Desperté hasta la mañana siguiente y lo peor de todo fue que no recordaba como había llegado hasta mi cama, las escenas de la noche anterior no eran claras en mi memoria, fui con el doctor pero solo me mandó a hacer más estudios, los cuales revelaron después de unos días que mi condición estaba empeorando. Tenía que ir casi diario al hospital, incluso me internaron de nuevo, estuve tres días en observación y no había mejoría.
En mi casa todo iba bien, pero cada vez me sentía más excluida, mi padre solo estaba dos o tres horas al día y no hablaba con nadie, mis hermanos mayores solo hablaban con mamá para hacerla enojar y luego ella era muy dura conmigo, ¿esto era lo que Piero y mi hermano me querían evitar?
Una mañana desperté y vi en mi celular un mensaje de Piero, él y Alison pasarían por mí a medio día. Me había encariñado muchísimo con Piero, era un gran amigo y una hermosa persona, nunca me dejó sola y siempre que podía me llevaba de paseo con los demás chicos, eso tal vez no ayudaba a mi memoria pero sí despejaba mi mente del caos en mi familia.
Antes de bajar a desayunar me di un baño y bajé con mi familia.
- ¿Cómo estás hermanita? - Dijo Rubén, estaban arreglando la mesa para el desayuno, mi padre no estaba por ningún lado, era de esperarse, mi madre se me acercó a mí con una gran sonrisa.
- Ven aquí, él desayuno está casi listo. - Dijo tomando mi brazo.
- ¿En dónde está papá? - Pregunté.
- Tuvo que salir muy temprano, ya sabes, por el trabajo. - Me llevó hasta una silla y mis hermanos tomaron asiento.
- Creo que no les he preguntado, ¿en qué trabajan?
- Hacemos negocios internacionales, pronto te mostraremos bien de que se trata. - Dijo, vi que mi hermano Martín tensaba la mandíbula y dejaba ruidosamente en su plato el tenedor con el que comía.
- ¿Qué pasa? - Dijo Sami.
- Nada pequeña, termina tu desayuno. - Ordenó mi mamá.El desayuno prosiguió normalmente, y con eso me refiero a que nadie decía una palabra y mis hermanos miraban muy enojados a mi madre de vez en cuando, no podía seguir con la duda, debía hablar con alguno de mis hermanos.
Esperé que terminaran su desayuno y que cada uno se fuera a su habitación, pero olvidé que había algo llamado escuela y empleos, ninguno tenía tiempo. Pensé en hablar con mi mamá, pero algo me decía que no era lo correcto.
Subí y fui a buscar mi teléfono, después de pensarlo mucho, llamé a Piero.
- ¿Ho..ola? - Dije nerviosa.
- ¿______? ¿Qué pasa cariño? - Preguntó un poco preocupado.
- Nada, todo está bien, - Dije rápidamente. - solo me preguntaba si puedes venir antes por mí.
- Claro que sí, en media hora estoy ahí. - Respondió dulcemente, nos despedimos y bajé otra vez, esperé pacientemente en la sala mientras revisaba mi celular, no me cansaba de ver las fotos que tenía, muchas eran con mis amigos y mis hermanos, muchas otras con Piero y una que otra era mía. De pronto mi mamá se sentó a mi lado.- Esa es una gran fotografía - Dijo.
- Sí, lo sé. - Sonreí.
- Hija ¿Eres feliz aquí? - Preguntó mirándome fijamente.
- Claro que sí. - Respondí dudosa. - Estoy con mi familia, no puedo pedir nada más.
- Me alegra escuchar eso, estar con la familia es muy importante. - Asentí. - Lo que te quiero decir es que... - Se detuvo.
- ¿Qué quieres decir?
- Nada, que a todos nos alegra tenerte aquí. - Siguió con una sonrisa sincera, diferente a todas las anteriores. Estuve a punto de decirle todas las dudas que tenía, pero el timbre comenzó a sonar, el rostro de mi madre volvió a ser el mismo serio y apagado de antes.
- Es Piero, le dije que viniera. - Dije tímidamente.
- Está bien, yo ahora tengo que salir. - Dijo rápidamente levantándose.Abrí la puerta y ahí estaba él, sonriendo como siempre, me ponía nerviosa cada vez que estaba con él, mi corazón debía saber algo que mi memoria no, estaba segura de que lo que había entre nosotros era muy grande, pero no sabía como dejarlo salir, me daba miedo hacerlo, pero al tenerlo cerca algo extraño pasaba dentro de mí.
Lo invité a pasar y unos minutos después mi mamá se fue. No sabía por donde empezar, qué tal si le decía lo de mi familia y él pensaba que estaba loca imaginando cosas que no eran.
- ¿Qué te pasa? - Dijo dulcemente, estábamos en el sillón, pero yo aún no decía nada, había mucho silencio y una desesperación inmensa dentro de mí.
- No lo sé. - Dije al fin. - No entiendo nada, mi familia es un desastre, solo hay gritos y todos parecen estar enojados, nadie quiere responder mis preguntas, no he tenido ningún avance y yo... solo quiero desaparecer. - Continué hablando muy rápido, pero sé que él me entendió, las lágrimas caían de mis ojos y él me miraba muy preocupado, se acercó más a mí y me abrazó, mi cabeza quedó en su pecho y con mis brazos lo abracé como pude. - Yo no quería provocar todo esto. - Dije.
- Mi amor, tú no has provocado esto. - "Mi amor" no me había llamado así desde que desperté, se escuchaba tan tierno.Él me siguió abrazando hasta que estuve más tranquila, me miró sosteniendo mi cara con sus suaves manos.
- Escúchame muy bien, aquí estoy, solo para ti, voy a responder todas tus preguntas y te voy a ayudar a mejorar, saldremos de ésta como de muchas otras ¿está bien? - Dijo con ternura, hablando muy suave y mirándome con un brillo en sus ojos que resaltaba aún más con sus anteojos, me tranquilizó con una sola mirada, sonrió y devolví la sonrisa, él se acercó un poco más, hasta que sentí muy cerca su respiración y cerré mis ojos involuntariamente, él seguía acercándose muy lento y de un momento a otro sentí sus suaves labios sobre mí, muy cerca de mis labios, se quedó ahí un momento, la sensación de tenerlo tan cerca era mágica, me llenaba de tranquilidad, de bienestar. Se separó de mí muy despacio, abrí mis ojos y él aún los tenía cerrados, no sé qué me pasó, pero me acerqué lentamente a él y sin dudarlo junté mis labios con los suyos, él no supo reaccionar, se quedó inmóvil igual que yo, solo eramos conscientes de lo que nuestros labios unidos nos hacían sentir, él comenzó a hacer suaves movimientos, una de sus manos sostenía mi barbilla dando suaves y tiernas caricias y la otra se entrelazaba con la mía. Después de unos momentos nos separamos, me miró a los ojos con una hermosa sonrisa.
- Lo siento, no sé besar. - Dije nerviosa.
- Ven aquí. - Respondió con una pequeña risa volviéndome a abrazar.
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[PAUSADA] Más Allá De Todo (Piero Barone)
FanfikceImagina que despiertas un día y no puedes recordar nada. ¿Confiarías en esas personas que dicen ser tan cercanas a ti? Registrada en Safe Creative 1608238994970. Prohibida cualquier copia y/o adaptación ilegal.