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CAPÍTULO 7

¿Esos gestos? Sabía que estaba demostrando que era él en whatsapp, quería que supiera que sí era él, sin tener que decírmelo, pero, ¿porqué?

Subía mi coche y me marché, no giré la cabeza ni lo busqué por el retrovisor, simplemente me marché.

Al llegar a casa me dormí viendo la televisión, olvidé poner alguna alarma y desperté lo suficientemente tarde como para empezar a preparar la comida.

No había estado mucho en casa y la comida que tenía estaba un poco pasada, pero se podía comer sin problema. Mi familia siempre me ha enseñado a que la comida no se tira, se puede cocinar de otra manera si esta un poco pasada o dársela a algún vecino, nunca sabemos la necesidad que tiene otro, ¡la comida no se tira!

Preparé unos filetes de carne con puré de patatas y unos huevos, estaba básicamente estrenando cocina, ¡y me encantaba! Era perfecta para mí, la distribución de las cosas estaba perfecta. No era buena cocinera, pero sabía diferenciar una buena cocina de otra mala, y esta era buenísima.

En cuanto acabé, fregué los platos, ordené la cocina y me preparé mi bolsito con la toalla, la crema solar, un sombrero y algunas cosas más que quería bajar. Me apetecía darme un chapuzón y tomar el sol.

Cuando bajé parecía que estaba todo el vecindario ahí. La piscina de los niños estaba llena de peques jugando y padre gritando "¡No hagas eso!", "¡Allí no vayas!" Y cosas por el estilo.

En la parte de los adultos había una pareja muy mona, hacían una pareja estupenda. Miles de señores mayores juntos, hablaban de sus cosas, de cuando eran jóvenes. También contaban chistes mientras tomaban sus cervezas. A parte de eso habían familias de padres con hijos adolescentes, estaba todo el edificio, pero faltaba Zoe, no había rastro de ella.

Escogí uno de los pocos trozos de césped que quedaban libres y coloqué mi toalla.

Entré al agua para refrescarme antes de tirarme al sol.

—Perdona,¿tú no eres la que estaba ayer en Hillerybar?—preguntó la persona que menos me apetecía encontrarme. Alessia.

—Mmmm...Sí, ¿cómo lo sabes?— Me hice la tonta.

—Soy la camarera que te atendió allí.

—Que buena memoria tienes, ¿no?—dije asqueada.

—Es que ya te conocía. De vista.

Hice un gesto de movimiento con la cabeza como diciendo "Ah, vale".Intenté huir de ella nadando hacia el lado contrario del que estaba ella.

—¡Espera!

—¿Qué quieres?—pregunté sin ganas.

—¿Qué te pasa conmigo?

—Haces preguntas extrañas. No me pasa nada, pero me has preguntado, te he respondido y ya, ¿no?

—Te pasa algo—dijo y comenzó a reír. Me estaba poniendo nerviosa con sus preguntas y sus risas, sabía que me estaba poniendo nerviosa yeso era lo que más me cabreaba.

La ignoré completamente, no tenía ganas de pelearme con ella y que Patrick se enterase y mucho menos que todo el vecindario se enterase de la mala hostia que podía llegar a tener.

Al rato de salirme del agua y comenzar a tomar el sol, se volvió a acercar a mí.

—Oye,sólo quería hablar contigo.

—Pero es que yo no tengo nada que decirte—le contesté poniéndome el sombrero en la cara.

—Bueno,tú verás...—dijo y se marchó dando como acabada nuestra no conversación.