CAPÍTULO IX

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Llegando a casa platiqué con mis hermanos, ellos estaban de acuerdo con que yo me fuera pero, aún se me hacía difícil dejarlos, sobre todo porque estaba empezando a conocer a mis padres y no estaba descubriendo nada bueno.

Al día siguiente ya estaba recogiendo y empacando algunas de mis cosas, Piero me dijo que en casa había todo lo que necesitaba pero, no quería arriesgarme.

Llegaron mis padres y había llegado la hora de hablar con ellos, me tocaría hacerlo sola pero tal vez era mejor así.

Salí de mi habitación para encontrarme con ellos, estaban en la sala platicando, no sé de qué pero, tuve que interrumpirlos, mis nervios me estaban comiendo viva.

- Mamá, papá, debo decirles algo. - Me acerqué lentamente y me senté frente a ellos.
- Te escuchamos. - Dijo con frialdad mi padre.
- A partir de hoy voy a... - No entiendo por qué era tan difícil decirlo. - Voy a vivir con Piero.
- ¿Qué? No puedes hacer eso. - Alzó la voz mi madre.
- Sí puedo y, lo voy a hacer.
- Pero aquí estás bien.
- No papá, no estoy bien, no me siento bienvenida aquí, lo siento pero me voy. - Subí a mi habitación y ellos no dijeron nada, sí sabía que no se quedarían tan tranquilos pero, por ahora, todo iba bien.

Esperé a que mis hermanos llegaran para despedirme de ellos, fue duro para la pequeña Sami pero, entendió que era lo mejor, además no los iba a abandonar para siempre. Cuando Piero llegó me ayudó a subir mi maleta y nos fuimos, iba a comenzar de nuevo, eso me alegraba pero, la verdad, me daba un poco de miedo pensar en estar a solas con Piero todo el tiempo.

- Llegamos preciosa- Estuvimos todo el camino en silencio, ni siquiera me había dado cuenta de que habíamos llegado. Quitó las llaves, se bajó, dio la vuelta al auto y me abrió la puerta, me tomó de la mano y bajé, estaba nerviosa.
- Bienvenida otra vez. - Me abrazó dulcemente por detrás y apoyó su cabeza en mi hombro.
- Gracias por todo lo que haces por mí. - Volteé para abrazarlo y hundir mi cara en su cuello.
- Nunca permitiré que alguien te haga daño, aquí a mi lado nada puede lastimarte. - Volteó a verme con una dulce sonrisa yo se la devolví, era el chico mas lindo del universo y no podía creer que era yo la elegida para estar junto a él. - Espero no incomodarte. - Continuó.
- ¿Incomodarme?
- Sí, tú no me recuerdas y yo te traigo a vivir conmigo como si nada.
- Nada de eso, yo acepté venir y, es porque en verdad confío en ti, eres el primero que vi al despertar y quiero que seas el último que vea al dormir.
- Te quiero tanto ______. - Nos abrazamos una vez más, él tomaba mi cabeza con una de sus manos, mientras que con la otra me pegaba más a su pecho. No había duda, siempre fuimos el uno para el otro.

Más tarde, mientras Piero y yo estábamos en el pequeño estudio, el timbre comenzó a sonar, fuimos a abrir y un chico esperaba afuera con una enorme sonrisa.

- ¡______! Es verdad que despertaste. - Emocionado, entró a la casa y fue directo hacia mí, me abrazó efusivamente, yo no sabía que hacer, empecé a sentir ansiedad, supongo que por estar abrazando a un extraño.
- Lo siento, no sé quien eres. - Dije cuando Piero lo alejó de mí.
- Soy Alessandro. Somos amigos desde hace algunos años. - Siguió diciendo, Piero estaba molesto y muy tenso, el chico no lo tomaba en cuenta y seguía hablando.
- ¿Qué viniste a hacer aquí Alessandro? - Habló por fin Piero.
- Solo vine a ver a ______ ¿hay algún problema? - Respondió cambiando su actitud.
- No, claro que no pero, ya la viste, ya te puedes ir. - Abrió la puerta para que él saliera pero, Alessandro lo veía desafiante.
- ¿Qué pasa Piero? - Dije confundida.
- Nada amor, él ya se tiene que ir. - Alessandro se fue sin decir más, Piero cerró la puerta, casi azotándola.
- ¿Por qué lo trataste así?
- Si vuelve a venir sera mejor que no abramos la puerta ¿sí? - Ignoró mi pregunta y fue de regreso al estudio. Dudé en ir tras él pero, no podía quedarme ahí parada y confundida.

Entré al estudio y él estaba mirando hacia la ventana con una seriedad increíble, no lo había visto así.

- ¿Piero? ¿Qué tienes? - Me acerqué y toqué su hombro, sentí que se relajó un poco, inhaló profundamente y volteó hacia mí con lágrimas en los ojos, me asusté demasiado y no pude hacer más que abrazarlo.
- Nada ni nadie nos va a separar mi amor. - Dijo después de un momento.
- Claro que no, no pienses siquiera en eso.

Este capítulo es un poco más corto de lo que acostumbro subir pero, ya hace mucho que no actualizaba y no quiero que me odien =:c me metí a trabajar y es por eso que no tengo mucho tiempo y escribo por pedacitos los capítulos jejeje ya llevo buen adelanto y estoy puliéndolos para que queden hermosos =:3 una disculpa y mil gracias por leer. Voten y comenten por favor, me harían muy feliz ❤❤

[PAUSADA] Más Allá De Todo (Piero Barone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora