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-Tengo hambre- suspiró

-Podemos ir a McDonald's- sugerí

-No, soy vegana- respondió

-Cómete unas papas- dije

-No, las bañan con grasa de la carne- negó con la cabeza apoyada en el asiento

-Bueno, señorita saludable, ¿qué quieres entonces?- pregunté

-No lo sé...un sándwich- dijo

-¿De nuevo?- bufé- qué aburrida- comenté

-Bueno señor diversión, sugiere algo tú- dijo cruzando los brazos

-Ya sugerí algo, pero su majestad no puede comerlo- contraataqué

-No todo en la vida es carne llena de sufrimiento, Justin- se quejó

-Y no todo en la vida es lechuga- dijo él

-Los veganos no sólo comemos lechuga- frunció las cejas- cómo sea, yo voy a comprar un sándwich, tú compra lo que sea que quieras- dijo terminando la conversación

Luego de pasar por un quiosco para comprar unos sándwiches y por un McDonald's, llegamos a otro motel. Ya perdí la cuenta de en cuántos nos hemos hospedado, pero prefiero dormir en una cama que en un auto.

-¿Ya puedo soltar el sufrimiento que tengo en mis manos?- bufó Ariana mientras se apoyaba en la pared de afuera del cuarto, sosteniendo mi comida de McDonald's

Mientras tanto yo intentaba abrir la puerta.

-Deja de quejarte. Estás agarrando la comida, no comiéndola- dije forcejeando con la llave de la puerta

-¿Puedes apurarte? Está helando- se quejó ella

-¿Y tú puedes calmarte? La cerradura está oxidada, no es tan fácil como parece- bufé golpeando la puerta con mi pie

-Seguro que puedo abrirla- rodó los ojos apoyando la cabeza en la pared y mirando las estrellas

-Bueno, ilumíname- señalé la puerta con mis manos y me alejé para que ella pudiera abrirla

Me miró un poco antes de rodar los ojos e impulsarse con la espalda para pararse derecha. Dejó la comida en mis manos y tomó las llaves de mi mano bufando para insertarla en la cerradura. Dio dos giros simples y giró el pestillo, abriéndola.

-Sí, era...súper difícil- dijo entrando al cuarto

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DriveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora