Habían pasado diecisiete años desde que encontró a Dipper Moonstone. Una gema de la Luna que creció adecuadamente, gracias al tratamiento de Bill que logró reparar la gema trizada. Dipper, por supuesto, pese a su inteligencia y curiosidad, no sabía más que lo mínimo sobre sí mismo y el resto de gemas en el mundo. Hasta ahora, a Bill la personalidad de la gema que era cómo su hijo no le había traído problemas, cada día colocándose más guapo e inteligente, Dipper sabía que algo debía tener su padre, Bill Cipher, que no quería decir, porque era renuente a decirle más del Homeworld de lo que él consiguió leer un libro de la magnífica biblioteca del diamante. Cosa que también cerró de su paso.
Dipper es muy curioso. Eso le trajo más de un problema durante su vida, ahora especialmente. Bill tenía estrictamente prohibido que leyese libros de su biblioteca sin su consentimiento, pero ya llevaba arriba de diez libros que alcanzó a "tomar" sin Cipher darse cuenta. Incluso sobre educación sexual humana, tiempos traumáticos, aunque si no era por sí mismo, ya se encargaría Cipher de explicárselo porque para el placer, las gemas funcionaban de forma parecida.
Despertarse era tedioso, Moonstone al menos lo odiaba. Rápidamente se desperezó para no estar horas sufriendo el tratar de despertar y se dirigió con su supuesto padre, que le esperaba con paciencia en el sofá del salón. Sonrió al rubio, para ser su padre y la no notoria diferencia de edad, la apariencia que tenía el Diamante hasta para Dipper resultaba atractiva. Esto lo tenía en constantes problemas desde su entrada en la adolescencia, sabía que ni siquiera debería verle con esos ojos.
Contrólate. Se rogó mentalmente el menor sentándose al lado del diamante.
—Bien, ¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó el mayor, abrazándole por los hombros. Cosa que siempre hacía.
—No lo sé. Ayer me enseñaste a usar armas, ¿cómo se forman las fusiones? —preguntó curioso. Bill le había regalado un libro con un montón de datos de gemas en formación, así que tenía la intención de aprender todas, Cipher era un muy buen maestro.
—Oh, sencillo —canturreó el rubio, levantándose y jalándole la mano, sonriendo. —Las fusiones nacen de dos o más gemas, forman distintos tipos según su componente. Intentémoslo.
Toda una tarde adaptando un baile que combinase ambos estilos, resultó una enorme gema que se deshizo en instantes, debido a la emoción del pequeño al haber conseguido el logro. Bill no daba con un nombre específico para su fusión, pero dentro de él el nombre que más adaptó era en definitiva Millennium Star. No dijo nada a la emocionada Moonstone que pegaba saltos a su alrededor, inestable, mientras él le observaba risueño.
Este era el pequeño que había criado cómo un hijo. Este era el pequeño al que definitivamente amaba.
Mientras Dipper bailaba de felicidad, Bill no pudo más que hacer una mueca al ver una herida dentro de la gema del Moonstone. Era costoso estar curando esas heridas, sin obtener el material originado de los mismos cultivos hechos en el Homeworld, no podía hacer más que un reemplazo que tenía plazo límite. Tendría que volver a aquel lugar.
—¿A dónde irás, Bill? —preguntó el pequeño, asomándose desde su habitación interrumpiendo la caminata del mayor.
—Iré a pasear —respondió risueño, alejándose.
Aquel día, todo estaba bien. Todo continuaría igual de bien de no ser por un pequeño accidente.
Dipper, decidió que sería un buen momento para seguir a su rubio papá al interior de las habitaciones de la escultura en el centro de la vivienda, una que producía cerros por su gran altura. Diferente a dónde Bill caminaba siempre, esta vez estaba huyendo silenciosamente a los portales, por los cuáles pretendía ir a las ruinas. Un lugar que Dipper no conocía ni debía conocer, al menos no hasta que supiese más de sí. Sin embargo, el lapso de tiempo pasado le sugería ir, debía inspeccionar la zona nuevamente.
Bill no se dio cuenta, Dipper le siguió al misterioso lugar.
Cuando se halló en las ruinas, ni siquiera observó el tallado de la primera Guerra de Gemas, una sucedida mucho antes de que él se retirase, por lo que algunos de los dibujos del lugar también le hacían referencia. Se adentró a un lugar lleno de piedras preciosas y minerales, y cogió una brillante dorada que pulverizó con sus manos. Esta era la única que podía hacer de venda, y mantenía la estabilidad en Moonstone.
El mismo chico que se quedó observando la historia plasmada en esas piedras, descubriendo algo interesante.
Su gema, en conjunto de otra que estaba de colores dorados, permanecían unidas. Si se miraba alrededor, descubría aún más dibujo e historia en aquel lugar. Comenzaba a asustarse, sin entender las referencias dadas, o temiendo que aquello que sabía decía el lugar era cierto, porque eso significaría verdades tanto decepcionantes cómo aterradoras, de ese lugar lejano que tenía como nombre Homeworld, el lugar de los secretos del diamante.
—¡¿Qué...?! —estaba por gritar. Recordó donde estaba y guardó silencio, pero demasiado tarde, Bill estaba de frente a él y aparte de pánico, lucía enojado.
—¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Por qué me has seguido?! —exclamó, con el ojo del centro de su pecho tornándose repentinamente rojo al igual que él mismo. Moonstone jamás había visto a Bill de aquella forma, por lo que temió.
—Y-yo... Ci-cipher... —más que aterrado, también estaba mudo.
Mal momento para que los guardines de las ruinas despertasen.
—Quédate quieto, escóndete y no salgas por nada ¿De acuerdo? Volveré. —indicó el diamante mientras desaparecía, dejando sus estelas amarillas.
Dipper, siempre desobediente, asomó su mirada al lugar de fuera, encontrándose con una especie de robots nunca antes vista por él que atacaban frenéticamente a Cipher. Preocupado, continuó observando, pero por supuesto, el diamante ganó sin lugar a dudas después de cuatro o cinco golpes.
Sentía la aceleración de su cuerpo, su inestabilidad le llevó a perder la consciencia y no supo más del mundo. Para sí mismo, había caído dormido, mientras que, del otro lado, Bill Cipher estaba observando un fenómeno que no debería haber despertado. Tardó demasiado y alteró mucho más a Moonstone, aquí las consecuencias de ello. La gema más inestable.
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Moonstone {BillDip} [Crystal Falls]
FanfictionBill Cipher, diamante patriarca de una sociedad a la que huyó. Cansado, aislado por la misma sociedad en que nació había llegado a la Tierra luego de jurarse que no volvería a ser parte de ese sistema jamás. Ahí, entonces, encontró a Dipper, una gem...