Laughing Jack

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Era un buen día de verano, mi hijo de 5 años, James, estaba jugando en el patio trasero de nuestra casa suburbana. James siempre había sido un chico tranquilo, casi siempre jugaba solo, nunca tuvo muchos amigos, pero siempre había tenido una imaginación salvaje. Estaba en la cocina dándole de comer a nuestro perro Fido, cuando oí algo como James hablando con alguien en el patio trasero. No estoy seguro de con quién pudiera estar hablando, ¿tal vez ya había hecho un amigo? Siendo una sola madre es un poco difícil para mí siempre estar al tanto de James, por lo que decidí ir afuera y asegurarme de él.

Cuando fui al patio trasero quedé un poco desconcertada, porque James era el único que estaba ahí. ¿Estaba hablando consigo mismo? Podría jurar que escuché otra voz. "¡James! Es hora de ir adentro", lo llamé. Entró a la casa y se sentó en la mesa de la cocina, era hora de comer así que decidí hacerle un sandwich/emparedado de pavo. "James; ¿con quién estabas hablando?" pregunté. James me miró por un momento. "Estaba jugando con mi nuevo amigo", dijo sonriendo. Le serví un poco de leche y continué preguntándole. "¿Tu nuevo amigo tiene un nombre? ¿Por qué no lo invitaste a comer con nosotros?" le pregunté. Nuevamente me miró por unos segundos antes de responder, "Su nombre es Laughing Jack". Estaba un poco confusa por lo que había dicho. "¿Oh? Ése es un nombre raro. ¿Cómo luce tu nuevo amigo?" Pregunté un poco confundida. "Él es un payaso. Tiene el cabello largo, una nariz de cono con un remolino. Tiene brazos largos y pantalones holgados, con calcetines rayados, y siempre sonríe". Me dí cuenta de que hablaba de su amigo imaginario. Supuse que era normal para niños de su edad tener amigos imaginarios, especialmente cuando no tiene amigos reales con lo que jugar. Probablemente es sólo una fase.

Ya estaba oscuro. Estaba en un tipo de parque de diversiones abandonado. Estaba asustada, corriendo en lo que parecía un sendero con carpas sin fin, una montaña rusa destruida, y cabañas de caza para jugar abandonadas. El lugar entero tenía una horrible vista. Todo era en blanco y negro, los peluches de premio colgaban de sogas en la cabaña de caza, todos con sonrisas enfermas en sus caras. Pareciera que el parque entero me estaba mirando, a pesar de que no había otra cosa viva a la vista. Entonces de pronto, comencé a escuchar música. El sonido de Pop Goes the Weasel siendo tocado en un acordeón hacía eco en el parque, era hipnotizante. Seguí su melodía hasta una carpa del circo casi en trance, incapaz de parar de caminar hacia delante. Era de un tono negro, la única luz venía de un foco iluminando desde el centro de la gran carpa. Mientras me dirigía al centro de la carpa la música iba yendo más despacio, me encontré cantando incapaz de detenerme.

"All around the mulberry bush
The monkey chased the weasel
The monkey though twas all in fun..."

La música paró justo antes del climax, hasta que las luces se encendieron. La luz me estaba prácticamente cegando, todo lo que podía ver era una pequeña silueta negra arrastrándose hacia mí. Entonces otra apareció, y otra, y otra. Había docenas de ellos, todos dirigiéndose hacia mí. No me podía mover, mis piernas estaban congeladas,  todo lo que podía hacer era ver cómo se acercaban las figuras de manera horrible. Mientras se acercaban, me dí cuenta de que... ¡ERAN NIÑOS! Miré a todos y vi que estaban horriblemente desfigurados y mutilados. Algunos tenían cortadas en todo su cuerpo, otros estaban severamente quemados, y a otros les faltaban miembros, ¡incluso ojos! Los niños me rodearon, arañando mi piel, arrastrándome al suelo, y llorando encima de mí. A medida de que los niños me desgarraban y me desvanecía, podía escuchar una risa, una horrible y malvada risa.

Me desperté en la mañana con sudor frío. Después de respirar profundo miré y vi que algunas de las figuras de acción de James estaban frente a mi en mi mesita de noche. Suspiré, James probablemente se había levantado temprano y las había puesto ahí. Tomé los juguetes y fui a la habitación de James, sin embargo cuando abrí la puerta James estaba dormido. No le dí importancia y puse las figuras en su caja de juguetes, y me dirigí a la sala de estar. Poco después James despertó y le preparé el desayuno. Él estaba callado y parecía un poco mareado, puede ser que no haya dormido bien. Decidí preguntarle sobre los juguetes. "Cariño, ¿tú pusiste los juguetes en la habitación de mami esta mañana?" Sus ojos encontraron los míos por un momento y rápidamente volvieron a ver su cereal. "Laughing Jack lo hizo". Puse mis ojos en blanco y dije: "Bien, dile a 'Laughing Jack' que deje tus juguetes en tu habitación". James asintió y terminó su desayuno, y decidió jugar en el patio trasero.

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