El tiempo pasó, los años pasaron y me convertí en una adolescente. La pubertad hizo lo suyo en mí, los cambios se notaban y hasta me decían que parecía mayor a la edad que tenía. O tal vez decían eso por ser gorda.
Sí, siempre fuí gorda, eso también era un problema, otro motivo más de innumerables burlas que tuve que soportar. Tampoco era tan obesa, pero de que era gorda, lo era. Cualquier cosa basta para que te critiquen.
Pero aún así, siendo gorda, tímida, callada, aislada...Hubo quienes se fijen en mí. Fueron varios chicos que me buscaban etc, y otros más que ni conocía. La mayoría eran chicos mayores de otros cursos y hasta llegaron a acosarme. Ese era un motivo más para que las demás se pongan en mi contra, que me veían como competencia, ni siquiera era mi culpa, yo nunca busqué nada con ningún chico, pero ellos me preferían a mí y eso les molestaba.
Mi mamá tenía razón en estar en contra de las niñitas con novio, son muy jóvenes para eso y hay cosas más importantes. Hasta los profesores se pasaban tratando de corregir a las descarriadas, pero era inútil; yo siempre escuchaba sus consejos, creo que haber tenido una niñez de represión fué lo mismo que haber estado en un cuartel militar, por lo tanto siempre fuí obediente. Sinceramente uno a esa edad ni siquiera sabe lo que quiere, aún ni está definido. Por más que hayan chicos que me gusten me propuse a mí misma que no iba a tener novio hasta cierta edad. Ya era suficiente la responsabilidad que tenía.