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-Okey ya entiendo por qué dices que eres tan mala- dije agarrándome del asiento cuando paramos bruscamente

-Te lo dije- dijo pisando el acelerador de nuevo, pero volvimos a parar bruscamente, casi golpeando mi cuerpo contra el auto

-¿Quién diablos te dio tu licencia?- pregunté

-Larga historia- dijo doblando, pero dando una vuelta muy larga y terminando a contramano de la carretera

-Esto no es para mí- bufó refregando su rostro con las manos

-Yo puedo ayudarte a manejar- dije más como una pregunta

-Creo que estoy bien- asintió mordiendo su labio

-¿No te parece útil aprender a manejar?- pregunté

-Todavía recuerdo la última vez que me dijeron eso...y aquí estoy- me miró

-No sé quién te habrá enseñado...lo que sea que fue lo que hiciste, pero yo soy un excelente maestro de conducir- sonreí

-Sí, sigue alardeándote- dijo

-¿Quieres aprender o no?- pregunté

-En verdad no- dijo mirándome con una mueca

-Haragana- dije saliendo del auto

-Sí, sí como sea- dijo también saliendo de su lado

Cada uno se sentó en su asiento original y volvimos a la ruta.

-¿Me puedes decir por qué tienes licencia?- pregunté

-Mi manager le pagó al maestro- dijo

-¿...Y ya?- pregunté

-La historia es un poco más larga, pero resumiendo, eso fue lo que pasó- contestó

-Cambiando de tema, ¿crees que deberíamos ir a un kiosco o algo así para comprar comida?- pregunté

-Yo diría- dijo tocando su panza

-Bien, busquemos uno- propuse

Luego de unas horas y de pasar por un motel en el cual acordamos dormir, llegamos a una tienda no muy grande, pero serviría.

-Oye, yo pagaré esta vez, ya has pagado muchas cosas- dijo Ari

-No, yo puedo pagar- dije

-¿Quién es la millonaria aquí?- alzó una ceja

-Bueno mierda, Donald Trump- levanté los brazos

-No me compares con Hitler- rodó los ojos

Entramos al lugar y agarramos varias cosas, incluyendo ropa para mí, antes de ir a la caja.

-Su total será 100 dólares- dijo el cajero

-¿Acepta tarjeta?- preguntó Ariana

-Seguro- contestó él

Había una tele prendida y pude escuchar un poco de lo que decía.

Seguimos en busca de la famosa artista Ariana Grande. Algunos dicen haberla vista en una cafetería Starbucks y otros en un motel de la ruta. Todavía no tenemos pruebas de esto pero las autoridades siguen haciendo lo posible para encontrarla. Los mantendremos al tanto.

-Aquí tiene- dijo el muchacho devolviéndole la tarjeta a Ariana

-Gracias- dijo ella con voz ronca

-Es una locura lo de esa tal Ariana, ¿no?- dijo el joven haciendo conversación

-Sí que los es- sonreí incómodo

-Pobre chica, espero la encuentren, debe estar tan asustada- dijo él con lástima

-Sí, asustadísima- sonreí acercando a Ariana por los hombros- ¿vamos?- le pregunté a la chica que trataba de ocultar su rostro

-Sí- asintió

-Hasta luego- le dije al chico y salimos de ahí

-Oye, en serio, avisa que estás bien- le dije

-No, porque si no me abrumarán con aún más mansajes suplicando que les diga dónde estoy y todavía no quiero terminar mi aventura- dijo entrando al auto

Besos xo

DriveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora