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CAPÍTULO 6

Me desperté con unas ganas tremendas de responder el mensaje de "Patrick", pero no estaba segura si debía responder a un desconocido, dudaba demasiado de que Patrick dijera que estaba guapa.

Tenía un mensaje de whatsapp de mis padres. Ellos usaban el mismo móvil,ya que ninguno de los dos controlaba un smartphone con facilidad.

    Mamá y Papá: "Chelsea, Chloe nos dijo que hay un restaurante precioso al lado de tu casa, papá y yo habíamos pensado en ir hoy contigo,así podemos ver como ha quedado el piso.

Les respondí enseguida, la comida estaba buenísima, era el motivo principal y más importante por el cual querría ir siempre, aunque Patrick también influía.

    Bajé a la piscina para darme un chapuzón antes de ordenar la casa para que mis padres la vieran bien, eran muy especiales para el orden y la suciedad.

Cuando acabé con todo me duché rápidamente y me puse un vestido negro bastante simple, siempre me vestía de negro. Todo el mundo me conocía como la chica de negro, seis de siete días mi ropa era negra. El negro es el color de la elegancia.

    Mis padres tocaron el timbre y les abrí mientras terminaba de atarme las sandalias.

    —¡Hola cariño!—gritaba mi madre mientras entraba por la puerta.

    —¡Pasad!—le contesté mientras me acercaba a la puerta.

    —¿Cómo estás cariño?—preguntaba mi padre.

    —Muy bien, ¿cómo estáis vosotros?

    —Muy bien, papá se ha perdido un poco, pero hemos llegado sin problema como puedes observar—me dijo riendo.

    —Bueno,os voy a enseñar mi mansión—indiqué.

    —¡Vamos John, a ver lo que ha elegido Chelsea para su preciosa casa!—le decía a papá para que se diese prisa.

    —¿Desde cuándo me llamas John, Kim?—le preguntaba mi padre con un tono gracioso.

    Vimos toda la casa tranquilamente, les enseñé todo a perfección, les dije dónde lo había comprado, el precio que tenía, la rebaja que había conseguido y el problema que hubo con los que vinieron amontar los muebles.

    —¡Qué buena vecina que tienes!—dijo sorprendida mi madre.

    —¿Y te fiaste dejando las llaves a una desconocida?—preguntó mi padre.

    —¡No paras cariño, no todo el mundo es malo!—le regañó mi madre.

Terminamos todo el recorrido y estaban muy sorprendidos con todo, ¡les encantaba! Era muy buena para decorar las cosas y casi siempre todo lo que elegía le gustaba a la gente.

Poco después mi madre propuso ir a comer, decía que era la hora y que tenía hambre.

    Salimos de casa rápido para llegar y que el restaurante no estuviese demasiado lleno. En cuanto llegamos mis ojos no dejaban de buscarlo,pero no había rastro de él.

    —¡Oh,dios mio!—dijo en un grito—. Que bonito es este lugar... Hacía tiempo que no entraba en un lugar así de encantador.

    —Mi amor, éste será el sitio en el que cenaremos en nuestro aniversario—le dijo mi padre al oído, aunque lo había escuchado perfectamente.

    Nos sentamos en una mesa bastante lejos de la entrada, lo bastante lejos como para no ver entrar a Patrick.

Nos atendió una chica, sentía que la había visto ya una vez. Y sí.Era la chica con la que había quedado Patrick ese día en el cine.No la reconocí porque llevaba la melena atada con una goma, pero seguía siendo preciosa... No quería admitirlo, pero la envidiaba.