Times Of Death ~ Season I - II ~

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Isabella

Entré a la casa con Daryl detrás de mí, cuando sentí la mirada de arrepentimiento de papá sobre mí. Esquivé su vista para enfocar mis ojos en cualquier lado, sin dejar de oír lo que decían. Sabía que le había afectado mi rechazo, lo que lo llevó a continuar con lo que hablaba del muchacho que habían traído. En ese momento, Hershell llegó diciendo que había hecho de todo y que solo quedaría medio mal de la pierna. Los del grupo comenzaron a hablar sobre qué tan peligroso era el joven, cuando Hershell enfrentó a Shane y empezó a recriminarle sus malos tratos por dichos comentarios, además de que no le permitía opinar por lo ocasionado en el granero.

Suspiré porque realmente estaba cansada de oír peleas, además de sentir la mirada constante de mi padre sobre mí. Salí fuera de la casa para colocarme en el porche y apoyarme en la baranda, cuando sentí a alguien a mi lado y miré de costado para saber que era Daryl.

- ¿Necesitas algo? – dije suspirando, porque no tenía ganas de pelear con el cazador.

- Siento lo de ayer, a veces no pienso en lo que hago - dijo Daryl en un susurro.

Dirigí mi mirada hacia él y lo encontré con su rostro desanimado, lo miré con algunas lágrimas en los ojos y me acerqué para abrazarlo. Daryl rápidamente correspondió a mi gesto, provocando que me acercara más a él y a su pecho.

- No te preocupes, tenías razón - dije sollozando. - Mi madre era mi prioridad y no la tuya, a veces no sé cómo razonar y me siento sola en ello.

Al suspirar y verlo a los ojos, pude confesar todo lo que tenía en mi interior.

- Cuando vi a Santana allí, me derrumbé por completo, ella me escuchaba, me apoyaba y era la única que sabía lo que pensaba. Ahora que no está aquí conmigo, me siento en un laberinto, sin nadie en quien confiar. – dije llorando - tengo miedo de perder a todos y quedarme sola en este mundo.

- Hey, no digas eso - dijo agarrando mi mentón. Nunca estarás sola, tienes a tu familia y me tienes a mí. Si algún día pasa que este mundo nos separa, te buscaré hasta irme al infierno, oíste, nunca dejaré de buscarte hasta encontrarte - acarició mi rostro entre sus manos.

Lo miré, dejando caer las lágrimas durante un tiempo. Daryl lograba hacerme olvidar todo a mi alrededor y me ayudaba a salir adelante. Sin decir nada, nos dirigimos a su tienda para continuar la conversación, logrando así que me despejara. Después de un tiempo, acurrucada en su pecho, caí en un profundo sueño mientras sentía su corazón latir suavemente.

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Al otro día, salí de la tienda para ir a ayudar con la comida, no sin antes pasar por donde Mike debía dormir, pero su tienda de campaña, al igual que él, ya no se encontraba. Una gran tristeza invadió mi cuerpo al pensar que ya se había ido y no se había despedido de mí. Suspiré con tristeza y fui a la casa, donde al entrar me encontré con mamá subiendo comida para Beth, así que me ofrecí a llevarla y la encontré despierta. Dejé la bandeja sobre la mesita de luz y le hablé con una mueca de sonrisa.

- ¿Quieres comer y después vamos a dar un lindo paseo las dos? - le dije mirándola con tristeza.

- ¿Cómo te sentiste al ver a tu amiga allí y después escuchar que la mataron? - me dijo mirándome triste.

La pregunta que me hizo la pequeña rubia hizo que mi corazón se estrujara y volviera a revivir el día en el granero. Tomé aire para sentarme a un lado de ella en la cama y hablarle con total sinceridad.

- No fue fácil - dije mirándola con tristeza - Santana era mi mejor amiga, era como una hermana para mí - agachando la mirada y aguantando las lágrimas - tenía la idea de que la encontraría algún día, pero no de la forma en que la vi - mirándola con los ojos llenos de lágrimas - aunque me cuesta creerlo... ella llevaba muerta desde hace algún tiempo o días – suspirando - y lo que vi aquel día en el granero... solo era su cuerpo, ahora convertido en caminante - en ese momento sentí que la pequeña rubia agarró mi mano como un gesto de aliento – pienso que Santana me está cuidando y dándome fuerza para afrontar este mundo, eso es lo que me da ánimo para seguir adelante - le di una sonrisa de aliento para levantarme y le besé la frente - ahora come, sí.