Amor Enredado :El Precio De La Belleza( Rebeca Zenteno)

Capitulo 20

Camila

"Lauren y yo regresamos a la fiesta, que se había trasladado fuera para la ceremonia de Clara y Mike.
"¿Dónde has estado?" preguntó Shawn, de pie junto a la sauna, bebiendo de una cubitera. No parecía para nada molesto por que hubiera desaparecido durante tanto tiempo. Cuando vi el bonito grupo de hombres jóvenes con los que estaba, comprendí por qué.
"Lo siento. Tenía que usar el baño," dije.
"Princesa Charcos, debería haberlo supuesto," bromeó. "Me bebí tu vino, por cierto. Se estaba calentando. -(Más bien me estaba calentando de ver tanto Plátano)-Lo siento, corazón."
"No hay problema," respondí. Había bebido suficiente por esa noche.
"Supongo que mejor voy a buscar a Keana," musitó Lauren, sus ojos escaneando la multitud de gente. La mayoría estaba o bien de pie alrededor de la piscina o sentados a las mesas, bebiendo y socializando. Otros estaban jugando a los dados o a las cartas.
"Mira en la casa," dijo Shawn con una extraña sonrisa en la cara. "Ella estaba allí con Brad Simpson, hablando de su próxima 'carrera artística'."
Lauren puso los ojos en blanco. "Vale, gracias."
"Te veo más tarde," dije."

"Se giró hacia mí y sus labios se curvaron en una sonrisa secreta. "Me gustaría continuar esa conversación que tuvimos antes."
"A mí también me gustaría eso," dije, sintiendo calor en las mejillas.
"Bien. Estoy segura que podemos tratar el tema más en profundidad esta vez."
No me fiaba de mí misma como para contestar, así que simplemente asentí y luego vi como se retiraba de vuelta a la casa, y ya le echaba de menos.
"Mile, hay alguien que me gustaría presentarte," dijo Shawn, girándose hacia un alto y guapo hombre que me sonaba familiar. "Éste es el actor del que te hablé."
Ah... el actor que se había llevado su virginidad.
"Oh, obviamente te he reconocido," dije, estrechándole la mano. "Me encantó tu última película, cuando eras ese agente doble."
El actor sonrió y sus dientes eran tan blancos que brillaban. "Gracias. ¿Eres actriz?"
Sacudí la cabeza. "No."
"Ella es mi chica," dijo Shawn, colocando su brazo alrededor de mi cintura."

"El actor me miró fijamente, apreciativamente. "Ahora eso es interesante. ¿Quizás vosotros dos querríais venir conmigo a tomar una copa en mi yate más tarde?"
La mirada en sus ojos me dijo que quería que nos reuniéramos con él para algo más que una simple copa.
"No creo que..." tartamudeé.
"Ella no va a poder," interrumpió Shawn. "Pero yo me apunto."
"Excelente," dijo terminándose su copa. "Hablaremos más sobre ello después de la supuesta boda."
Una vez que se hubo marchado, Shawn me acercó más a él para susurrarme en el oído. "¿Has visto lo sexy que es? Oh, dios mio, quiero follarle hasta reventar."
Solté una risita. "Probablemente tengas la oportunidad en su yate."
Suspiró. "Quizás. Casi me hace sentir raro que nos quisiera a los dos, sin embargo. Obviamente, era para algo más que una simple copa."
"Sé lo que quieres decir."
"Oh, que le den," se rió Shawn. "Me lo tiraré. He estado fantaseando con una reunión con ese tío durante años."

"Me aclaré la garganta. "Hablando de eso, Shawn, realmente tenemos que hablar." Yo quería contarle lo del fideicomiso para que pudiera relajarse sobre eso.
Sus ojos se abrieron de asombro. "Oh, vaya, vaya, vaya, suena a algo serio, pero tendrá que esperar. Veo a dos de las viejas amigas de mi madre viniendo hacia nosotros." Él se giró hacia ellas mientras se acercaban. "¡Arlette y Noemí "! Me alegra tanto que hayáis venido."
Shawn se quedó conmigo y nos mezclamos con los demás invitados. Mientras la multitud se volvía más ruidosa y alocada, empecé a preguntarme por qué tardaba tanto la ceremonia. Se estaba haciendo tarde y yo no había visto ni a Mike ni a Clara por ahí últimamente.
"Pensé que tus padres se iban a volver a casar pronto," le dije a Shawn.
Miró el reloj y frunció el ceño. "Hmm... se hace tarde. Vayamos a ver que pasa con los dos tortolitos."
Le seguí a través del patio y de vuelta a la casa.
"George, ¿has visto a mis padres?" preguntó Shawn mientras el mayordomo salía de la cocina."

"Se limpió la frente con un pañuelo. "No, lo siento, señor, he estado en la cocina intentando averiguar lo que le pasa a las tuberías. Algunas están goteando."
"Oh. Bien. Se lo haré saber a madre si la encontramos. ¿Has llamado a un profesional?" preguntó Shawn.
George suspiró. "Es tarde. Sólo vamos a tener que vivir con ello hasta por la mañana."
"Oh, vaya mierda. Quizás deberías tomarte una copa o algo, George," dijo Shawn. "Relájate un rato."
"Como si fuera tan fácil," dijo George con una expresión de dolor mientras se alejaba.
"¿Deberíamos comprobar si Clara ya está lista?" dije. Sabía que si fuera yo, probablemente estaría preparándome antes del evento.
"Buena idea," dijo.
Subimos las escaleras hasta la habitación de sus padres y llamamos a la puerta, pero había silencio y nadie respondió. Shawn abrió la puerta y echó una mirada dentro. "¡Hola! ¿Hay alguien vivo ahí dentro?" Cuando Clara no respondió, se giró hacia mí. "Podrían estar en la oficina de Mike. También se va por aquí."

"Le seguí dentro y miré con apreciación el espacioso dormitorio de Mike y Clara. Parecía más grande que mi apartamento, con su chimenea, su enorme armario vestidor, y su hueco de lectura que miraba al océano. Cuando llegamos a la puerta al otro lado de la habitación, se detuvo bruscamente. "¿Oyes eso?" susurró.
Por los gruñidos y gemidos al otro lado de la puerta, sonaba como si alguien estuviera practicando sexo.
"Salgamos de aquí," susurró, tirándome del brazo. "Vaya, yo creía que la luna de miel tenía lugar después de la boda," se rió Shawn.
"Supongo que no la segunda vez," dije, sorprendida de que sus padres estuvieran teniendo sexo.
"Maldita sea," dijo, mirándose la camisa. "Debo haberme derramado vino antes. ¿Por qué no me lo has dicho?" dijo con un puchero.
Miré fijamente las pequeñas motas en rojo claro. "Lo siento, no me di cuenta."
"Voy a ir a mi habitación a cambiarme rápidamente. ¿Por qué no me esperas abajo?"
Asentí."

"Aún mejor," dijo. "La biblioteca. Espérame allí y nos haremos un par de cócteles. Mi padre guarda la bebida cara allí."
"Claro," dije.
Él sonrió. "Simplemente manténte alejada del lado norte de la biblioteca. Él guarda su porno en ese lado."
Me estremecí. "Es bueno saberlo."
"En serio, tiene allí algunas cosas realmente obscenas," dijo, caminando escaleras arriba.
Eso no me sorprende, pensé, mientras bajaba la escalera hacia la biblioteca. Abrí la puerta y entré.
"¿Tu madre nunca te enseñó a llamar antes de entrar?" saltó Keana, de pie junto a un sofá, poniéndose un par de zapatos negros de tacón.
"Oh, lo siento," dije, dando un paso atrás. "No me di cuenta que hubiera alguien aquí."

"Está bien," dijo poniéndose derecha. Su pelo estaba ligeramente despeinado y sus labios hinchados. "De todos modos, ya hemos terminado."
Levanté las cejas. "¿Terminado?"
"No preguntes," dijo con una sonrisa malvada. Caminó hacia una puerta en el otro lado de la habitación y llamó. "Mejor ponte otra vez los pantalones, Lauren," dijo en voz alta. "Tenemos compañía."
Me sentí como si alguien me hubiera dado una patada en el estomago . Me había dejado sólo para tener sexo con Keana.
"Lo siento, me voy a marchar," dije, moviéndome hacia la puerta.
"À bientôt!" dijo Keana.
¿Qué esperabas? pensé. Keana es su prometida. Ella es bella, exitosa, y rica. Ella sólo te estaba usando para un polvo rápido. Nada más.
De tal palo, tal astilla."

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Chao Besistos cuídense