Capitulo 6: "Rosa marchita"

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-Tu la amabas...
-Como a ninguna flor...

Wilted se levantó.

-Debes querer matarme ¿No es así? Soy el producto de él y ella... La razón por la que ella te dejó.

Rose la miró con ojos preocupados ¿Que estaba diciendo?, ¿acaso no escucho nada? 

-Wilted, ¿de qué demonios hablas? Tú eres todo lo que me queda.
-¿Qué? 
-Ven, siéntate aquí. Tengo que darte algo importante, realmente significa mucho y es lo mas preciado que tengo en mi larga vida de flor.

Wilted se sentó junto a Rose, las separaba la fogata. Ambos rostros iluminados se miraban fijamente, como si ya se conocieran. Rose no dejaba de mirarla, mientras que la princesa la miraba inquieta esperando a que borrara esa expresión que probablemente quería decirle algo vergonzoso, pero no escupía ni una sola palabra.

-Um... ¿Rose?
-Oh, si. Lo siento, um... Quiero que le tomes la seriedad que tiene ¿Si? 

Rose abrió su bolso y sacaba algo con delicadeza.

Era una esfera que mantenía una margarita intacta dentro, flotaba sobre sus manos y emitía luz. Ambos rostros se iluminaron al verla.

-Es una de las flores de su corona, Margarita Flower. La flor de tu madre era sencilla y pura, demasiado hermosa incluso para ser una flor. Tu misión es llevarla al Reino de las Cuerdas, eso abrirá un portal a lo que quiera tu corazón. No sé como funciona exactamente la apertura del portal, que tienes que hacer con la margarita, no tengo idea. Pero creo que encontraras lo que necesitas allí. 
-Woah, Rose... yo, no sé que decir. Me refiero a que, desde que llegue aquí todos quieren que me quede y sea su princesa y me haga responsable de todo su mundo. No estoy diciendo que no me importe, pero... ¡Soy una humana de 17 años! no entiendo nada de esto y de verdad me hace sentir bien que alguien aquí se preocupe por lo que yo quiero. Muchas gracias Rose, de verdad. Significa mucho para mi, nunca me había sentido tan escuchada. Mamá se equivoco al  dejarte ir...

Desde las sombras se escuchaban murmullos.

-Felix, ¿de qué tanto hablan ustedes dos? -dijo con voz de disgusto la princesa.
-LO MISMO ME PREGUNTO YO, LLEVAN HORAS HABLANDO. QUIERO DORMIR POR EL AMOR AL POLEN.
-¿Y ese perdedor es amigo tuyo?
-Nah, me esta siguiendo.
-¿Disculpa? 
-Woah, tranquilo florecilla de la pradera, nadie va a pelear contigo. -Se burló Rose.
-Si Felix, relájate un poco.

La florecilla de la pradera estaba ardiendo en furia, parecía un tomate pecoso que daba más risa que miedo. 

-Bien, pueden seguir divirtiéndose, creo que dejare de seguirte. Suerte o lo que sea, no dejes que Pacofa se muera de hambre, ya sabes, tiendes a ser egoísta algunas veces. 

Tomó su mochila y comenzó a caminar fuera del callejón, muy tranquilo por fuera, 

desmoronándose por dentro.

-¡Oh, vamos Felix no te pongas así!
-Hey, no creo que sea bueno que salgas solo a esta hora.
-Creo que tendré que seguirlo, algo malo puede le puede pasar, es hora de que me vaya. 
-¿Qué? ¿De verdad te vas a ir tan pronto porque al niñito le dio una rabieta? Vamos Wilted, olvídate de él, solo va a retrasarte ¡tú misma lo dijiste! "me esta siguiendo".
-Oye, escucha. Sé lo que dije, pero estaba bromeando,  Felix es mi amigo a pesar de que es un tonto y llora mucho. No puedo dejar que lo maten unas rosas allá afuera, su madre me dijo que lo cuidara y ese chico tiene escrito en todas partes "Matame por favor, maldita sea", así que lo siento mucho Rose pero voy a salir de aquí sea como sea.

Wilted se levantó, tomó a Pacofa de la mano y recogió la manta que Felix dejó en el suelo y partió.

Felix caminaba entre el humo y las ramas espinozas, su cuerpo se tambaleaba y se sentía pesado, le costaba avanzar.

-¡Felix! -exclamaron desde lejos

Sus ojos se humedecieron, pero no volteó a responder a su llamado, ni tampoco dejó caer ni una sola lagrima.

Llegando a la salida del horrible e inmundo reino, Felix es tomado por sorpresa, acorralado entre los guardias del lugar, que realizaban la ejecución a aquellos Florianos que ingresaban al Reino de las Rosas.

-Que tenemos aquí... ¿No es una de estas flores lloronas engreidas? -Dijo uno de ellos, empujando al torpe y tembloroso cabeza anaranjada.
-¡Hey!  Dejenme, ¡Djenme en paz!

Exclamaba y jadeaba, mientras hacia intentos cansados por escapar, caía y era golpeado, espinas se enterraban en su espalda, mientras se preguntaba:

¿Hasta cuándo voy a seguir siendo tan patético? 

Y lagrimas rodaban por sus moreteadas mejillas, esperando con ansias el momento en el que dejara de respirar.

Algo lo tomo con fuerza, lo despertó.

-...¿Princesa Rose?

La escena, cubierta de rojo y dolor, produjo un grito seco y agudo en el ambiente.

-¡Rose! -gritó Wilted con dolor angustioso, llevándose las manos a la boca, tratando de no seguir gritando.

Rose cae de rodillas, una espada atraviesa su cuerpo, entre ambas costillas.

-Esta perra siempre estuvo... ¡VIVA! -la rosa que tenia a Felix inconciente, ahora pateó la cabeza de Rose contra el suelo, dejándola tumbada, en cuenta regresiva.

Rose esta el suelo.

-¡Ya dejenla, miren lo que le han hecho! -Wilted iba decidida a acabar con esos guardias, pero fue interrumpida por Rose, quien poco a poco se iba envolviendo en tallos espinosos.
-Wilted... Esta bien. Voy a estar bien, lo hice por él, es tu amigo ¿No? 

Pero mientras Rose hablaba con Wilted, esta hizo una pausa para mirar a Felix. Cuando este ya le havia de vuelto la mirada, Rose hizo brotar unos tallos espinosos entre su brazo.

Se contraían dejando feas heridas y un dolor horrible.

-El es tu amigo, protegelo. Me gustó conocerte Wilted,

eres mi esperanza.

Rose esta muerta.

Los tallos se marchitaron. Wilted, Pacofa y Felix huyeron del lugar.

El Reino de las Flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora