-Nos vemos luego, preciosa.- Me susurró en voz baja y algo raspada como él solía tenerla y le sonreí con mi bolso colgado. Hoy volvía a la universidad. Hoy volvía a ver a Adam y a Elle, hoy era el día.
Me alejé despidiéndome con la mano y subí todos los escalones algo rápido porque esa mañana no nos acompañaba mucho en cuanto a tiempo respecta. Fue cuando llegué arriba que me giré y le ví aún parado con la moto que tuve que alzar la mano y despedirme. Se quedó para comprobar que entraba y cuando lo hice escuché el motor de su moto que hizo que todo el mundo que se encontraba ya en el pasillo principal se girara en dirección a la puerta, yo pasé desapercibida.
Mirando a todos lados buscando algo perdida la clase que me tocaba miré justo el sitio en dónde ocurrió la pelea de Adam, y justo el sitio donde sus botas negras se dejaban caer en las taquillas de secundaria formándose así una pequeña sonrisa en mis labios al recordar el miedo y respeto que le tenía, también recordé que él si que acudía a la universidad cuando yo también lo hacía, pero que por algún motivo que yo desconocía ese día tampoco lo había hecho, como los anteriores.
Me giré al escuchar mi nombre y ví a Elle acercarse a mí prácticamente corriendo. Noté el corazón en mi boca, creía que había pasado algo hasta que se le formó una pequeña sonrisa irónica y sí, efectivamente había pasado algo, esta vez se trataba de nosotras.
-¿Qué te pasa?- Me miró desconcertada negando sin borrar esa sonrisa que tanto odiaba de sus labios. Abrí mi boca para hablar justo cuando volvió a saltar. -¿Qué te pasa conmigo?- Me soltó de golpe a lo que yo sólo miré hacia abajo y negué para decirle que no me pasaba nada hasta que veo como aprieta sus puños frunciendo mi ceño.- ¿Por qué no me has llamado? Siquiera te has dignado a dirigirme un mensaje o cualquier otra cosa, ¿Qué crees que yo estaré aquí siempre?- Me dijo con un tono de voz frío y monótono y me cansé apretando mi mandíbula y mirando hacia arriba porque ella era más alta que yo.
-No tienes ni idea de nada.
-¡Porque tú siquiera me has llamado!- Saltó de repente y yo, harta de contenerme, lo solté todo.
-¿Y tú? ¿Acaso tú has estado cuando mi padre casi me mata a puñetazos en la escalera de mi casa? ¿Acaso tú has estado alguna vez cuando te contaba todo eso?- exclamé- ¡Tu solo te has dedicado a beber como si no hubiera un mañana todas las noches que yo te llamaba llorando no me jodas!- Le dije al fin respirando agitada y cuando ví que su cara había cambiado drasticamente sonreí irónica y orgullosa porque al fin y al cabo eso es lo que quería.- Siquiera te molestaste en llamarme tú a mí, ¿no? siquiera sabes la paliza que me dió mi padre el sábado por la noche y que Louis tuvo que ir a casa a por mí y ahora estoy viviendo en la suya, eso tampoco lo sabes.- Le digo con una sonrisa irónica cuando escucho una tercera voz en esta tensa e incómoda conversación.
-¿Pero que cojones..? ¿¡Qué haces tú en casa de Tomlinson?!- Gritó un desesperado y desquiciado Adam detrás de mí y yo me giré y abrí mis brazos. Genial.
-No tengo otro sitio a dónde ir, ni ahora, ni en el momento en el que casi muero a golpes. -Sonreí igual de irónicamente aún reprochandoles que ellos tampoco estuvieron.
-Tomlinson es peligroso.- Musitó Adam y yo apreté mis puños.
-No le conoces.- Le recordé. ¿Le estaba defendiendo? Le estaba defendiendo.
-Le conozco más de lo que tú te piensas, Abbigail. -Dijo mi nombre completo y noté la sangre hervir en mis mejillas.
-Ha sido el único que ha estado para mí, ¿Sabes? Así que no creo que sea taaaaan peligroso como dices.- Le dije riendo irónicamente y suspiro.- Llego tarde a clase.
ESTÁS LEYENDO
broken. » l.t
Fanfic-Estábamos rotos; él me cambió a mí yo... yo no sé que hice con él. "Quiero que te alejes de mi Abbigail." Copyright®