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CAPÍTULO 5

Habían pasado unos días desde que conocí a Zoe, desde que la conocí comencé a cruzarme con ella en el rellano. Siempre me saludaba con una amplía sonrisa y un gesto de manos muy gracioso. Me decía "a ver si repetimos" cada vez que me la encontraba.

Comencé a pasar los días en casa, acostumbrándome a la soledad y escribiendo la novela que tenía que terminar. Ademas, hacía demasiado calor para estar por la calle durante el día.

Chloe estaba muy emocionada, estaba deseando ser mamá. Sabía que cuando naciera el niño Chloe no dejaría de sonreír, se volvería una mujer diferente, más feliz.

    Tenía ganas de ver a Patrick. Saber que se trataba de un chico malo me atraía aún más de lo que ya lo hacía. Pensar que era malo, que era peligroso tener contacto con él, me hacía tener más ganas detener contacto, quería descubrir si era cómo decían las chicas,quería arriesgarme.

    Mientras escribía en casa, recibí una llamada de Chloe. No había escuchado el teléfono y la llamé de vuelta.

    —Hola Chloe, ¿qué querías?

    —Chelsea, quería decirte... bueno quería que vayamos juntas al cine...

    —Ah vale, ¿qué peli quieres ver?

    —He visto que ha salido una que es de una pareja que tiene un bebé, me apetecía verla, pero prefiero ir contigo. Además, Josh no quiere verla.

    —Vale, ¿nos vemos allí?

    —Sí, a las ocho en la entrada.

    —Vale, hasta luego—le respondí y colgué.

    Quedaban dos horas para las ocho, me metí en la ducha para quitarme el sudor, me puse un vestido corto de verano y unas sandalias que conjuntaba con el vestido.

Cuando acabé de arreglarme bajé a por el coche y me fui directamente al cine. Sin darme cuenta aún faltaba un rato hasta que llegara Chloe y decidí esperarla en la puerta.

Mientras esperaba observaba a la gente que entraba y salía, como vestían y su forma de andar. Me parecía interesante ver que todo el mundo era tan distinto, pero al mismo tiempo iguales.

Estaba observando un señor muy elegante, acompañado de una joven. Estaba tan concentrada en ellos que no me di cuenta de quién se había puesto a mi lado.

    —Nunca has visto a un viejo con una prostituta—dijo una voz.

No me había dado cuenta de que se había puesto a mi lado, me asusté cuando Patrick me sacó de mis pensamientos.

    —¿Es prostituta?—le pregunté sorprendida

    —¿Me quieres decir qué no te habías dado cuenta?—preguntó extrañado.

    —No.—Dije.

    —¿Y qué haces tan sola?—preguntó riendo.

    —Estoy esperando a mi hermana—dije haciendo como que la buscaba.

    —Te hago compañía mien...—paró de hablar cuando una chica rubia le saludó.

    —Nos vamos, pásalo bien—dijo secante.

Se había ido charlando con esa chica rubia, ni siquiera había terminado la frase que me estaba diciendo, claro era más importante esa preciosa chica rubia de ojos azules.

    —Hola,¿has estado esperando mucho?—preguntó mi hermana justo cuando llegó.

    —No,acabo de llegar—mentí.