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CAPÍTULO 15

A la mañana siguiente me dispuse a colocarme algo no tan decente, me até el pelo en un moño y me puse unos zapatos planos, tenía que verme como una amiga, así algún día tal vez diría lo que sintió su corazón.

Cualquier chica haría lo contrario, se pondría su mejor atuendo e iría directamente a conquistarlo, pero no podía hacer eso, se alejaría de mí por completo y no podía permitirlo.

—Buenos días Chelsea—me deseó la secretaría cuando entraba.

—Hola—contesté sonriendo.

Pasé directamente a mi despacho para seguir con las historias del día anterior, pero alguien se había anticipado.

—Hola. He leído todas las novelas y te he dejado ahí las buenas para que las edites, voy a seguir con tu novela.—Sonreía Patrick.

—No era necesario, pero muchas gracias.

—¿Has pensado en lo de ayer?—me miraba de reojo mientras abría la carpeta de la novela.

—Sí, podemos volver a ser amigos, con una condición. Quiero que seas siempre sincero conmigo.

—Lo haré, espero que tú también lo seas.— Y aunque lo había dicho no estaba segura de que lo fuera a cumplir,era muy raro, era extraño y capaz de hablar y contar algo, pero al final siempre parecía que ocultaba muchas cosas.

—Yo siempre.

—Para comenzar con buen pie. ¿Te gustan los caballos?—me preguntó.

—Pues de vista sí, pero nunca me he acercado a ninguno.

—¿Te gustaría hacerlo?—quiso saber.

—¿Por qué?—quise saber yo entonces.

—Tengo unos cuantos, tal vez después del trabajo podrías venir conmigo.

—Hoy no puedo—mentí.

—Bueno, ¿mañana? así podríamos estar más tiempo ya que solo trabajamos hasta las dos.

—Vale, me parece bien. Ahora sigue leyendo que Marie me va a echar la bronca.— Dije y le sonreí.

Patrick me devolvió la sonrisa, estaba feliz, se le veía contento de ser mi "amigo" otra vez, pero al mismo tiempo parecía que no me hablaba como amigo, sino como para algo más y eso era lo que más me hacía dudar de él.

Pasamos el día leyendo cada uno lo suyo, ninguno delos dos hablábamos pero su presencia se hacía notar, cada vez que lo miraba me sentía protegida y al mismo tiempo en un museo de belleza, era la persona mas bella que había visto, y él lo sabía.

Terminaba el día y deseaba irme a casa para descansar y poder hablar con Chloe, el día se me había hecho muy largo con tanto silencio.

—Bueno, ya es la hora, ¡nos vemos!—me despedí de él.

—Trae mañana ropa cómoda, no lo olvides. ¡Hasta mañana!—dijo desde el sillón.

No parecía tener mucha prisa para irse a casa, en cambio yo estaba desesperada por llegar...

—Hola Chloe—le dije a través del teléfono.

—¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿y tú? ¿Qué tal el bebé?—pregunté.

—Bien y el bebé también, quiero que salga ya.Cuéntame, ¿qué tal con Patrick?

—Ayer discutimos, me dijo que dejó de hablar conmigo porque yo estaba enamorada de él y sólo quería una amistad, y le dije que no, que no sentía nada por él y ahora quiere que volvamos a ser amigos. Mañana hemos quedado para ver sus caballos.—Le conté entusiasmada.