló el gatillo, pero el arma estaba vacía.

—Tú los mataste. —dijo señalando a sus camaradas. —Pagarás por esto, Valentine.

Nat se abalanzó sobre él, fracasando por completo, pues él le golpeó en la nuca con la pistola que había agarrado, esto la dejó inconsciente.

—Podría dispararte en este momento, pero no lo haré, señorita...—buscó en los bolsillos de la chica, sacó la cartera y vio su identificación. —Natalie Rent. Pero no lo haré, tu mereces una muerte única.

La cargó (a pesar de su edad y de su dolor de cabeza) y la llevó al jardín trasero, se acercó a donde se encontraban las llamas. —Como lo temía. —su jardín estaba en llamas, el problema era que las llamas se encontraban cerca de su laboratorio químico.

Al acercarse a la zona en llamas, se encontró con Abraham y Linda.