Capítulo 5.

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***PREVIAMENTE***

Me siento tan feliz de ser su novia, tengo esperanzas de que esta vez todo salga mucho mejor y que algún día nos veamos.

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Pasaron los días, las semanas, todo iba muy bien. Somos felices sin importar opiniones y comentarios negativos como "no van a durar mucho tiempo" o "amor de lejos, amor de pendejos" etc. Hablamos desde que nos levantábamos en las mañanas hasta altas horas de la madrugada; risas van, risas vienen; te amo por aquí y por allá; ¿peleas? ¡Nunca! Y si las hay, es por tonterías como

Yo te amo más.

No, yo más.

El único problema es: sus fiestas. Comenzó a beber de nuevo.

O quizás nunca lo dejó de hacer.

No peleamos por eso, yo no soy quién para decirle qué puede o debe hacer y qué no; pero sí me disgusta y mucho.

A pesar de eso, todo va muy bien.

Comenzaron las clases, pero a pesar de eso, los dos seguíamos con nuestras mismas notas, no como otras parejas que descuidan sus estudios. Todo lo contrario, yo lo *regaño cuando no quiere estudiar.

Un día, al salir de clases, bajo las escaleras mientras reviso el teléfono como de costumbre y tengo un mensaje de él que llamó mucho mi atención.

– Voy a ir a Lara. – yo vivo en el estado Lara y él en el estado Carabobo.

Me tensé, me puse nerviosa, mi color de piel pasó de trigueña a blanca, luego roja, rosada y así sucesivamente hasta un arcoíris.

– ¿Qué? ¿es enserio?

No contesta y ya me tengo que ir pero necesito hablar con él, no puedo quedarme con la intriga y por la inseguridad del país, no puedo sacar el celular en la calle así que lo llamé.

– ¿Aló?

– Alej... – respiré y traté de calmarme, estaba demasiado nerviosa – ¿Alejandro?

– Sí, cariño, ¿pasa algo? – preguntó preocupado.

– ¿Vendrás?, ¿enserio vas a venir?

– No lo sé, puede ser que sí; le conté a mi mamá sobre ti y me dijo que iríamos.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Debo admitirlo, soy muy llorona. Sentí nervios, emoción, ilusión. Él me hace realmente feliz.

¿Y si viene? Le tengo que contar a mi mamá... ¿y si no me deja? La inseguridad me invadió por completo

Me quedé en silencio aun sin asimilar sus palabras.

– Lauren, cariño, ¿estás ahí? – me dijo sacándome de mis pensamientos.

– Sí, disculpa... – dije con la inseguridad en mi voz a 100%

– ¿Pasa algo?

– No, no te preocupes.

– Ahí viene mi mamá y no me gusta que ella me escuche. ¿Hablamos por mensaje?

– Sí, ya me tengo que ir a mi casa, te escribo cuando llegue.

– Está bien. Te amo, princesa – dijo en un susurro.

– Te amo. – colgué.

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Han pasado dos semanas desde que Alejandro me dijo que vendría. Me contó que soy de la primera chica de la que le habló a su mamá; su mamá se lo había tomado bien y no dijo nada de que fuera un amor a distancia, le dijo que quería ver una foto mía, Alejandro se la mostró y ella dijo que soy hermosa.

Su mamá no ha tocado más el tema y él dice que no es seguro que venga, ya que su mamá siempre le hace promesas en vano, pero que si venía, le gustaría quedarse un fin de semana.

Esto va enserio, la relación va enserio y me alegra mucho, pues eso era lo que tanto deseaba, pero... tengo que hablar con mi mamá sobre eso; mi papá no ha llegado del extranjero y aún falta mucho para eso; estamos en octubre y lo más seguro es que no llegue hasta el próximo año.

No es seguro que él venga ni la fecha en que llegue mi papá, tampoco estoy segura de que nuestra relación dure un año o algo parecido, pues que esté bebiendo no me gusta en nada y aunque quiero estar con él por el resto de mi vida, no creo que eso sea posible, solo disfrutaré el presente; de lo que sí estoy segura es de algo: tengo que hablar con mi mamá.

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Han pasado unos días y estoy decidida: hoy hablaré con mi mamá.

Llegó la noche y ya había terminado mis tareas del colegio, estaba en la sala y vi pasar a mi mamá, «este es el momento » pensé, así que la llamé.

– ¡Mamá! – dije, ocultando mis nervios. O tratando de hacerlo. Estaba muy asustada de su reacción.

Llegó hasta donde yo estaba y mis nervios aumentaban cada vez más. Me miró con una expresión de « ¿Qué pasa? Estoy cansada » pero no presté atención a eso, puesto que debía hacerlo ya. Le hice señas para que se sentara a mi lado y me hizo caso.

« ¿Y ahora qué le digo? » Es lo único que pasa por mi mente en este momento. No tengo idea de cómo comenzar


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*Regañar: llamar la atención / retar


Gracias por leer ❤❤

Enamorados a pesar de la distancia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora