🧟8🧟

27 2 0
                                    

Isabella

Después de algunos días con la ayuda de mis padres, Michael se quedó en el grupo y ayudaba a los demás con el entrenamiento de armas debido a su larga experiencia con ellas. En estos momentos, nos encontrábamos recorriendo los alrededores, donde me detuve en el lago y me dirigí a mirarlo, hasta que él también lo hizo y nos vimos con una sonrisa.

- Te extrañé mucho, Michael - dije agachando la cabeza de forma avergonzada.

- También yo, hermosa - dijo Michael abrazándome de la cintura - sé que lo nuestro hubiera funcionado si no me hubiera ido a la marina, aunque Santi nos hubiera matado si se enteraba - me miró y sus ojos cambiaron al recordar algo - aunque no lo hizo cuando estuviste con Shane – suspiró con tristeza.

- ¿Có...cómo te enteraste de eso? - dije nerviosa por sus palabras.

- Un día, cuando vine de visita, le mandaste un mensaje a Santi... sé que no debí leerlo, pero lo hice – dijo Michael mirándome - donde mencionabas que te habías entregado a él – suspiró con tristeza - sé que lo que hice estuvo mal, pero cuando leí cada maldita palabra y cómo lo describiste, solo... - me miró con dolor en sus ojos, lo que me entristeció – me provocaba querer matar a Shane – se sentó en un tronco y agarró su cabello con frustración - porque imaginé la mentalidad perversa que tenía, ya que un hombre de su edad nunca se enamoraría de una chica de 17 años – suspiró para luego volver a mirarme - y tú sabías eso, Isa... ahora ¿por qué te entregaste a él?

Di la espalda y no tardaron en descender lágrimas de mis ojos al recordar ese día en que me entregué a ese hombre que solo me había utilizado.

- Porque lo amaba y ese fue mi gran error - dije mirándolo con dolor en los ojos - ¿sabes por qué?... Porque él me confesó sin ningún remordimiento que siempre amó a mi madre - mencione ahogando mi llanto - cuando los encontré en este apocalipsis... Él dijo mentiras sobre nosotros para que ella estuviera de su lado - no pude contenerme más y lloré delante de él - Ellos se acostaron, como él lo hizo en su momento conmigo.

Él se acercó a mí y me abrazó, como siempre lo hacía cuando necesitaba consuelo. Levanté mi vista y él también me miró, pero justo cuando estábamos a punto de besarnos, los gritos en la granja nos sorprendieron. Salí corriendo hacia el lugar, dejando a Michael atrás, y menos mal que nos detuvo, porque rápidamente el rostro del cazador se vino a mi mente y no pensaba traicionarlo más.

Apuré mis pasos hacia la granja, pensando en mi familia y menos mal que no estábamos lejos, porque cuando llegué donde estaban reunidos, vi a Shane como loco en la puerta del granero, intentando romperla y retirarse, mientras sus puertas se abrían solas. Mis ojos se asombraron al ver un montón de caminantes salir de allí.

Me reuní con los demás y con Michael detrás de mí para empezar a disparar, como el resto del grupo, a los caminantes que se acercaban. Había un número considerable de esas criaturas y no estábamos seguros de cuándo acabarían. Pero cuando creíamos que no quedaban más dentro, salió otro del granero y fijé mi mirada en ese caminante. Mi cuerpo se congeló al no poder creer lo que veía, mis manos comenzaron a perder fuerza y eso hizo que mi arma cayera fácilmente al suelo.

No sabía en qué momento mis lágrimas comenzaron a descender de mis ojos y mi boca se abrió para soltar un grito desgarrador, lo que provocó que me rompiera por completo y dejara mis pulmones sin aire. El caminante, que vestía una camiseta burdeos llena de dibujos, una calza negra y zapatillas blancas, mostraba una profunda mordedura en su cuello mientras seguía caminando hacia nosotros. Todos se detuvieron al ver mi reacción.

No podía creer lo que presenciaba. Lo único que atiné a hacer fue correr hacia allí, pero antes de intentarlo unos fuertes brazos me atraparon, impidiéndome cometer una locura. Forcejeaba con todas mis fuerzas para soltarme e ir hacia ese caminante, para cerciorarme de que no era verdad. Lloraba con todas mis fuerzas, porque no podía ser ella, no podía ser mi amiga Santana Mary Brown. Ella me prometió que volveríamos a encontrarnos, pero no de esta forma tan cruel. Gritaba con dolor en el pecho, porque todo lo que estaba viendo, sólo podía ser un sueño para mí.

Times Of Death ~ Season I - II ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora