Amor Enredado :El Precio De La Belleza( Rebeca Zenteno)

Capitulo 17

Anónimo

La fiesta ya estaba bien empezada para cuando llegué. Le tendí mis llaves al aparcacoches, quien debía pensar que yo no podía ver su mueca mientras se sentaba en el asiento del conductor. Pero no me importaba porque sabía que yo sería el que se estaría divirtiendo dentro mientras él pasaba el resto de la velada aparcando coches - unos que nunca podría poseer. No sólo eso, sino que yo me marcharía esta noche con la chica más hermosa de la fiesta. Mi polla ya estaba palpitando mientras fantaseaba con todas las gloriosas cosas que haríamos juntos una vez que ella estuviera en mi cama. (Eso sí no se te gana Laurenzo)
No más esperas.
Con media erección, entré en la casa y me colé entre la multitud. Mientras escaneaba los cuerpos de la gente, me impresionó bastante el resultado. Aunque los Jauregui eran mayores, la mayoría de los invitados parecían estar en la veintena y treintena. Muchos eran incluso famosos.
"Oh, perdone," le dije a una alta mujer rubia con el pelo corto y en punta cuando mi mano le rozó su bonito culito."

"Cuando se giró para mirarme, obviamente creyó que era un accidente y me dedicó una de sus famosas sonrisas. "No hay problema," dijo en una voz ronca y familiar.
Pensé en su última película y en la escena en la que estaba desnuda, en la cama. Aunque era bastante bonita, no podía hacerle sombra a mi hermosa y sexy Camila.
Pensando en Camila, rápidamente busqué entre la multitud a mi encantadora diosa, pero ella no estaba por ninguna parte. Mientras me abría camino entre los muchos invitados, me di cuenta que la mayoría estaba bebiendo alcohol o disfrutando abiertamente de otras formas de parafernalia para animarse. Un joven músico me miró con horror mientras intentaba limpiarse un rastro de polvo blanco de su nariz. Yo fingí no darme cuenta y continué moviéndome.
"Oh, ahí está," sonrió Clara, alejándose de un grupo de mujeres mayores en el gran comedor formal. "Estaba preocupada por usted."

"Lo siento muchísimo," dijo. "El tráfico era terrible. Hubo algún tipo de accidente y me ha llevado más tiempo del anticipado llegar."
Clara asintió. "Bien, me alegra que haya conseguido volver. Déjeme que le presente a todas mis amigas." Entonces tiró de mí hacia su grupo de amigas y sonrió. "Señoras, dejad que os presente al Pastor Richie."

***

Camila

Shawn y yo terminamos jugando a las cartas en mi habitación y bebiendo un poco más de vino del que originalmente habíamos planeado. Para cuando fueron las ocho y media, ambos nos sentíamos ligeramente mareados.
Me ofreció su brazo para que lo tomara. "¿Preparada, hermosa princesa?" me preguntó con una sonrisa torcida.
"Sí, hermosa reina," dije, intentando no caerme de los altos tacones.
Lanzó la cabeza hacia atrás y se rió. "Oh, vamos a estar descontrolados esta noche. Puedo ver que esto va a ser divertido."
Puse mi mano sobre su brazo y le lancé una mirada seria. "Simplemente recuerda quedarte conmigo todo el tiempo," dije. "No te vayas a ir detrás de chicos guapos y me dejes sola."
"Lo intentaré, pero si llego a un punto de ruptura te lo haré saber."
"Mejor compórtate o tus padres se darán cuenta. No puedes permitirte perder ese dinero extra, especialmente ahora."
Suspiró. "Muy cierto. Bueno, vamos a disfrutar de la fiesta y a animar las cosas."

***

Lauren

"¿Entonces de verdad te vas a casar, you're really getting married?" preguntó Lucy haciendo pucheros. Lucy era una bonita castaña con la que había salido algunas veces cuando tenía veintipocos años. -para ser más clara es mi mejor amiga-
"Ah, sí," dije, intentando salir de la esquina en la que me había arrinconado. Gracias a Dios Keana estaba demasiado ocupada codeándose con algunos de los productores que Mike había invitado en otra parte de la casa. Ella estaba obviamente intentando introducirse en las películas.
"Qué mal," sonrió, acariciándome el brazo con una larga uña roja. "Estoy tan jodidamente cachonda esta noche, y mi marido está fuera de la ciudad."
"Bueno, estoy seguro de que hay muchos hombres disponibles aquí que..."
Fue entonces cuando la vi bajando la escalera.
Camila.
Jesús.
Era una visión de belleza en un vestido rojo que abrazaba cada curva de su voluptuoso cuerpo. Con cada paso que daba, un destello de muslo se asomaba por la hendidura de su vestido, haciendo que me costara trabajo respirar mientras imaginaba mi mano sobre esa pálida piel. Cuando sus brillantes ojos cafés finalmente se encontraron con los míos, ella sonrió y las demás personas en la habitación dejaron de existir.
"¿Lauren?" dijo Lucy.
Me aclaré la garganta. "Perdóname," respondí, alejándome.
"Hola, Lauren," dijo Shawn mientras me reunía con él al pie de la escalera. "Bonita fiesta, ¿eh?"

"Definitivamente," dije, aún mirando a Camila fijamente a los ojos. "Magnífica. Mejor de lo que podría haberme imaginado."
Las mejillas de Camila se tiñeron de rosa y ella bajó las pestañas.
"¿Y dónde está esa arpía tuya?" preguntó Shawn.
Fue toda una proeza no mirar abiertamente el escote de Camila. Me giré hacia mi hermano. "¿Keana? Está por ahí."
"Maravilloso," replicó secamente. "Estoy sediento. Camila, ¿te gustaría otra copa de vino?"
"No, estoy bien ahora mismo," dijo.
"Aguafiestas," dijo, dedicándole una mirada de pucheros. "¿Estás segura?"
"Prefiero que no," dijo ella. "Ya sabes como me pongo cuando bebo un poco de más."
Levanté una ceja. "¿Y cómo te pones, Camila?"
Ella sonrió. "¿Te gustaría saberlo?"

"Te diré como se pone - provocadora, ruidosa, y deshinibida," dijo Shawn, una pequeña sonrisa jugueteando en sus labios.
"En ese caso," dije. "Encuéntranos un par de botellas."
Ella sacudió la cabeza y se rió.
"Escucha, ahora mismo vuelvo. Traeré una cubitera para el vino, por si acaso cambias de opinión," dijo Shawn, dejando a Camila a solas conmigo.
"Bueno," dijo ella. "Le dije que no me abandonara y lo acaba de hacer."
"No te preocupes, Camz," dije, resistiendo el deseo de cogerla en brazos y llevarla hasta mi habitación. "Estás en buenas manos conmigo."
Ella abrió la boca para decir algo, pero luego cambió de idea.
"¿Qué?" pregunté tomando un sorbo de cerveza.
"Nada," dijo ella, sacudiendo la cabeza, aunque el brillo de sus ojos me decía todo lo contrario.
Mis ojos se deslizaron hacia su pierna, que se asomaba a través de la hendidura una vez más. Pensé en esas dos piernas alrededor de mi cintura y tomé otro trago de cerveza."

"Bonito vestido, por cierto," dije, mi voz sonando ligeramente ronca.
"Gracias."
"Shawn debería tenerte bien vigilada con ese vestido, o alguien se verá tentado de lanzarte sobre el hombro y dirigirse hacia la cueva más próxima."
Ella se rió. "¿Eso crees?"
Sonreí descaradamente. "¿Estás de broma? ¿Una mujer como tú en un vestido como ése?"
Ella me dio un empujón juguetón. "Eres terrible."
"Eso es algo que nunca me habían llamado."
Sus ojos me recorrieron rápidamente el cuerpo y luego ella se sonrojó. "¿Y dónde están tus padres?" preguntó ella, cambiando de tema.
Me encogí de hombros. "Están por ahí. Mike estará probablemente en algún rincón oscuro, manoseando a alguna joven estrella, y mamá... bueno... ella probablemente esté en la cocina cotilleando con sus amigas."
Ella se frotó el ojo y pestañeó. "Maldita sea."
"¿Qué?"

"Yo, um... Tengo que ir al servicio. Sabía que esto iba a ocurrir cuando empezara a beber."
Me erguí con toda mi altura. "¿Quieres que vaya contigo?"
Ella se rió. "No, creo que sé donde está el más cercano ya."
Asentí. "Vale. Estaré esperando justo aquí con Shawn cuando tú regreses."
"Gracias."
Vi como se alejaba, sus caderas perfectamente redondeadas se balanceaban mientras se iba. Me tomé otro trago de mi cerveza."

( a no ser que la siga.... quién sabe todo puede pasar byeee) prepárense para el capítulo que viene ...