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CAPÍTULO 9

Estaba cabreada, me había sentido fatal cuando escuché que iba a pronunciar el nombre de Alessia. Ni siquiera nos parecemos.

Vi que estaba arrepentido por haberse equivocado, pero eso no quitaba toda la furia que sentía por dentro. No éramos nada, ni siquiera había pensado en ningún momento que pasaría algo entre él y yo,pero la tarde había sido tan perfecta, tan diferente a las demás veces que lo había visto... Me sentí especial, ese momento que tuve junto a él en la playa, escuchándolo cantar, escuchando el secreto de su abuelo, algo que nadie fuera de su familia sabía... Por un momento me sentí especial, pero... ¿quién coño era esa tía?, ¿Quién era Alessia para él? No podía cabrearme, no tenía realmente ningún motivo, Alessia podría ser su prima, su mejor amiga... Cualquier otra cosa distinta a su pareja, no debía molestarme, no sabía quien era para él, ni lo que significaba ella.

Pero estaba claro que yo no significaba nada y me contó algo muy íntimo para él, estaba borracho, pero me lo contó a mí. ¿Echaba de menos a Alessia?

Eran muchas preguntas que pasaban por mi mente mientras subía por el ascensor, mucha rabia innecesaria, y sin motivo.

Pensé que podría abrir su corazón y conocerlo, no sólo escuchar las cosas que decían de él, que la mayoría de las veces eran negativas.

Sólo tenía clara una cosa. Es el chico más introvertido, hasta que bebe alcohol...

Subí a la habitación enseguida para tumbarme con el portátil y escuchar algo de música para tranquilizarme y poder escribir algo coherente.

Era demasiado complicado concentrarme en la música, mi estómago no dejaba de gruñir que tenía hambre, le hice caso.

Tras picotear un poco, volví a subir y me tumbé con la luz apagada,solamente con el sonido de la música conseguía relajarme, escuchaba una y otra vez la misma canción, Wait de M83. Era una de las canciones que más me relajaba, no por la letra,era la melodía, era lo que me hacía sentir. Es música que produce sensaciones y transporta a lo más profundo de cada persona, porque están compuestas con ese sentimiento desde la primera a la última nota.

Me dormí, olvidando completamente al idiota de Patrick, aunque en realidad la idiota era yo...

    Desperté sudando, había olvidado encender el aire acondicionado, yo era de las personas que se dormía y ya podía caerse la casa, yo no me inmutaba.

La cama estaba empapada, lo primero que hice fue poner el aire a tope y cambiar las sábanas.

Me di una ducha fresca y preparé el desayuno, me gustaba hacerme zumos de naranja y tostadas con tomate y jamón. Era lo que más me gustaba prepararme por las mañanas, a parte de cereales con leche.

Decidí que sería buena idea ir a ver a mis padres, los echaba de menos,incluso echaba de menos sus broncas y sus preocupaciones... Era extraño, pero no escucharlos gritándome era bastante desagradable cuando llegaba a casa y nadie me echaba la bronca por llegar "tarde".

Me puse ropa cómoda y fui a verlos, a darles una pequeña sorpresa.

    —¡Qué sorpresa Chelsea!—dijo muy feliz mi madre cuando abrió la puerta—.No queríamos molestarte, antes de irte dijiste que querías separarte de nosotros—añadió triste agachando la cabeza.

    —¡Os echaba de menos!—la abracé fuerte y entré para saludar a mi padre.

    —¡Por fin vienes!—saludó.

    —Hola,gracias por ese saludo tan amable—contesté y me senté en el sofá.

    —¿Cómo te va con la novela?—preguntó mi madre sentándose a mi lado.