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-No hagas ruido- susurré cuando habló muy alto

-No lo hago- dijo

-Ten cuidado- le dije cuando golpeó sin querer el vidrio de la puerta que guardaba las llaves

-Tal vez si no tuviese una cotorra molestándome a cada segundo, esto podría ser más fácil- susurró entre dientes, mirándome como si quisiera matarme

-...De acuerdo, lo siento- dije ofendido y ella volvió a intentar abrir la puerta con su horquilla

-¿Ya está?- volví a preguntar

-¡Cállate!- murmuró un poco alto, causando que el hombre durmiendo en la silla se despertara

Ariana y yo nos paralizamos mirando cuidadosamente al hombre gordo.

-¿Qué....?- el hombre empezó a hablar adormecido, pero pronto volvió con sus ronquidos fuertes

Ambos suspiramos.

-Cierra la boca- dijo Ariana y finalmente pudo abrir la puerta

Sacó una llave y se dirigió a mí.

-Vamos antes de que se dé cuenta- dijo caminando hacia la puerta

Salimos al frío de la noche y caminamos hasta la puerta de la habitación.

-¿Ahora empezaremos a robar cosas?- preguntó ella, sentándose en la cama

-No estamos robando, estamos tomando prestado- sonreí de lado y ella rodó los ojos- tomaré una ducha

Se paró, tomó algunas cosas y se dirigió al baño.

-¡Suerte que robamos la llave porque no pagaría por este baño!- gritó después de cerrar la puerta

Reí y me acosté en la cama.

La razón por la cual tomamos prestada la llave es porque Ariana tiene la tarjeta cancelada y a mí se me acabó el dinero. Así que no sé qué haremos de ahora en más.

Me puse a recorrer...o más bien a levantar la cabeza y mover mis ojos porque el espacio era mínimo, pero suficientemente grande para una cama queen, una cómoda y una televisión de los años 60.

Me paré y quité mi remera porque hacía mucho calor. La noche estaba congelada, pero el cuarto estaba hirviendo. Seguramente la calefacción esté descompuesta.

Sentí el agua de la ducha cesar y la puerta del baño abriéndose. Giré para verla en tan solo una toalla y con su cabello largo completamente mojado, cayendo por un lado de su cuerpo.

-Lo siento, pero...se acabó el agua caliente- suspiró recorriendo sus ojos por mi pecho

-Está....está bien- dije imaginándome su cuerpo debajo de esa toalla

Cerré los ojos tratando de calmarme y di la vuelta para tomar una remera.

-Lamento ser sucio, pero si no hay agua caliente supongo que no me bañaré- dije revolviendo el bolso para sacar una remera limpia

De pronto sentí unas manos posarse en mis omóplatos, creando una camino por lo largo de mi espalda.

-¿Qué haces?- pregunté sin aliento

Al hacerlo, sus uñas se clavaron ligeramente en mi espalda, arañando un poco.

Me di vuelta en seguida y tomé su rostro para estampar mis labios con los suyos moviéndolos con rapidez, sorprendiéndola.

Sus manos tomaron mi rostro y uno de mis brazos rodeó por completo su espalda, llevándola rápidamente hacia la cómoda y golpeando su cuerpo contra esta.

Un ligero gemido salió de sus labios, pero siguió con el beso. Tomé su cintura y la apoyé sobre el mueble, provocando un leve separo de nuestros labios, pero volví a conectarlos cuando sus brazos viajaron a mi espalda para acercarme más, pegando nuestros cuerpos por completo.

Nuestros besos eran cada vez más rápidos y apasionados y en lo único que podía pensar era en responderle a cada uno de sus deliciosos besos. Sus brazos se enredaron en mi cuello y mi mano tomó su cabello con fuerza para acercar mi boca a la suya.

El beso era tan apasionado que me encontré con falta de aire rápidamente. Nuestros labios se movían tan rápido y sensualmente, que mi cuerpo comenzó a desear más de su tacto.

Sus piernas se rodearon alrededor de mi cintura y yo tomé todo su cuerpo para llevarla a la cama. La tiré sin cuidado sobre las sábanas y coloqué mi cuerpo sobre el de ella, pero Ariana tenía otros planes.

Empujó mi hombro para ponerse sobre mí, colocando cada pierna a mis costados y tomando mi cabello para levantar mi torso y seguir besándome.

Comencé a sentir mi miembro agrandarse debajo de sus piernas y creo que ella también lo sintió, ya que no pudo evitar gemir y mover sus caderas cuando nuestros sexos se rozaron.

Gruñí con una voz llena de placer, nuestras lenguas se juntaron, mis dientes mordían sus labios, pero seguía sin ser suficiente. Saqué su toalla sin saber si ella estaba desnuda o no. Lamentablemente, tenía ropa interior puesta, pero eso no quitó mi excitación.

-Deberíamos parar- dije entre besos, tratando de controlarme

Pero contrario a lo que dije, tomé sus caderas para moverlas contra mi miembro.

-Mhmm- asintió mientras tomaba mi rostro con más fuerza y succionaba mi labio inferior

-En...serio- dije más por obligación que por sentimiento

-Claro- dijo con sus labios pegados a los míos, aún moviendo sus caderas de atrás hacia adelante- es una lástima que estés tan excitado- dijo rompiendo el beso y bajando sus labios por mi mandíbula, hasta llegar a mi cuello y succionar

-Tú...no ayudas mucho- dije inclinando mi cabeza para darle más accesos

Siguió succionando mi piel, hasta que un gemido escapó mis labios y soltó mi cuello. Lo lamió ligeramente y sopló, generando un escalofrío en mi cuerpo.

Ya completamente loco y fuera de mi mente, tomé sus caderas aventándola a la cama y apoderándome de su cuello.

Besos xo

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