***PREVIAMENTE***
— Y cuéntame, ¿qué querías hablar conmigo? — le dije un poco ansiosa.
— Ahhm... bueno. Es que... — se quedó un largo rato pensando, como si no encontrara las palabras — no sé cómo decirlo ni cómo empezar.
— No te preocupes, relájate. — le dije en un intento de que se tranquilizara.
— Bueno... ahm.... ¿recuerdas cuando nos conocimos? En diciembre del 2014 para ser exactos...
— Sí, lo recuerdo muy bien... — dije algo temerosa, no quería escuchar lo que pensaba que me diría. Pero, a pesar de eso, una sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar aquel día.
Él se me quedó mirando sin decir palabra alguna por unos largos segundos y al final habló.
— Desde ese día, me pareces una chica maravillosa, excepcional y hermosa sin duda. Desde ese día sentí una conexión contigo inexplicable que a veces pienso que a ti te pasa lo mismo. Al estar cerca de ti, me siento diferente, me siento bien. No te imaginas cómo me pongo cuando hablas muy cómodamente con otro chico o cuando te vas de mi lado y no tengo excusa alguna para decir "voy contigo" y bueno, en otras palabras... me gustas y mucho. — me dijo con mucha dificultad en cada palabra por sus nervios.
Mi expresión en ese momento se tornó seria, confundida, alegre. De todo.
¿Por qué hoy?, ¿por qué ahora?, ¿por qué no fue antes?
Repito: Dylan provoca en mí mucha confusión.
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— ¿En... Enserio? — pregunté nerviosa, un poco confundida, ilusionada pero también pensé en Alejandro. Definitivamente, tenía muchos sentimientos encontrados.
— Sí, Lauren... — lo interrumpí.
— Ya es tarde, tengo que irme. Hablamos luego.
Agarré mi bolso y me fui caminando lo más rápido posible.
— ¡Lauren! — escuché a Dylan a lo lejos.
Ya tenía bastante con Alejandro, ya la confusión sobre mis sentimientos y emociones era bastante para que Dylan se me declare ahora.
Ahora, después de 2 años enamorada de él. ¿Por qué no me lo dijo antes? Dijo que le gusto desde que nos conocimos, ¿por qué no me lo había dicho antes? Mi reacción hubiese sido totalmente diferente.
Fui pensando en todo el camino sin darme cuenta hacia donde iba, mis pies caminaban solos por el camino correcto y me alegré de eso. Cuando me di cuenta, estaba metiendo las llaves en la puerta de mi casa y noté que estaba algo tensa, así que traté de relajarme para evitar cualquier tipo de interrogatorio. Entré y nadie estaba en mi camino, entré en mi habitación y puse música alta, busqué toallas y me di una ducha para relajarme y aclarar mi mente.
¿Sigo amando a Alejandro? O mejor aún, ¿quiero seguir con Alejandro?
¿Y si me vuelve a lastimar?
¿Le doy una oportunidad a Dylan y dejo de lado a Alejandro? O ¿sigo con Alejandro y dejo de lado a Dylan?
Eran unas de las tantas dudas y/o preguntas que sonaban en mi mente.
Salí del baño, me vestí y me acosté, me quedé profundamente dormida durante unas 2 horas y al despertar, vi mi teléfono.
— Lo siento... — decía uno de los mensajes de Dylan.
— ¿Estás bien?, ¿por qué no respondes? — me dijo Alejandro.
— ¿Qué pasó con Dylan? — « Enserio parece que se ponen de acuerdo para enviar el mismo mensaje » pensé al ver que Santiago y Emily habían mandado el mismo mensaje.
Preferí no responder ningún mensaje y despejar un poco mi mente, fui a cenar y luego vi una película hasta quedarme dormida.
Cuando me desperté al día siguiente, me di cuenta de algo importante: faltan dos días para el campamento.
Luego de arreglar mi cuarto, llamé a Emily y Santiago y les conté lo que había pasado con Dylan aunque no presté mucha atención a lo que dijeron, pero Emily se emocionó y Santiago pensó lo mismo que yo: ¿por qué no lo hizo antes?
Ese día por la tarde, Alejandro me preguntó si ya había pensado sobre su propuesta, pero la verdad es que no estaba segura de cuál era la decisión.
— ¿Ya lo pensaste?
— ¿Qué cosa?
— ¿Podemos intentarlo de nuevo?
— Alejandro... Necesito pesarlo bien. — le dije luego de unos segundos en silencio.
— Está bien. — suspiró como signo de frustración.
Seguimos hablando por un buen rato hasta que él se quedó sin saldo y se cayó la llamada.
Cayendo la noche, me puse a pensar en lo que me había dicho Dylan y la respuesta que estaba esperando Alejandro, entonces recordé que nunca le respondí a Dylan.
— Hola... Disculpa que no había respondido, estuve ocupada.
Envié el mensaje y seguí pensando.
¿Qué debo hacer? Es lo único que pasaba por mi mente sin respuesta alguna.
Hubo un momento en el que pensé rechazar la respuesta de los dos, después de todo, estaba muy confundida y tenía miedo de tomar una decisión y luego arrepentirme.
En el momento en que Dylan se me declaró, todos los sentimientos renacieron en mi corazón pero en el mismo instante, recordé a Alejandro y me sentí mal y por no tener respuesta, me fui de allí con la excusa de que era tarde.
Huí como cualquier cobarde lo haría.
El sonido de que un mensaje había llegado, me sacó de mis pensamientos.
— Buenas noches chicos, espero que estén muy bien y que hayan pasado una semana excelente. Les recuerdo que ya el campamento está muy cerca, así que vayan arreglando sus cos.... — recordé el campamento y no seguí leyendo, fui a arreglar la maleta de una vez ya que al día siguiente estaría ocupada. Durmiendo, pero estaría ocupada.
Fui al clóset y saqué la ropa necesaria para los 4 días y 3 noches:
~ 4 pijamas.
~ 3 jeans.
~ 2 leggins.
~ 3 franelas.
~ 2 blusas.
~ Zapatos que combinen.
~ 2 juegos de sábanas.
Lo necesario.
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Enamorados a pesar de la distancia.
Historia CortaUn tiempo después de que Lauren y Alejandro se conozcan, comenzarán a sentirse atraídos pero viven en ciudades distintas y ese es el único problema. ¿Lauren y Alejandro tendrán una relación sin importar los kilómetros entre ellos? A ambos los critic...