Necesito tu Cuerpo

140 25 0
                                    


Un fuerte dolor inundó mi pecho ese ardor volvía y con mayor fuerza que antes. Me empecé a presionar el pecho intentando detener el dolor ya que este avanzaba por mi cuerpo, veía borrosa la escena inundada de una espesa neblina con olor azufre. Sentí nauseas y me tire de rodillas al piso que no se sentía como piso.
-¡Taemin! – la voz de Key inundó mis oídos y luego vi a mi hermano frente a mí.
-¿Qué está pasando? – Jonghyun se acercó a eso, intentando tener una explicación, me dolía haberlos metido a todos en esto, mucho más por que Jonghyun estaba aquí, se suponía que no debía saber nada, el dolor físico y emocional me dañaban y el temor de que ellos fueran culpados de mi crimen me daba nauseas, pero ahora las sirenas se oían muy distantes, estábamos escapando, pero simplemente no entendía como.
El dolor comenzó a descender y llegamos a un lugar desordenado y tapizado de fotos regadas por e piso.
-¡Mi departamento! – Jonghyun gritó mirando de un lado al otro.
-¿Taemin te encuentras bien? – Mi hermano acariciaba mi cabeza con ternura.
-¿A dónde se fue? – Key buscaba de un lado al otro a eso.
-¿Cómo llegamos aquí? – Jonghyun seguía confundido, desde que lo había visto peleando con eso mi preocupación había aumentado, no quería que él se metiera en esto, pero ahora era seguro que debíamos contarle todo. No había otra forma de explicar sobre Kibum aquí y esa cosa rondando, tal vez si él conocía todos los hechos no sería engañado de forma tan estúpida como me pasó a mí.
-¿Qué es esto? – Kibum recogió una de las fotos regadas por todo el piso de la habitación.
-¡No lo toques! – Jonghyun gritó dejando de lado su inspección y curiosidad a todo – no dejaré que manches algo tan puro – empujó a Kibum y se dispuso a recoger las fotos.
-¿Crees qué era puro? – Kibum agachó la cabeza, se veía dolido, pero yo aun no podía levantarme para evitar que Jonghyun siguiera hablando, era obvio que había lastimado bastante a Key hace unos momentos. Ya era mucho con que él mismo se llamara monstruo y ahora Jonghyun decía que no era Kibum.
-Hyung – intenté pararme pero la presión en mi pecho me lo impidió así que me aferré con fuerza a Jinki.
-¿Taemin qué pasa? – Me retorcí del dolor y sentí como lo que quemaba daba un último estrago con gran fuerza por todo mi cuerpo.
-Esa cosa lo hizo de nuevo – dijo Key acercándose a mí y luego tocó mi frente.
-¿Qué hizo? – Preguntó mi hermano.
-Dice que necesita la energía vital de Taemin para que las cosas pasen – Key me dio una mirada preocupada – pero ahora es diferente – dijo viendo como sufría – la otra vez solo se petrificó después de que regresé, ahora sufre mucho – Key me recostó sobre su regazo mientras se sentaba en el suelo, luego me empezó a acariciar la cabeza mientras me dejaba apretar su mano con fuerza.
-Déjame ver – mi hermano se agachó y empezó a desabotonar mi camisa.
-¿Pero qué...? – Jonghyun lanzó un grito, no deseaba que él lo viera, pero en este momento simplemente no podía hablar – ahora si lo mato – gritó furioso – dime donde está, tu zombie – dijo tomando el cuello de la camisa de Kibum con fuerza.
-¡No lo sé! – Gritó Kibum dando un manotazo a la mano de Jonghyun librándose del amarre- También quiero hacerle daño, pero no puedo ni tocarlo. Simplemente llegó de la nada para tomar la vida de Taemin a cambio de la mía, soy el ser más egoísta que existe – Key lloraba de nuevo, no quería verlo llorar.
-A crecido demasiado – dijo Jinki ignorando la discusión que ocurría y llamando la atención de los chicos.
-¿Crecido? – Jonghyun se agachó -¿Taemin ya tenía eso?
-Desde pequeño – dije entre mi respiración cortada con una mueca de dolor que intentaba esconder detrás de una sonrisa. No quería que Jonghyun se preocupara por mí, me hacía sentir especial pero a la vez patético.
-Tengo que llevarte con el profesor – Jinki se levantó y empezó a mirar su celular. El profesor era uno de los maestros de Jinki en la universidad estaba muy interesado en lo que mi hermano le contaba. Al principio fue escéptico, pero reconoció mi marca de un libro antiguo y después de varias insistencias de su alumno fue convencido.
Mi hermano aun buscaba en su celular cuando este empezó a sonar.
-Bueno – dijo intrigado y todos pudimos oír como la voz del otro lado comenzaba a gritar.
-¡Hijo, Taemin no está en casa! – la voz de mi madre hizo que Jong y Key voltearan a verme. – Me preocupa, hace poco me llamaron para decirme que alguien había robado el cuerpo de Kibum, quería decirle a Taeminnie y darle apoyo, pero no estaba...
-Tranquila mamá está conmigo, vino a recogerme a la universidad – mi hermano mentía, Key dejó de mover la mano que me acariciaba suavemente, parecía que apenas podía creer que había salido de esa tumba. Y Jonghyun simplemente encajaba una fuerte mirada en Kibum, llena de odio y desesperación. Las cosas no estaban bien, ignoré el dolor por un momento y me puse de pié utilizando todas mis fuerzas.
-Vamos a casa Jinki-hyung – dije mirándolo mientras que Kibum se paraba detrás de mi tratando de cuidar que no cayera.
-Pero no estás bien- Jonghyun se me acercó demasiado haciendo que mi corazón latiera y avivando el dolor.
-El tiene razón Tae, debemos llevarte con alguien – mi hermano ya había cortado la llamada.
-Creo que te llevaré al hospital en mi motocicleta – Jonghyun tomó mi mano con fuerza y luego me jaló por la habitación.
-No Jonghyun – dije intentando zafarme y muy bajo, siempre seguía preocupándose así por mí, como podría olvidarlo – no es una buena idea, los médicos no le dan importancia a esto.
-El tiene razón Jong – mi hermano miraba triste al piso – simplemente lo toman como un salpullido o alergia.
-Eso no está bien – Kibum se adelantó a decir – en ese caso llévalo con ese profesor y pronto, esa cosa le quita un poco de su vida cada vez que necesita hacer algo, como ahora que nos trajo hasta aquí.
-¿Tu cómo sabes tanto? – Jonghyun seguía mirando muy molesto a Kibum.
-Simplemente lo sé- Kibun giró su cabeza y lanzó un pequeño quejido – ¡Ya deja de ser tan petulante conmigo y empieza a preocuparte por Taemin que es el que está sufriendo más!– Key lo regañaba y hacía que su cara expresara una enorme confusión.
-Tranquilos iré con el profesor de mi hermano, pero primero debemos ir con mamá porque no quiero que se preocupe hyung – ya había causado bastantes problemas y quería salir de ahí. Jinki solo asintió y me decidió ayudar a caminar hacia la puerta del departamento.
-Voy con ustedes – Kibum se adelantaba e intentó seguirnos, pero mi hermano se detuvo y se giró.
-Lo siento Key, pero no puedes ir, tendrás que quedarte aquí.
-¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? – El grito de Jonghyun fue impresionante e hizo que Key volteara algo molesto a verlo.
-Lo siento también Jonghyun pero Kibum no puede andar por las calles y mucho menos cerca de personas que lo conocieron –mi hermano lo vio con autoridad.
-Está bien – dijo muy bajo, mirando hacia otro lado – pero ni creas que trataré a eso como Key.
-¡No soy eso! – Key se quejó – está bien Onew, no saldré por ahora, pero me llamarás al celular de Jonghyun para decirme que está pasando.
-¿Por qué mi celular?
-¡Porque yo no tengo! ¿Se te olvida que estoy muerto?
-Me voy por ahora – Jinki volvió a alzar la voz con autoridad – traten de no matarse o rematarse entre ustedes.

Cuando llegué a mi casa decidí tomar un baño caliente después de saludar a mi madre fingiendo que todo estaba bien. Lo bueno de ser un hijo tranquilo es que ni siquiera notó que llevaba las mismas ropas que ayer y que estaba cubierto de tierra.
Tras hablar con el profesor de mi hermano nos dio cita esa tarde en su casa por lo que pasaríamos el resto de la mañana y después de la comida un rato aparentando frente a nuestra madre. Ella odiaba el tema desde que éramos pequeños, pensaba que se trataba de una forma de llamar su atención y nos había llevado varias veces con diversos psicólogos, al final decidimos no hablar más sobre el tema y dejarlo como una etapa de la infancia para nuestros padres.
-¡Taemin! – mi madre gritó desde abajo en las escaleras, era algo temprano para la hora de comer. Me levanté con dificultad de la cama, por alguna razón me sentía un poco mejor – ¡Tienes visitas mi niño! – nadie me visitaba, el único que venía a recogerme a la casa era Kibum y muy rara vez Jonghyun porque inquietaba un poco a mi madre, aunque después de lo que pasó ahora lo trataba como de la familia, la muerte de Key había mostrado un lado muy dulce de Jonghyun que había cautivado a mi madre y no podía negarlo, también a mi.
Bajé por las escaleras pensando que si se trataba de Jong de seguro era por lo de Key, me sentía inquieto al dejarlos solos en ese departamento, me dolía ver a Kibum siendo tratado de esa manera, pero me dolía más el hecho de que estuviesen solos.
-Tu amigo de la escuela vino a verte – mi madre me dijo al oído y señalando hacía la sala.
-¿Qué amigo? – Me asombré bastante, no tenía muchos amigos, simplemente no deseaba que las personas que quería sintieran el miedo que había sentido, pero era idiota, simplemente me terminé apegando de las personas más asombrosas y amables del planeta y ahora estaban en esto.
-Un chico muy agradable y alto – mi madre me sacó de mis tristes pensamientos de cómo arrastraba a todos a mi pesadilla – dijo que se llamaba Choi Minho, también es muy apuesto. – Me paralicé en ese mismo instante, alto y apuesto, esas palabras retumbaban en mis oídos. *No es posible porque dijo agradable * decidí asomarme y creo que mi corazón se detuvo.
-¡Taemminie! – el chico alto de mis pesadillas ahora tenía ropa juvenil y se encontraba sentado en el sillón de mi sala, al verme simplemente se puso de pie – Señora Lee, no debió molestarse, pude haber vuelto otro día. – Mis oídos de seguro me engañaban, no era posible que esa cosa se comportaba de esa forma.
-¿Qué haces aquí? – Lanzaba una mirada llena de odio y ganas de matarlo.
-No seas grosero hijo, no vez que tu amigo Minho vino a verte – mi madre me dio un empujoncito.
-No se preocupe señora, entiendo a su hijo, han sido días duros para él – dijo acercándose y acariciando mi cabeza, yo retiré su mano con fuerza.
-¡Taemin compórtate! – Mi madre estaba muy molesta, la tonta había caído en su juego, pero no pensaba dejar que eso la siguiera manipulando.
-No mamá, no le hagas caso, él es...
-¡Ya basta Taemin! – Me jaló del brazo hacia la puerta – ahora vayan los dos a divertirse, no seas desconsiderado con tu amigo que vino a visitarte tan alegremente.
-Entonces le devuelvo a su hijo en un rato señora. Prometo que no llegaremos tarde.
-Claro que si, gracias por invitarlo ¡Diviértanse! – Mi madre me había entregado con el mismo demonio.
-Ni pienses que voy a ir a algún lado contigo – dije mientras él seguía caminando delante de mí y me detuve.
-Tarde o temprano me deberás acompañar, creí que ya te habías hecho la idea – se acercó a mí , como odiaba cuando lo hacía, me lanzaba esa mirada penetrante e invadía mi espacio personal para sus asquerosas acciones.
-Eso lo sé – dije calmándome un poco, no pensaba retroceder ante esa cosa – pero quiero que me dejes en paz hasta que nuestro trato se termine, también que no molestes a Key, Onew y más que nada a Jonghyun.
-Sigues con lo mismo – con su dedo limitaba mi cara – cada instante eres más esquicito, yo podría hacer que Key y Jonghyun no se llevaran como antes, no es difícil considerando la situación actual así tendrías una oportunidad de quedarte y poseer aquello que más deseas.
-¡Detente! – Empujé su mano con decisión – nuestro trato se queda como antes, yo me quedo hasta que ellos dos estén juntos, no pienso seguir cayendo en tu juego – comencé a caminar hacía el parque – y una cosa más – lo volteé a ver con odio – no te vuelva a acercar a mi madre.
-Pero que adorable bocadillo – ahora aparecía delante de mi rostro haciendo que retrocediera un poco – ¿Crees qué puedes decirme que hacer? – Rió con ironía – todo lo que hago tiene una razón, al final tendré el resultado que deseo, tú me odiarás con toda tu alma, por romperle el corazón a tu madre; transformar a Kibum en un ser perfecto, por destrozar las ilusiones de tu hermano y borrar la sonrisa del chico que más quisiste – se acercó otra vez a mi oído y con leve susurro lanzó las temibles palabras – así te llevaré con más placer.

Tu Mirada en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora