Camine hacia mi casillero para guardar mis libros. Al final ya no pude comerme mi pizza.
—¡Eh, marica!— escuche a alguien gritarme detrás de mi.
—Disculpa, ¿A quien le hablas? Ya que él único marica que veo aquí, eres tu.— dije después de voltearme.
Era Charles Dixon, amigo de Josh dun. Ya había hablado sobre él.
—Ja ja ja, que gracioso eres Joseph— dijo sarcásticamente.
—Gracias, que lastima que hoy no traigo tarjetitas— hable con él mismo tono sarcástico.
—Joseph, no querrás meterte en problemas ¿verdad?
—Tal vez si quiera hacerlo.— se puede decir que lo estaba desafiando.
—Bien. Te espero a final de clases. Para darte la paliza de tu vida.
—Ahi estaré. Marica.
Seguí caminando hasta mi siguiente clase. Todo era demasiado aburrido. Siempre era la misma rutina.
Llegar, entrar a clases, ser molestado por unos imbéciles, soportar a toda la bola de tarados que hay aquí, por fin irme a casa, dormir y se repite lo mismo.
Caminaba con pereza y al parecer ya todos habían entrado a su clase excepto yo. Aun seguía por los pasillos. No me importaba llegar tarde, de todas formas él profesor que me tocaba siempre me dejaba entrar.
—Tu de nuevo. ¿Que haces aquí? ¿Porque no has entrado a tu clase?— hablo Josh detrás de mi.
—Te pregunto lo mismo.
—Eso no es de tu incumbencia.— asentí y seguí caminando— ¿quieres perder clases?
—¿Contigo? No gracias.
—Oh vamos. ¿Acaso te asusta que te descubran? Eres un marica.— rió.
Me gire hacia él para tomarlo de la camisa.
—Yo no soy ningún marica ¿Entiendes?
—Demuestralo— sonrió.
Lo solté de la camisa para después aceptar la propuesta de antes. Caminamos hasta llegar a detrás de las bancas de las canchas. Él sacó un cigarrillo y comenzó a fumarlo.
—Escuche que Charles te dará una paliza. ¿En serio iras a que te golpee?— asentí.
