Capítulo VII: «Auction.»
[Lauren POV]No suelo odiar las personas, al menos que hayan echo algo realmente odioso. Como es el caso de Justin Bieber, el mejor amigo de Camila. Pensé que me caería bien, además de que si me gustarán los hombres bueno.. Él tiene un físico que roza la perfección. Pero no. Estoy a punto de odiarlo. A punto porque no solo arruinó mi bonito y primer beso junto a Camila bajo la lluvia, igualito al de una película, sino que además está siempre en medio y no se calla ni medio segundo.
—Tienes.. —Hablé para quitarle el poco de mayonesa que tenia Camila en el labio superior. Sus ojos se fundieron en los mios por unos segundos, y mi mirada bajo hasta sus labios de nuevo.
—Mayonesa. Dios, Mila, eres un desastre hasta comiendo. —Río Justin, más rápido que yo le quito el poquito de mayonesa que tenia su labio superior, y yo suspire.
—Tenemos que encontrar a Chandler. No puedo llegar a casa sin él. —Dijo cambiando de tema drásticamente.
—¿Dónde lo vistes por última vez?
—A dos cuadras de la cafetería. Eran varios tipos con máscara. —Explicó ella y asentí.
—Y con un camión rojo. —Añadió Justin y lo miré el ceño fruncido.
—¿Un camión rojo?¿Tenía algo más como un.. Tipo de dibujo?
—Una calavera negra.
—Tal vez sé donde está tu hermano. —Dije a Camila quién abrió los ojos por la sorpresa.
—¿Porque?
—Mi familia participa en la purga desde que soy muy pequeña, y mi padre invirtió una suma de dinero para crear una "organización" para ricos. En los que unos empleados cojen personas para después dejarlas en las casas de los clientes. Esas familias pagan para matar una persona en sus casas, en seguridad, y purgar sus almas.
—Dios es.. Monstruoso. —Dijo Justin y asentí.
—Suelen guardar los niños para las subastas que empezarán en poco tiempo. —Expliqué.
—Pues vamos. —Dijo Camila, tirando su sandwich y yendo para el coche.
—No te dejarán entrar, solo dejan entrar las personas con dinero.
—Es tu padre, te dejarán entrar a ti.
—Dijo y asentí.—Si, pero es una gala, nadie entra así vestidos. —Intenté explicar y ella asintió.
—Pues vamos a vestirnos para la ocasión. —Dijo con la mirada oscura recargando la pistola. Si esto seria una peli hubiera quedado bastante bien con un fondo negro y alguna musiquita.
Nos subimos al coche blindado de Justin y condujo hasta el centro de la ciudad, el centro centro, estábamos en mitad del Central Park, nos bajamos y caminamos con cuidado por el barrio más elegante de Manhattan. Gucci, Victoria Secret, Dolce&Gabana, Zara y miles más estaban bajo nuestros ojos. No tardamos en escoger los dos primeros vestidos que vimos de nuestras tallas y un elegante traje para Justin.
—¿Y ahora señoritas?
—Ahora, vamos dirección SoHo.
—Guau. Es el barrio más chic de todo Manhattan. —Sonrió Camila y asentí.
Justin no tardó en encender el motor del coche, pero después de varios metros una de las ruedas del coche se desinfló y el coche dio una vuelta entera hasta pararse por completo en mitad de la Quinta Avenida, en medio de la calle. Justin salió a ver si podía cambiar la rueda por alguna otra de los coches abandonados en las calles, pero cuando nos miró de reojo con un clavo en la mano supe que estábamos en problemas.
—Nos han pinchado la rueda, seguramente mientras estábamos probándonos la ropa. —Dijo Justin y lo aplaudí interiormente por ser tan inteligente.
—Vale. Busquemos otro coche rápido y vámonos. —Anunció Camila intentando abrir el primer coche a su derecha.
—Ey, ey, ey. No tan rápido. —Escuché tras mi, y mi cuerpo entero se puso a temblar sin control. —Vais a subir, amablemente, en ese camión, sin preguntar nada en absoluto. ¿De acuerdo?
El hombre tenía el pelo teñido de verde, y unos tatuajes que dejaban adivinar su estado mental. Estaba acompañado de una chica con dos coletas altas, riendo a carcajadas por cada palabra que decía su novio. Mi cara de asco hacía la pareja cambió enseguida cuando ví el bate de béisbol de la chica lleno de hiero con pequeños clavos hacía afuera. Sin duda un golpe de ese bate te dejaría medio tonto.
—¿¡No lo habéis oído mocosos?!
—Gritó la chica apuntando con su bate a Camila.—Vete al infierno. —Le escupió a la cara Camila, si, literalmente le escupió con una sonrisa.
Lo siguiente fue más rápido de lo que esperaba, la rubia le pegó un puñetazo a Camila y ella giró la cabeza del dolor antes de tirarse, literalmente de nuevo, sobre la rubia pegándole puñetazos, uno tras otro dejando la chica medio inconsciente. La mala imitación del Joker nos miró a Justin y yo pero antes que pudiera sacar su pistola recibió una bala en la cabeza por parte de Justin quien fue mucho más rápido, y quien me cayó mucho mejor después de eso.
—¿Un poco de ayuda? —Preguntó Justin ayudando a Camila a levantarse, dejando la rubia o medio inconsciente o medio muerta.
—La parejita nos acaba de regalar un camión, vamos. —Dijo Camila y ambos empezaron a caminar hasta el camión pero yo era incapaz de dar un solo paso, estaba.. ¿en shock? —¿Estás bien Lauren?
—¿Bien?¿Quienes coño sois?
—Pregunté con la respiración acelerada, vi Justin mirar de reojo a Camila y ella suspirar.—Te lo contaré más tarde.
—¡No! Acabais de matarlos a sangre fría en menos de diez minutos, quiero explicaciones y ya.
—Está bien.. Hace un año, quise probar la purga y no supe cuidar de mis hermanos, Chandler y Sofia.
—¿Como que no supiste cuidarlos?
—Me fui. Salí para la purga y los dejé en mi casa, sanos y salvos. Pero antes de irme no miré la alarma y.. Entraron en mi casa. Un rico quiso jugar con mi hermana y la cogió frente a mi hermano a quien le rompieron un brazo, la mataron esa noche. Y yo no estaba para protegerla. Tenía siete años.
—Lo.. Lo siento muchísimo Camila, no tenía ni idea.
—Llevo todo este año entrenando con Justin, hoy era mi noche, hoy debería haber matado a ese hijo de puta que le quitó la vida a mi hermana. Pero.. Cogieron a Chandler y los planes han cambiado. Pero si no es esta noche, Christopher Jauregui morirá el año que viene. Pero juro ante dios que ese hijo de perras morirá y no de las mejores maneras. —Dijo con el mayor odio del mundo.
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The Purge |||Camren|||
FanfictionEstados Unidos - 2023 La tasa de desempleo es menor del 3%. El crimen es casi inexistente, mientras el numero de personas en la pobreza se reduce año con año. Todo gracias a La Purga.