Estoy en casa, si en mi casa, pero no es como la recordaba, esta todo oscuro y hay un enorme silencio, comienzo a caminar hacia la cocina y siento un olor extraño, me asomo a la sala y encuentro a mis padres y mi hermano tirados en el suelo, en mi cabeza esta aquella voz que tanto me hace sufrir, y es allí cuando la recuerdo, recuerdo aquel verano en la cabaña del lago. Y despierto súbitamente, imágenes comienzan a llenar mi cabeza como un huracán y sin piedad.
Flash Back
Caminaba distraída por la orilla del lago, a lo lejos el sol se comenzaba a alzar con tanto brillo que me segaba, una brisa mañanera me hacía temblar levemente, mis cabellos se movían al son del viento y mis pies descalzos se hundían en la tierra húmeda, nunca en mis doce años me había atrevido a entrar a aquellas aguas celestes y frías, me terror al agua no era sencillo de superar, me habían intentado enseñar a nadar pero nunca lo habría logrado. El primer día casi me ahogo y tuvieron que llevarme al hospital, mis padres decidieron no insistir y dejar mi temor al agua en segundo plano. Pero nunca me había gustado la idea de no superarme, de estancarme y no avanzar. Estaba decidida a intentarlo, a dejarme llevar por ese arranque de adrenalina que me recorría las venas, camine hacia el muelle, la madera húmeda me causaba escalofríos que me iban de la cabeza a los pies. Me detuvo en el final del muelle, observaba detenidamente las pequeñas olas que se formaban en el agua invitándome a entrar para después dejarme abrazar por ellas, tomo aire, flexiono mis rodillas y me lanzo de clavado, siento el agua colarse por todos lados, me siento más liviana, veo gotas subir a la superficie pero yo no lo hago, miro a todos lados y comienzo a mover brazos y piernas tratando de subir a la superficie pero nada pasa, es como si estuviera atada por una cadena al fondo, mis pulmones comienzan a arder, mis uñas se tornan moradas. Mi vista se llena de manchas negras y me doy por vencida.
-¿MAR?-dice James, y lo veo parado en el muelle.
Comienzo a moverme tratando de agitar el agua para que me vea y lo consigo, veo como se lanza al lago y me sujeta por la cintura sacándome del agua, su camisa se mojada se pega a su cuerpo dejando a la vista sus cuadritos, su cabello gotea en su cara y el sol hace brillar sus ojos café. Mi vista se vuelve a nublar y el desaparece.
-hermosa despierta, por favor vuelve conmigo-me habla un ángel desde el cielo.
Comienzo a abrir mis ojos y enfoco mejor aquel rostro, es James, el mejor amigo de mi hermano y aunque es unos años mayor que yo, siempre ha estado enamorado de mí y a tratado de convencerme de salir con él en varias ocasiones pero siempre me niego.
-oh hermosa, no sabes cuánto me asustaste, pensé que te perdería
Fin de Flash Back
James
¿Cómo podía ser posible?
¿Después de 5 años?
La última vez que lo vi fue en esa casa, ese verano. Luego él y mi hermano se pelearon por no sé qué razones, sé que estuvo en el reformatorio por drogas e intento de violación, pero ¿por qué me hacía esto a mí?, está bien había peleado con mi hermano y yo lo había rechazado incontables veces, pero era una niña y el un adolescente, además siempre lo había visto como un hermano. No podía creer que el fuera capaz, pero estaba totalmente segura de que era el, no podía ser más nadie.
No me había dado cuenta que me había dormido hasta que escucho el cerrojo de la puerta y veo a Jonathan parado en el marco de la puerta, mi cara se contorsiona de ira y quito la mirada de inmediato, se acerca a mí y me pide que extienda las manos, niego con la cabeza y me alejo de él. Se queda parado por un instante y luego sale. Por la puerta pequeña introduce un plato de comida con el vaso de agua y algo blanco, nunca me han dejado tener más nada que agua y pan, pero hoy han dejado un emparedado, el vaso de agua y esa cosa blanca que no distingo, me acerco arrastrándome por el suelo y la tomo en mis manos, es una rosa, sus pétalos bañados con el roció de la llovizna, su olor suave y delicado, me inunda, la pongo en mi pierna y la admiro, ¿porque me habrá dado aquella rosa?, en ese momento escucho los altavoces.
-Marie, tengo que hablar contigo y si esta es la única manera de que me escuches, lo hare-era Jonathan y no sé qué hacía usando los altavoces-él no está aquí, se ha ido para poder mantener su imagen de ciudadano común, te ayudare, te voy a ayudar a escapar, te prometo que te sacare de aquí, pero debes perdonarme.
No conteste ninguna palabra, prefería quedarme aquí encerrada antes que rogarle que me ayudara a él.
-aquella niña que viste encerrada, no la secuestre-dijo con voz débil, casi en lágrimas-es mi hermana, y ese maldito la tiene encerrada, me obligo a ayudarlo, tiene una bomba atada a su muñeca y otra en mi tobillo, si trato de liberarla o de ir por ayuda, ambos morimos, debes comprenderme, él la matara si no hago esto.
-no te creo nada.
-no te estoy mintiendo Marie, amo a mi hermana y no la quiero ver sufrir-dice con voz apagada-el día que trataste de huir él le pego a mi hermana para castigarme a mí por no haberte golpeado más fuerte, le pego con una soga en las palmas de las manos y la espalda, fue horrible y yo no pude hacer nada porque me tenía encerrado-fue allí cuando comenzó a llorar y le creí-no pude hacer nada para ayudarla, ella gritaba y lloraba y yo no pude hacer nada.
-Jonathan...
-te entenderé si me odias pero por favor déjame ayudarte, déjame liberarte y ayúdame a liberar a mi hermana.
-¿Cómo se llama?
-Julie Marian, pero yo la llamo pulga por su tamaño-rio nervioso
-ven
Un silencio me lleno de nuevo por unos instantes y luego escucho los pasos apresurados de Jonathan, abre la puerta y esta tan demacrado y cansado que parece no poder estar de pie, le indico con la mano que se acerque y se siente junto a mí, él se sienta torpemente y me mira expectante, tomo su mano y la vuelvo entre las mías, recuesto mi cabeza en su hombro y el comienza a relajar su respiración, tomo la rosa y abro su mano, la coloco en ella y él la mira sin entender el mensaje.
-te ayudare
-gracias-me rodea con fuerza y yo tardo en responder su abrazo
Rodeo su abdomen con mis brazos y toco su espalda suavemente tratando de consolarlo, lentamente su respiración se vuelve más pesada y al mirarlo a la cara se ha quedado dormido, lo recuesto en el colchón y sus pies quedan por fuera, me siento a mirarlo dormir. Me recuesto a su lado y me quedo dormida.
Despierto con el brazo de Jonathan sujetándome por la cintura, la verdad es una escena muy extraño viendo en la situación en la que nos encontramos, me doy la vuelta quedando de cara con él. Comienza a abrir sus ojos lentamente y al verme sonríe un poco.
-es raro poder despertar junto a una chica estando secuestrado y a punto de morir-rio por su humor.
-¿Cuándo volverá?
-mañana en la mañana, hoy es domingo y el siempre sale los domingos muy temprano y vuelve los lunes al medio día.
-¿hoy es domingo?
-sí, llevas cinco días aquí
No podía creer que llevara tanto tiempo encerrada, para mi había parecido dos días a lo mucho. Después de unas horas planeando una estrategia lo suficientemente buena para escapar, Jonathan se fue. Me acerque a comer el emparedado y tomar agua, mi cabeza estaba llena de todo tipo de pensamientos, desde dolor y tristeza hasta odio y rencor. No sabía que debía hacer, no sabía cómo actuar y lo peor de todo era que no lo podía hacer por más que lo intentara siempre seria simplemente en vano, pero me había dicho que no me rendiría por nada, que no me dejaría vencer y no dejaría que james obtuviera lo que fuera que quisiera, eso no pasaría jamas.
9u
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Enamorada del error
Teen FictionMi nombre es Marie Cooper tengo 16 años y vivo en uno de los lugares más lluviosos de Estados Unidos, Forks, era un pueblito desconocido y lleno de bosques y leyendas que podían ser tan ciertas como que la tierra es redonda. Mi vida es extremadament...