Dennis the Dentist

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Hola, mi nombre es Dennis. Quería compartir mi hermosa historia con todos ustedes; me enorgullezco de mi trabajo y espero que entiendas qué es lo que... necesitas. Déjame empezar por el principio.

Desde que era niño, tenía una fascinación por los dientes. Aunque fueran pequeños, grandes, sucios, limpios, no importaba; me gustaba verlos, ¡incluso tocarlos! La lisa y desigual superficie de cada diente. A veces me quedaba con mis propios dientes, en vez de dárselos al "Ratón de los dientes". Mientras crecía, mi amor por los dientes fue creciendo y creciendo. Ya sabía que quería ser un dentista, quería que mis pacientes tuvieran una sonrisa más sana.

Conocí a mi esposa en un centro comercial una fría tarde, estaba trabajando en una tienda pequeña; tenía la sonrisa más encantadora que había visto. Me había sorprendido al mismo tiempo; tenia una grande y espeluznante sonrisa en mi rostro, de seguro la había asustado. O, también pudo ser lo que le dije, porque había murmurado algo cursi sobre sus dientes. Parecía tonto, pero obviamente había hecho algo bien. Después de nuestra boda, habíamos tenido 2 hijos; Marie, de 8 años y Andy, de 6. Los dos tenían pequeñas, lindas sonrisas y cabello café como yo. Se comportaban bien, aunque a veces tenía que recordarles que usaran el hilo dental. Éramos una familia feliz, y yo tenía mi propia oficina dental por el camino, no muy lejos de donde vivíamos.

Me encantaba trabajar; ayudar a los que me rodeaban a mantener sus dientes sanos. Simplemente era el trabajo perfecto, una carrera de ensueño. Sin embargo, empecé a darme cuenta de que la gente no cuidaba sus dientes. Muchos de mis pacientes recurrentes venían por los mismos problemas; traté repetidamente de decirles que cuidaran mejor sus dientes. Mientras el tiempo pasaba había más bocadillos con azúcar, el mayor problema; traté de ayudarlos diciéndoles simplemente que cuidaran mejor sus dientes y que no dejaran que se estropearan. Simples cosas como tomarse sus sodas más rápido, menos comida chatarra, y lavarse los dientes por lo menos dos veces al día, pero nadie me tomaba en serio.

Ni mi familia me tomaba en serio, me agité mas. Mi esposa estaba más preocupada por ese estúpido techo con fugas, y después esas palabras fatales. Me dijo "Eso no es importante", ¡cómo se atreve! Basta con hablar de ese tema para que piense que no tiene importancia. Recuerdo esa noche perfectamente, fui al ático a parchar el techo; todo el tiempo pensando en los problemas. Todos esos dientes pudriéndose... esos... hermosos... dientes. Estaba buscando en la caja de herramientas el taladro eléctrico. Todo el tiempo pensando en qué podía hacer para arreglar ese problema porque nadie más me iba a ayudar.

Cuando ya había terminado de poner los parches temporales, cuando mi mente recordó con furia la pregunta "¡¿Por qué?!" ¿Cómo podía hacer que los demás dejaran de maltratar sus dientes? Mientras sacaba las herramientas; tuve una idea, no puedo hacer que la gente deje de maltratar sus dientes... así que sólo haré que vayan en la dirección correcta. Así ellos nunca dañarían sus dientes con daño innecesario. Bajé las escaleras rápidamente, aún con el taladro eléctrico; muy enojado como para dejarlo. Me acerqué a mi bolsa de equipamento dental, y encontré mis sedantes. Sabía que no tenía que tenerlos conmigo, pero por suerte, esa noche serían de ayuda. Como estaba distraído, no me había percatado de que aún estaba en la puerta.

"¿Papá... ?" Escuché detrás de mí, frotó sus ojos aún exhausto. No me había dado cuenta de que ya era tarde. Le sonreí y le hice una seña para que se acercara. Él vaciló un poco, mirándome hacia abajo, sin embargo, poco a poco se fue acercando más a mí.

"Oye, amigo..."

"Papá, ¿qué es ese ruido?"

"Nada, ¿ya te cepillaste los dientes?"

Movió su cabeza, mi corazón se hundió. Suspiré, aún sonriendo, y lo acerqué más a mí.

"Tsk, tsk, tsk, ¿cuántas veces? No te preocupes amigo" dije, su cara se torcía por el dolor, mis manos en él estaban muy apretadas.

"¡Ow! ¡Papá, me estás lastimando!"

Ignoré su llanto, y seguí metiendo la aguja en su brazo. Lloró otra vez y, ya estaba sedado. No puedo trabajar con un paciente que se mueve demasiado. Lo moví cuidadosamente hacia el sótano, decidiendo que se sentiría más relajado con su hermana.

A ella no le gustaba que la despertaran en medio de la noche, pero un sedante la ayudó en eso. Mi esposa que estaba muy ocupada viendo sus programas no se daba cuenta del favor que le estaba haciendo a nuestra familia. Mi familia tendría dientes perfectos, a ella le encantaría.

Decidí trabajar primero en los niños y después en mi encantadora esposa; los niños se ponen muy impacientes después de todo. Andy va a necesitar más trabajo, porque aún no tiene sus dientes permanentes. Di un paso atrás, viendo con orgullo mis hermosos niños sonrientes. Sus dientes tenían que ser perfectos, mi esposa me llamó, con un poco de preocupación en su voz.

"¡¿Dennis?! ¡¿Has visto a los niños?!"

"Sí cariño, están aquí abajo conmigo. Ven, nos estamos divirtiendo".

La escuché suspirar, oía sus pisadas bajar las escaleras. Sonrío al ver su hermosa cara; miró la habitación con preocupación. "¿Dónde están los niños?" me pregunta con confusión. Apunté a mi espacio de trabajo; apenas me mira por un segundo y abre la puerta. "Niños, deberían es-" Abre la puerta, lista para escoltarlos, pero se congela por temor a mi maravilloso trabajo. Ella no tenía palabras que decir. Nuestros niños sentados ahí felizmente con una sonrisa en sus pequeños rostros.

Estaba tan feliz que empezó a temblar y a llorar por la emoción. Ésto llenó mi corazón de emoción; finalmente, ella estaba aceptando la importancia de mi trabajo. Me paré detrás de ella, admirando mi trabajo. Uno de los niños finalmente se despertó del procedimiento, primero confundido, entonces luchó con los lazos que lo ataban y sus sonrisa desapareció.

Mi esposa voltea a verme, me ve con... ¿terror? ¿Por qué estaba triste? ¡¿No le gustó mi trabajo?! Una ola de ira me recorrió, mi sonrisa se hizo una mueca. "¡No me mires así, esto es un trabajo maravilloso!, ¡¿por qué no tomas en serio mi trabajo duro?!" Gruñí, acercándome más a mi esposa.

Ella mira mi ropa con sangre, sin poder responder. La amo tanto, ¿y ella hace esto? Rompe mi corazón y destroza mi trabajo duro. Mi ira se enciende más rápido que la esperanza. Lo sé, ella nunca sabrá cómo tratar esta obra de arte increíble. Haré de ella la obra maestra, entonces me agradecerá.

Busqué en mi abrigo por los sedantes, pero nada. Ya había usado la mayor parte. "Lo siento cariño, parece que tendrás que estar despierta para esto". Suspiré tranquilamente, tomando su brazo con fuerza. Ella grita, tratando de liberarse. Ella nunca fue de las personas que cuidaran mucho sus dientes, pero ella, tenía los dientes perfectos.

Sonreí otra vez, mirando las maravillosas sonrisas de mi familia. Que sensación tan increíble, ayudar a otros con sus dientes. Me sentí rejuvenecido; mi esposa tenía la sonrisa más brillante, aunque la había cortado aquí y allá. Voy a compartir mi nuevo sueño encontrado, una sonrisa a la vez.

"Ahora, ¿quién es mi siguiente paciente?"





La historia la encontré en DeviantArt, es de IvyDarkRose.

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