Times Of Death ~ Season I - II ~

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No se sabía cuántos minutos u horas habían pasado desde que Isabella se quedó dormida en el baño, pero se despertó de golpe cuando sintió un ruido en la habitación. Se levantó rápidamente del piso, temiendo por la vida de su padre que se encontraba indefenso en la cama de hospital. Buscó algo que le ayudara a protegerse y vio un palo de escoba allí, lo agarró con fuerza para abrir la puerta lentamente.

Al salir del baño, miró el lugar detalladamente y se quedó en shock con la escena que sus ojos presenciaban. No se dio cuenta de que había soltado el palo de escoba ni de que sus lágrimas caían sin parar. Estas lágrimas no eran de tristeza, sino de felicidad porque su padre se levantaba del piso como podía, ya que aún se encontraba débil por lo que había pasado estas semanas en coma. Isabella corrió rápidamente a su lado para ayudarlo a levantarse y abrazarlo con todas sus fuerzas, mientras sollozaba de alegría y agradecía que su milagro se hiciera realidad.

- Papá, ¡despertaste! - dijo Isa, llorando de felicidad. - No sabes cuánto te extrañé y te necesité.

- ¿Qué me pasó, Isa? - dijo Rick, confundido y desorientado. - ¿Dónde me encuentro?

- En la persecución en la que ibas con Shane... te dispararon y estuviste en coma por más de dos semanas - dijo Isa, sollozando. - Ahora estás en el hospital conmigo, pero eso no es todo, papá. - Mirándolo con tristeza, a lo que Rick la vio confundido. - El mundo que conocíamos no es el mismo, ha cambiado mucho. - Suspirando para ayudarlo a sentarse en la cama. - Según lo poco que escuché en las noticias, las personas se comían unas a otras. Estoy asustada, papá, aparte no sé nada de mamá y Carl, porque me escapé de casa para venir a verte el día en que esto comenzó. - Suspiró Isa y su padre la abrazó. - Me quedé aquí porque no me animaba a salir y además no quería dejarte solo.

- Tranquila, pequeña, aquí me tienes y no dejaré que nada te pase a partir de ahora - dijo Rick, abrazando a su hija. - También encontraremos a mamá y a Carl, te lo prometo. - Mirándola y besándole la frente. - Pero primero hay que salir de este lugar y ver cómo se encuentra fuera.

Rick, con ayuda de Isabella, salió de la habitación, observando con cuidado el lugar para no encontrarse con algunas de esas cosas que antes se les llamaban personas. Caminaban por los pasillos del hospital en silencio, encontrando el lugar desordenado, con fallas en las luces y también un cuerpo sin vida, con el estómago abierto y sin órganos en su interior.

Continuaron su camino y salieron por la parte trasera del hospital, donde encontraron un montón de cuerpos cubiertos con sábanas, atados con cuerdas y ya con olor a podrido, junto con la ciudad completamente destruida. Isa miró a su padre para seguir caminando entre todos esos cuerpos en descomposición.

Caminaron por un buen tiempo, hasta llegar a un parque donde vieron dos bicicletas solas, pero también había una de esas cosas a la mitad que se estiraba para poder atraparlos. Isabella se impresionó, porque era la primera vez que veía una de esas cosas en persona. Tomó las bicicletas con cuidado y junto a su padre, subieron a ellas para dirigirse a su hogar.

Anduvieron por unos minutos hasta llegar a casa. Rápidamente descendieron de las bicicletas para entrar gritando los nombres de Lori y Carl, pero nadie respondía y ambos se entristecieron. Isa se echó a llorar porque no sabía dónde estaban su madre y su hermanito menor, temiendo que alguna de esas cosas los hubiera lastimado.

- Si no lograron irse y murieron en el intento - dijo Isa llorando -, y ahora son algunas de esas cosas divagando por ahí - llorando con desesperación.

Sin esperar respuesta de su padre, corrió a su habitación con rapidez mientras lloraba con fuerza. Al llegar a esta, se arrojó en la cama para gritarle a su almohada con furia.

Mientras tanto, Rick recorría el lugar con tristeza porque no lograba saber dónde podía estar su esposa y su hijo en estos momentos. Observaba la casa mientras buscaba alguna pista de que su esposa e hijo habrían podido irse, y así fue. No encontró los álbumes de la boda y del nacimiento de Carl e Isabella. Solo por ello se dio una esperanza de que podrían estar vivos.

Salió de la casa y pensaba en Lori y en Carl, pensando en donde podrían estar. También permitió que su hija liberara un poco su dolor, porque sabía que ella se sentía culpable por no estar ahí con su madre y hermano, pero también sabía que su hija estaba preocupada por él y no dudaría en dar su vida por él.

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Después de tanto llorar, Isabella se levantó de su cama para buscar ropa y meterla en la mochila que traía. Hasta que vio en la pared cerca de la ventana una foto familiar. Una pequeña sonrisa le salió del rostro, porque ella era pequeña y sostenía a Carl cuando era un bebé, mientras sus padres los abrazaban. Una lágrima cayó por el recuerdo de esa foto, hasta que desvió su mirada hacia afuera y se encontró con su padre. Sentado y dándole la espalda a la casa, todavía con la bata del hospital, pero eso no la preocupó, sino el niño que se encontraba detrás de él apunto de pegarle. Ella pegó un grito con su nombre.

En ese momento, Rick salió de sus pensamientos y se dio vuelta por el grito de su hija, pero fue demasiado tarde, porque el niño lo golpeó y gritó a alguien que viniera rápido. Isa agarró la mochila con sus pertenencias y las de su padre, para salir corriendo de la casa. Cuando llegó al lado de él, se tiró a su lado mientras lloraba para ver cómo estaba y luego, levantó su mirada enojada para gritarle molesta al niño y al hombre que se encontraba junto a ellos.

- ¿Quiénes son ustedes? - dijo Isabella molesta - ¿Y por qué demonios golpearon a mi padre? – habló enojada.

Isa los vio con seriedad y enojo a ambas personas, que se encontraban frente a ella mientras intentaba despertar a su padre del golpe. No podía lograr reconocerlos y estaba segura de que no eran de por allí, pero sí sabía que, si no le daban una respuesta clara a Isabella, ella les haría la vida imposible para saberla.