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CAPÍTULO 16

Subí a casa y me cambié,no le iba a dar mas vueltas al tema, si no debía ser, pues no sería.

Me dormí en el sofá y a media madrugada desperté,puse la alarma porque tenía que ir en bus al trabajo ya que tenía mi coche allí y subí al cuarto para seguir durmiendo.

Sonó el despertador pero con una melodía de alarma distinta y lo apagué, enseguida me levanté para ir al baño y ducharme. Si posponía la alarma no me despertaría jamás.

Al salir de la ducha volvió a sonar mi alarma, esta vez con la melodía correcta y cuando me fijé era la hora de despertarme, es decir, alguien me había llamado anteriormente, no era mi alarma.

Era un número desconocido, no tenía el contacto guardado y decidí devolverle la llamada.

-Hola Chelsea-dijo la voz al otro lado del teléfono.

-Hola, dime.-Contesté seria, sabía que era Pat.

-Solamente quería decirte que media hora antes de entrar te recojo, ¿o querías ir andando?

-Iba a coger un bus, pero si me recoges mejor.-Le respondí con una sonrisa en la cara que lógicamente él no podía ver.

-Hasta ahora, un beso-me dijo.

-Hasta luego, ¡después nos vemos!

Colgué feliz, tenía muchísimas ganas de volver a verlo y me vestí con la música a tope.

Al terminar bajé para desayunar y coger fuerzas con un buen zumo de naranja y me puse a bailar como una loca, parecía una adolescente.

Faltaba media hora para estar en la oficina y yo ya estaba en mi portal esperando a Pat. Debía llegar a tiempo, era muy puntual para sus cosas de trabajo.

Escuchaba su moto, nunca antes me había parado a pensar lo mucho que me ponía escuchar el sonido de su moto, claro,acompañado de su tremendo dueño.

Paró delante de mi, una vez más mi corazón se aceleró. Quitó las manos de los mangos de la moto y me ofreció su otro casco.

-¡Buenos días! Vamos, no podemos llegar tarde.-Su voz sonaba más despierta de lo que podría sonar la mía en todo el día.

-Hola, demasiada felicidad, ¿no?-hablé suave,aunque feliz.

-No todos los días tengo el honor de recogerte-me dedicó una gran sonrisa burlona.

Era una pequeña broma, pero para mí era bastante importante escuchar algo así de su boca. De su boca... Sus labios eran algo así como perfectos.

Pocos instantes después Patrick y yo llegamos al trabajo, él aceleraba demasiado y llegamos bastante rápido, sentía esa adrenalina y felicidad de tenerlo cogido desde atrás, en esos momentos parecía que él me pertenecía.

-Hemos llegado-dijo antes de que yo abriera los ojos.

-¡Hemos llegado enseguida! Vas como un loco. -Le dije mientras bajaba de la moto.

-Bueno, espero que lo hayas pasado bien conmigo y podamos ser buenos amigos, vuelvo a disculparme por haberme alejado de ti, pienso que como amiga vales mucho y no quería perderte pensando que querías algo más.

-No te preocupes-esforcé una sonrisa falsa.

Entramos juntos al edificio pero no entraba con la misma felicidad que tenía cuando bajé a saludarlo por la mañana.Las palabras sobraban, no tenía porque decirme que como algo más que amiga no le servía, me hacía sentir muy mal y al mismo tiempo no tenía sentido porque me miraba de una manera... me miraba con cara de algo más que amistad, no tenían sentido sus palabras respecto a sus miradas.

Ese día yo hice mi trabajo sin hacerle mucho caso a Patrick, él sabía hacer las cosas solo y no necesitaba mucha ayuda,tenía claro que debía olvidar lo que sentía por él pero era muy difícil teniéndolo a diario en la empresa...

-Siento sacar todo pero... quiero contártelo-me dijo Patrick acercándose a mí-. El día que le pegué a Nico...no sé por qué me enfadé, había discutido con él días antes y me jodió que se pensara que me jodería verlo contigo, no sé si me entiendes, pero quería dejar claro que yo no estaba enamorado...

-¿A qué viene todo esto?-le pregunté. No entendía por qué sacaba todo en un sólo día.

-Quiero que podamos ser amigos teniendo las cosas claras ambos-me aclaró mientras masticaba chicle.

-No te preocupes, luego hablamos, tengo trabajo.

Patrick se giró y salió por la puerta para dejarme sola, había entendido que quería estar sola, mi cabreo se olía por toda la empresa y no me gustaba la idea de saber que Patrick sabía la verdad de mis sentimientos.

Tiempo después comenzó a sonar mi móvil, era Jess, me parecía extraño que me llamase en mi horario de trabajo, además llevábamos tiempo sin hablar.

-Hola Jess, ¿qué pasa?

-Nada,perdón por llamarte en horario de trabajo, pero necesito que nos veamos esta tarde.-Me decía a través del teléfono.

-Vale,nos vemos en el restaurante de tu casa, a las tres allí.

-Vale,¡hasta luego!-Me contestó rápidamente y colgó.

Cuando guardé el móvil me levanté para ir al baño, necesitaba ir desde hacía un rato pero no quería cruzarme con Patrick ni tener que saludar a nadie.

De camino a mi despacho me encontré la puerta cerrada, yo la había dejado abierta antes de salir y ya me imaginaba lo que me esperaba dentro... Patrick con alguna de sus bromas. Pero me confundí, cuando entré no había nadie, únicamente olía a su perfume y al café queme había dejado encima de la mesa y era un motivo por el cual no quería dejar de quererlo...

Ninguno de los dos hablamos, ni siquiera tuve la valentía para agradecerle lo del café, parecía que él se sentía mal por las cosas que dijo,que aunque fueran verdad sabía que me dolían.

Ala salida me fui sin despedirme de él, eso sí dolía, quería al menos verlo una vez más antes de irme, me había hecho pasar un día muy emocionante y se había preocupado tanto por mí... no entendía por qué no sentía nada.

Me fui sin darle más vueltas, me mataba lo que quería decirme Jess,debía ser importante si me había llamado en el trabajo.

-Hola Jess, ¿cómo estás?-la saludaba mientras salía del coche.

-Muy bien, ¿y tú?-me respondía mientras me daba un abrazo.

-Bueno,estoy bien, pero Patrick está raro conmigo... ahora te contaré-le dije en un suspiro.

-Ahora te explico yo, todo tendrá sentido.