Una habitación casi oscura en el sótano de la mansión era el lugar en el que Lucía y Andrés estaban.
-Lucy, pase lo que pase, quiero que sepas que te quiero, hermanita.- Apenas terminó Lucía lagrimeó un poco.
-Y… y yo a ti, Andrés… Quiero…ver a Sebas…- Su voz se quebró lentamente mientras la lágrimas recorrían su rostro lentamente.
-Lucy, te prometo que saldremos de aquí.
Ambos estaban divididos por una especie de cristal duro, irrompible aparentemente. Andrés estaba sentado en una esquina, y Lucía ocultaba la cabeza entre sus brazos mientras lloraba.
-Prometo sacarte de aquí…
Mientras rodeaban la mansión, la negociación seguía adentro.
-Señor Miller, saber perfectamente que lo “nuestro” no es… un juego de niños, ¿cierto?
-Sí… Lo sé… Pero dejen a mi hijo en paz, él no quiere nada conmigo.
-Hmmm,- Río lentamente- ¿Ahora sí te preocupa tu hijo? No nos vengas a joder, Nicolás. Trataste de venderlo, nunca le hiciste caso… y ambos lo sabemos.
-Sabía que pasaría esto por su culpa. Me dolería menos alejarme de él a que esto pasara.
-¡Y de todas maneras pasó! Tú lo has causado todo, amigo mío, si hubieras seguido con el contrato…
-Estaría peor.- Su mirada transmitía odio. Los sujetos que lo tomaban de los brazos no hacían más que reírse y burlarse de él.- Amo a mi hijo…
-Eso es tan tierno, Miller… Me das asco, hipócrita de mierda. No amas a quien abandonas.
-Si al abandonarlo él hubiera tenido mejor vida, entonces hubiera sido lo mejor. Nunca entenderías, solo buscas dinero y poder. Yo pude hacerl…-Antes de acabar recibió un golpe en el estómago.
-Cállate de una puta vez. Encárguense de él.- Fue casi arrastrado hacia un pasillo largo. Desapareció en la sombra a la vista de los ahí reunidos.- Caballeros, regresemos al salón de negociaciones… ¿En qué nos quedamos?
-¡Andrés!…B… basta… por... favor…- Trataba de romper el cristal. En el lado de Lucía estaba la puerta cerrada. Asegurada. Él quería llegar ahí y abrirla, solo le ayudaría llegar al otro lado, entre los dos podrían abrirla. Quizás.
-Para, por…favor.- Ella lo veía asustada y preocupada de lo que pudiera pasar. Una pequeña grieta apareció en el cristal que los dividía. Andrés la vio y regresó su vista en Lucía.
-Uh… No.- Río suavemente y la miró a los ojos.- Ahora si estoy animado.- Siguió golpeando el cristal.- Mhm… Así que… Lucy, ¿quieres que pare?- sonrió.
La mansión ya estaba rodeada. Sebastian no sabía qué hacer: no todos los días llevaba en manos un arma y se agrupada junto al FBI, ni nadie que él conociera tampoco.
-Sebas, ¿estás listo?
-¿Para qué?
-Alista tu arma y acomódate el chaleco, muchacho. Quédate a mis espaldas y te cubriré. El equipo está listo y ya vamos a entrar, todos nos protegeremos las espaldas, en especial a ti, ¿Correcto?
-Espera, pero… ¡Pero no estoy listo! R… recién llegamos y…
-Sebas, no es momento para que te eches para atrás, dos personas necesitan tu ayuda, ¿vale? Ahora estás con nosotros. Te necesitamos, además… esto no es más que una fiesta…con armas, será divertido, hijo.
-Vale… P… pero, es que no estoy listo, o no ahora…- Tartamudeó.
-Ja,ja,ja,ja,ja, Ah, Sebas…- Suspiró- Yo tampoco estoy listo… Yo tampoco…
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A Través de la Ventana
RomanceSebastian, un chico de 16 años, atractivo para las chicas que lo conocían,alto,de buena familia,adinerada; nadie lo conoce de verdad, no ha hablado mucho de su familia. A pesar del dinero y las empresas que manejan su familia, decide vivir en el dep...