Sangre Densa

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Sentí los rayos del sol sobre mi cara, era un hermoso atardecer, una buena ubicación para una ventana. Una de las pocas cosas buenas de ese apartamento. Nunca había estado en el apartamento de Jonghyun cuando vivía y tampoco lo había dejado que se quedara en mi casa por mucho tiempo. Debía aceptarlo temía a lo que pudiera hacer, ese chico provocaba cosas raras en mi.
-Ya es tarde y aun no recibo la llamada de Onew- estaba hablando detrás de mí, el simplemente ignoraba mi presencia. Pero no me importaba, estaba feliz por estar a su lado aunque fuera solo un momento.
-Posiblemente aun estén con ese profesor – dije mientras empezaba a recoger algo de ropa.
-No toques eso – caminó hasta mí y me arrancó la ropa de mis manos.
-Espera eso es mío – dije al reconocer los pantalones plateados y entallados de mi marca favorita, los había comprado en Italia tan pronto salieron, mi madre me había llevado – mi madre los obtuvo para mí – los jalé de regreso.
-Estos no son tuyos, son del verdadero Kibum – dijo sosteniendo el otro lado – te prohíbo que los toques.
-Te he dicho que son míos, cantante muerto de hambre, los traje desde Italia – dije jalando con más fuerza.
-No me importa que tanto actúes como Key, no eres Key y estos no son tu pantalones –jaló de nuevo y escuché el peor sonido de la tierra, tela fina rasgándose, me paralicé al instante.
-¿Pero qué demonios has hecho? – Grité muy enfadado – arruinaste un par de costosos pantalones, no solo eso animal, este era un recuerdo de mis padres – me detuve un momento, tenía un enorme rengo de sentimientos en ese momento, me quedé viendo la tela, sentía, odio, enojo, tristeza, nostalgia, pasión era toda una gama de sentimientos. Sería por que me estaba acostumbrando a mi cuerpo o por estar cerca de Jonghyun.
-No soy ningún animal – ahora me gritaba de regreso llorando – no quiero que manches la imagen de mi amigo, no quiero que tus sucias manos cojan algo que él amaba tanto.
-Lo siento – dije notando que él tenía razón, yo ya no era ese Key. – Repararé esto mañana – dije dejando los pantalones en el sillón – te los puedes quedar – parecía que el apreciaba esas cosas, mis fotos, mi ropa, algunos de mis libros, podía reconocer todas esas cosas que había llevado a su casa.

Nunca me dio sueño, simplemente no podía dormir, tomé algo de dinero de Jonghyun y salí a comprar muy temprano, debía pagarle luego, pero no era lógico que tomara dinero de mi cuenta. Creo que tras la muerte debería empezar una vida, tal vez lejos de Jonghyun y Taemin para no causar más problemas.
Compré algunos víveres y regresé a hacer el desayuno. La cocina de Jonghyun era un desastre, por lo que me tomó más de lo que esperaba, también le faltaban muchos utensilios y solo tenía palillos de madera desechables que habían sido lavados varias veces para ser usados como vajilla normal, este chico tenía problemas.
-Buenos días – dije alegremente al ver como entraba en su ahora limpia cocina y se quedaba con la boca abierta – ve a lavarte la cara y las manos, no te serviré el desayuno si te quedas ahí todo repugnante.
-No deberías tocar las cosas de los demás – dijo algo molesto y caminó al lavabo para mojarse la cara de una forma abominable, como una persona tan descuidada podía tener tan bella piel. Le pegué con el cucharon y me vio asombrado.
-Ve a tu baño y lávate como se debe – dije ordenándole – preparé tu favorito, pero si no haces lo que te digo me lo comeré todo yo – el miró asombrado la cazuela, tiempo atrás me había dicho que era su comida favorita, eso nunca lo olvidaría. Con eso lo convencí se fue quejándose y pateando cosas hasta el baño – ¡Y no vuelvas a entrar solo con pantalones a la cocina! – eso había estado cerca, estuve por tirarlo y besar su perfecto pecho mientras tocaba su perfecta espalda, era un pervertido, un monstruo pervertido, eso era un ero-monstruo, eso era lo que debía ser. Debía salir pronto de esa casa si quería contenerme, parecía que muerto era aun más difícil que vivo.

No me habló para nada, creo que simplemente seguía molesto, pero no lo culpaba, el tenía algo de razón yo no era Key, se puso su uniforme y salió del departamento. Me quedé sentado en el rincón del sillón que me designó molesto antes de que se fuera, no quería que saliera por ahí a comprar cosas ni que tocara nada en su departamento.
-¡No puedo más! – Grité ante la desesperación de la mugre que me rodeaba.
Saqué una vieja aspiradora que encontré en el closet, que tuve que arreglar para poder sacarla, recogí todas las fotografías y mi vieja ropa y las puse con cuidado en un sillón, eran cosas que ya no me pertenecían, pero estaría muy contento que él las tuviera era le esencia de mi recuerdo en esa casa, con solo eso era feliz.
Lave los pisos, ventanas y aspiré la alfombra, saqué toda esa basura, cuando llegué a su cuarto casi muero de nuevo, latas de cerveza, revistas eróticas, cigarrillos, cajas de pizza y otras envolturas de comida cubrían una capa de ropa que parecía no haber sido lavada en años y enmarcado un montón de papeles, exámenes y tareas se distribuían a las orillas de la habitación.
-Pero que tonto eres para el inglés Jonghyun – dije levantando una hoja donde había sacado un 14 en el examen, luego vi un libro lleno de dibujos y caricaturas del profesor sufriendo varias muertes dolorosas – aunque no creo que ese sea el mayor de tus problemas. Tendré que tener una charla con ese chico sobre todos sus asquerosos vicios – decidí sacar de ese departamento todos esos asquerosos hábitos, fumar, beber, las revistas eróticas (estas últimas no eran tan malas, pero no deseaba que Jonghyun pensara en eso, también dolía).
El baño fue el mayor de los tormentos, ahora nada me salvaría ante tal desgracia, pero me armé de valor e hice que rechinara de limpio. Me debería de sentir cansado pero no podía. Me senté un momento y decidí conseguir algo de ropa, Jonghyun me había dado unas ropas viejas el día anterior. Era lo peor que había vestido en toda mi vida, pero su olor me inundaba los pulmones así que tenía sentimientos divididos ante tales prendas. Bueno cualquier cosa era mejor que el traje de mi funeral cubierto de tierra y sangre de Taemin.
Me levanté y decidí ir por provisiones y algo de ropa, mi ropa ahora era de Jonghyun así que me conformaría con algo sencillo pero con estilo. No encontré dinero, era obvio que mi anfitrión se lo llevaría para que no quisiera salir, pero eso no me impidió dirigirme al distrito comercial.
Debía buscar un trabajo o algo, pero era difícil ir por ahí con el rostro de un muerto al que buscaba la policía, unos lentes negros fueron mi primer solución, lástima que no fueran de marca, pero debía andar por ahí buscando como obtener dinero. Jonghyun tenía razón era un niño consentido que no sabría como valerse en la vida real, o en este caso en la muerte.
Por fin vi una forma de obtener dinero para ropa y la comida de esa tarde. En el parque organizaban un concurso de baile y mis habilidades eran bastante buenas. Así había conocido a Taemin, era buenos días cuando nos juntábamos en la clase de baile y luego conocí a Jonghyun porque me dijo que estaba en la misma prepa a la que yo pensaba ir que también era el lugar deseado por él. Creo que me alegraron la vida de pretensión y vacía que estaba viviendo, no puedo creer que yo haya destruido eso con mi egoísmo.
No importó más participé en ese concurso y gané fácilmente y con mi premio fui de compras. Adoraba las compras, me hacían feliz, pero ahora no podía gastar tanto. Decidí solo comprar lo necesario y volver a casa de Jonghyun a preparar la comida.

Tu Mirada en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora