Una luz cegadora me encandilo los ojos, mire desorientada a todas partes solo para descubrir que seguía encadenada y ahora atada de manos también, trato de desatar mis manos uniéndolas y jalando uno de los cantos del hilo pero solo logro ajustar más el nudo, tomo mi cabeza entre mis mano rindiéndome, no sé cuánto tiempo llevo aquí, mis padres y mi hermano deben estar preocupados y pensando que su hija a muerto, las lágrimas salen antes de lo esperado y comienzo a sollozar, no resisto esa opresión en el pecho y grito con todas mis fuerzas para liberarme de ese horrible sentimiento, pero solo logro llorar incontrolablemente, en ese momento escucho gritos en la habitación vecina, tratado de controlar mis sollozos para poder escuchar mejor.
-¿creíste que te podrías salir con la tuya maldito imbécil?-dijo la misma voz de los altavoces-debías pagar el dinero cuando podías, ahora pagaras con tu vida desgraciado, dices tener mucho dinero pero no tienes absolutamente nada.
Me aleje de la pared cuando escuche los gritos agonizantes de aquel chico que estaba pasando por el mismo karma que yo, no sabía quién era pero lamentaba su dolor. Me lanzo al colchón cuando escucho pasos acercarse, introducen un pequeño plato y un vaso por la puertecilla del gato, es agua y pan pero tengo tanta hambre que es como toda una cena navideña para mí, me arrojo a la comida como si mi vida dependiera de ello y en verdad así es, me como todo el pan tan rápido que me atraganto y me tomo todo el vaso de agua pero no es suficiente para mi estómago. Siento pasar el tiempo lentamente pero la verdad es que no tengo idea de que hora es, la pequeña luz roja de la cámara se enciende y al mismo tiempo se escucha aquella voz que se ha vuelto tan familiar y desagradable.
-necesito que te veas asustada preciosa y ayudaría mucho si pides auxilio, ah y no olvides saludar, este videíto es para tus papas y tu hermanito adorado-dijo riendo aterradoramente-ahora uno de mis secuaces entrara, te advierto que el chaleco que lleva esta cubierto de explosivos así que no hagas nada imprudente o ambos volaran en pedazos.
-necesito ir al baño-dije sonando seria, pero la verdad era que me moría de miedo.
-oh, en ese caso, entrara otro de mis ayudantes te quitara la cadena y te encerrara en el baño, pero si tratas de hacer cualquier cosa, te castigare y a él también.
Asentí levemente pues sabía que de alguna manera me estaba observando, escuche los pasos acercarse y pude ver la penumbra a través de la pequeña rendija de la puerta por la que atravesó el mismo hombre enmascarado y fornido de la vez pasada, si él estaba aquí quería decir que era verdad y él no era el líder de la banda, me sujeto fuertemente por el brazo y me levanto, soltó la cadena y me arrastro al baño, me arrojo al suelo y mi cabeza choco con el lavabo, ahogue un grito y me puse de pie, el cerro la puerta por fuera, comencé a buscar una ruta de escape pero no había nada, ni ventanas ni nada, solo un lavabo, una tina y una pequeña pluma, abrí la llave de la tina y comencé a tomar agua, después hice mis necesidades, trate en vano de soltarme, me decidí por intentar escapar, estaba segura que el tonto había dejado la puerta de afuera abierta, toque la puerta para indicar que la abriera y me aleje un poco de ella. El hombre abrió y yo lo patee en su punto débil, después le di con el codo en la cara y callo noqueado al suelo, no fue hasta que vi la sangre salir de su nariz que reaccione y comencé a correr, escuche como el otro maldecía por los altavoces, atravesé la puerta y corrí como nunca por un largo pasillo, había puertas por todos lados y cada tres había un pasillo corrí sin dirección alguna y trate de abrir las puertas pero todas estaban cerradas, mis esperanzas se fueron al suelo junto con mis energías, no pare de correr hasta que me tropecé y caí, quedando completamente indefensa, escuche pasos acercarse y trate de pararme pero no tenía fuerzas suficientes así que comencé a arrastrarme hasta que alcance una puerta y para mi sorpresa al girar el pomo estaba abierta, me lance dentro de lo que parecía otra habitación, pero me detuve en seco al ver a alguien acurrucado en la esquina de la pared también con un grillete en el pie, oh por Dios, una niña, era una pequeña niña, con los ojos verdes llenos de lágrimas, esos ojos penetrantes y tan hermosos se me hacen familiares pero no pude ver su rostro completo pues me agarraron por la cintura y me jalaron tan fuerte que me hicieron gritar de dolor.
-maldita perra, ¿Qué estabas pensando?-dijo casi sin aliento.
-¿tú que crees?, trato de salir de esta cárcel de maníacos-dije escupiendo las palabra.
Me volteé para ver la cara de mi secuestrador y quede en shock, no era posible, el no. Me lanzo una cacheta y sentí como cada uno de sus dedos quedaban marcados en mi piel, lagrimas caían por mis mejillas humedeciendo mi cara, ¿Cómo era posible que el fuera capaz de todo esto?, mi corazón se partió en dos cuando vi esos ojos verdes que tanto me gustaban, ahora inyectados de sangre. No Jonathan, no. Me arrastro a la habitación y me puso la cadena otra vez, levanto a su compañero por el hombro y lo saco de la habitación. Me derrumbe por completo, aquellos ojos verdes ahora pertenecían a la peor de mis pesadillas, esa pequeña niña atormentaba mi mente, es tan joven para sufrir algo tan atroz.
-maldito, eres un maldito Jonathan-dije entre lágrimas con toda la ira que pude-ojala te pudras en el infierno.
-¿te gusto mi sorpresa preciosa?-dijo el hombre, pero no era Jonathan-me pareció adecuado invitar a tu novio a la diversión, ¿Qué opinas?
-ese engendro no es ni será jamás importante en mi vida-mi corazón iba a mil y tenía unas incontrolables ganas de matar a Jonathan, la ira me estaba desquiciando por completo.
El hombre comenzó a reír a carcajadas, y luego todo se apagó y la risa fue disminuyendo lentamente hasta que quede en el ya conocido silencio de la noche. Estaba segura de que esa noche no podría conciliar el sueño, tenía demasiadas cosas en que pensar, mi cabeza parecía que fuera a estallar y mis manos estaban tan apretadas que me dolían.
-nooooo-grite con más fuerza de la que creí tener.
Comencé a pegarle con los puños a la pared, trata de correr y caí al suelo, me levante y lo volví a hacer, tenía que salir de aquí, no podría estar ni un segundo más aquí, tenía que salvar a aquella inocente niña de una muerte lenta y dolorosa, no pare de gritar hasta que quede tirada en el suelo sin fuerzas.
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Enamorada del error
Teen FictionMi nombre es Marie Cooper tengo 16 años y vivo en uno de los lugares más lluviosos de Estados Unidos, Forks, era un pueblito desconocido y lleno de bosques y leyendas que podían ser tan ciertas como que la tierra es redonda. Mi vida es extremadament...