***PREVIAMENTE***
– ¿Quién es Alejandro? – preguntó mi mamá con expresión seria luego de preguntarme por otros chicos. Me asusté, pensé que me diría que no hablara más con él así como hizo con varios.
– Un amigo. – respondí seria y tratando de ocultar mis nervios.
– ¿Y por qué te manda corazones?
– Nosotros somos así.
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Mi mamá siguió de largo y me tranquilicé un poco. No le gustó, pero tampoco me prohibió hablar con él. No me llueven los chicos, pero sí tengo varios pretendientes y me llevo bien con ellos pero a mi mamá no le agrada la idea, ya que según ella, todos me van a lastimar o me quieren violar. No me gusta que sea así, me hace sentir que desconfía de mí y hasta me ha insinuado que soy una puta solo porque tengo amigos.
Pensé que no me devolvería el teléfono en unos días, pero al terminar de revisar mis conversaciones, me lo devolvió.
Luego de unas 2 horas mi mamá se fue a dormir y aproveché para hablar con él, le conté lo sucedido y me prometió ser más cuidadoso cuando hablemos. Aunque ninguno de los dos le habíamos dicho al otro que sentíamos cosas por el otro, lo sabíamos muy bien, pues lo demostrábamos diariamente.
Casi siempre hablábamos por mensaje ya que no estaba sola muy a menudo y no quiero que mi mamá escuche cuando hablo con él.
Ni con nadie.
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Un día, mientras hablábamos, me llegó ese mensaje que tanto esperaba...
– Por muy obvio que sea, creo que sí me gustas un poco.
Sí, era obvio. Fue algo muy inesperado, por eso llegué a pensar que era mi imaginación o algo parecido.
– De igual manera, sé que no pasará nada. – Me dijo como si nada. ¿Really? Esto, sinceramente, me dolió. A lo mejor lo dijo porque estamos lejos, pero, ¿por qué no intentarlo? Será difícil, nadie dijo que no lo sería, pero podríamos lograrlo.
Otro mensaje de él...
– Pues a ti te gusta otra persona. – Pues, no lo iba a negar. Aunque Dylan me atrae desde hace casi dos años, es como un amor platónico. Antes tenía esperanzas con él, pero ya me había dado cuenta de que entre él y yo nunca pasaría nada, pues no hablábamos, solo nos saludamos y algunas veces. Lo que siento por Dylan es solo atracción, ahora, quien de verdad me gusta es Alejandro y, aunque sea difícil no tenerlo cerca, sé que se puede lograr tener algo.
– Quien sabe, a lo mejor más adelante sí. – me atreví a decir. Yo sí quería tener algo serio con él y tenía que arriesgarme, porque, al fin y al cabo, se gana más cuando nos arriesgamos.
Por los momentos, no quería tener nada con Alejandro, aún no nos conocíamos a la perfección aunque, de un momento a otro, todo comenzó a ir sumamente rápido.
Los sentimientos fluían cada vez más, él conocía a mis amigos y yo conocía a sus amigos y primos y, aunque algunos nos apoyaban, otros no tanto.
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– Lau, él a mí no me da buena espina, no confío mucho en él. – me dijo Santiago una tarde que salimos a conversar un rato.
– Pero, ¿por qué?, ¿es por la distancia? No me digas que es por eso, pues tú también tienes una relación a distancia. – me defendí.
– Buen punto. – dijo Emily, quien también nos acompañaba ese día.
– No, no es por eso. Solo que no me aspira confianza. Sabes que no te lo digo por mal, pues se te ve feliz con él, se te nota a kilómetros; pero también sabes que te ilusionas muy rápido y pueden jugar contigo fácilmente si el muchacho es astuto y sabe cómo usar lo que le cuentas en tu contra. Soy hombre, Lauren. Yo no soy así, pero tengo amigos que sí. No me gusta que sufras y menos por un idiota. – aclaró Santiago.
Pues, era totalmente cierto todo lo que me dijo, me han lastimado y me han usado pero también he aprendido mucho de ello, pues de los errores se aprende. Los errores dan lecciones y las aprendo.
O eso creo.
– Lo sé Santiago, no hace falta que me lo recuerdes. Pero toma algo en cuenta, lo que estoy comenzando a sentir por él, no lo había sentido antes, aunque sea difícil de creer por la distancia, pero es así. A él lo veo diferente, su forma de tratarme, como me habla, su conducta conmigo frente a otras personas y cuando hablamos solo los dos no cambia, no es el mismo tipo de persona que me causaron daño y quiero intentarlo con él.
– A mí también me cae muy bien y he notado que no es igual a los demás, pero ¿y si algo sale mal? – dijo Emily.
– Si algo sale mal, aprenderé de ello así como he aprendido de todo en mi vida, tanto bueno como malo. Solo quiero arriesgarme e intentarlo. No digo que si hoy me pide ser su novia aceptaré, pues quiero que nos conozcamos más, quiero ser su amiga por más tiempo y asegurarme de que todo estará bien entre nosotros al intentar algo... o por lo menos creerlo. – contesté. A veces puedo ser algo terca. Cuando se me mete algo en la cabeza, es más fácil quitarme la cabeza que la idea. Me gusta arriesgarme, tomar mis propias decisiones, claro, aceptando consejos y opiniones, pero al final, la decisión es mía.
Estuvimos alrededor de 4 horas hablando, caminando, riendo y recordando momentos graciosos de nosotros juntos. Definitivamente, Santiago y Emily son grandes amigos.
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Ya ha pasado aproximadamente un mes desde que Alejandro me dijo que le gusto. Nos hemos hecho más unidos, hablamos más por teléfono, nuestra confianza y cariño era mayor; reíamos a cada momento y hablábamos todo el día sin aburrirnos.
Aunque no lo pensé, ni siquiera se me había pasado por la mente, me dijo algo muy importante que cambiaría algunas cosas...
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Enamorados a pesar de la distancia.
KurzgeschichtenUn tiempo después de que Lauren y Alejandro se conozcan, comenzarán a sentirse atraídos pero viven en ciudades distintas y ese es el único problema. ¿Lauren y Alejandro tendrán una relación sin importar los kilómetros entre ellos? A ambos los critic...