Acércame al Olvido

247 33 0
                                    


  Vagaba por la obscuridad, creo que ya tenía tiempo haciéndolo o tal vez no, era difícil saberlo, era como si el tiempo no pasara, como si los instantes se escaparan de mis manos ¿Cómo me vería en ese momento? Debía estar hecho un desastre, no recordaba haberme peinado, en realidad no recordaba nada, pero veía algo necesario en peinarme y arreglarme, estaba seguro que tenía que ir algún lado.
-No puedo ir a algún lado sin verme bien – dije en el enorme vació y solo escuchaba un eco. Era tan pacífico y tranquilo todo que me daba bastante miedo. Me volví a preguntar cuánto tiempo llevaba aquí para volver a descubrir que no había tiempo. No me sentía ni cansado, ni adolorido era como si mi cuerpo flotara, como si cualquier dolor desapareciera y como si la paz reinara todo mi interior. El silencio se volvía cada vez más cómodo, no escuchaba nada, ni mi respiración ni los latidos de mi corazón rompían ese funesto pero tranquilo silencio.
Seguía flotando sin dirección, creo que tampoco había dirección en ese lugar, solo era un espacio sin nada, pero con todo a la vez, supongo que el lugar más difícil de explicar eso debía ser. Me podría haber desesperado de estar ahí, pero simplemente no ocurrió, tampoco existía la desesperación o la incomodidad.
-Ya estas cerca – una suave y bella voz me hizo recuperar un poco los sentidos. Dejé de flotar y toque un piso, o eso parecía, ahora caminaba, era como si de la nada supiera la dirección correcta, mis insonoras pisadas me ayudaron a acercarme un poco más y al final de la oscuridad sentí una cálida luz en mi rostro – vamos, ven a la luz, ya no falta mucho.
Esa luz me incitaba a seguirla a sumergirme en ella, su calor y brillo me generaban un placer un a calma extremos. Todos mis sentidos volvieron el olor era lo más fresco y perfumado, mejor que las diferentes colonias que me compraba, el sabor que aspiraba mi boca era dulce y sofisticado, mejor que mis postres y bebidas favoritas, el sentimiento era suave y delicado como una bella seda o las mejores telas de mis conjuntos más preciados, a la vista era lo más brillante y hermoso más que mi imagen en el espejo, eran tan familiar y complejo, sentía como esa voz y muchas otras me llamaban a ese lugar, si ahora también podía escuchar el sonido era hermoso pero....
-Pero ... – repetí de nuevo estaba intentando recordar una pieza importante de lo que yo era.
-Pero no es tan hermoso como la voz de ese chico – una voz grave y fuerte apareció detrás de mí.
-Key, está bien, estás por llegar, solo sigue avanzando – la voz tranquila que me llenaba de seguridad me hablaba de frente.
Eran dos sensaciones tan diferentes a mis espaldas una fría y aterradora y frente a mí una cálida y amigable, me dispuse a seguir avanzando, podía ver personas que me esperaban en ese lugar.
-No puedo aceptar un no por respuesta – algo sostuvo mi brazo impidiendo que avanzara.
-Kibum, vamos juntos, no mires hacía atrás y sigue avanzando – la voz amable me seguía llamando.
-Si vas nunca volverás – la otra voz decía cosas extrañas – ¿Acaso piensas dejarlos solos?
-Negué con la cabeza – empezaba a recordar más cosas de quién era.
-¿Qué no era ese tu plan? – la voz seguía diciendo cosas y ahora había hecho que me detuviese por completo – nunca dejar a ese par solos – negué de nuevo con la cabeza.
-Key sígueme, solo ignóralo, el no tiene ningún poder aquí, tú decides –la voz amable se comenzaba a alejar al igual que la luz.
-Tu egoísmo es perfecto, tu vanidad tu mayor virtud, tu avaricia es lo que puede salvarte y tu lujuria... – la voz se detuvo y se escuchó una tétrica risita – tu lujuria es la razón por la que te he escogido. En ese lugar no hay espacio para ti.
-No es cierto Key, solo trata de confundirte – la voz amable empezaba a sonar un poco melancólica – todos son bienvenidos aquí.
-¡Calla de una vez! – la voz detrás de mi ordenó y el lugar retumbó – no vez que este chico hizo todo lo posible para que sus dos amigos nunca estuvieran juntos – sentí un horrible escalofrío era verdad, me había vuelto la tercer rueda desde que conocí a ese par, simplemente no podía permitir su felicidad era de lo peor – Es un chico vanidoso que haría cualquier cosa para conseguir lo que quiere ¿No es así Kibum? –sentí otro escalofrío.
-Es cierto – al fin podía volver a hablar, me dejé caer en el piso y la luz se alejó demasiado.
-No Key, tú no eres malo, debes venir con nosotros, nadie te juzgará, no dejes que te confunda – la voz amable seguía diciendo cosas buenas pero cada vez más difíciles de escuchar.
-Yo te puedo dar lo que tú quieres – giré mi cabeza para ver aquello que me hacía ver lo que en realidad era –te permitiré ser tan egoísta como desees, satisfacer tu vanidad con belleza eterna – una sombra negra con ojos rojos hablaba de forma fluida y alegre – te daré aquello que más codicias y... – se acercó a mí ahora tenía la forma de un chico alto y atlético, con grandes ojos que me obligaban a verlos – y alimentaré tu lujuria como siempre lo has deseado.
-No Key si vas con él nunca podrás regresar – la cálida voz dijo de forma lejana, pero parecía que la luz había desaparecido, solo me invadía esa obscuridad.
-Tú no eres... – dije girando un poco el rostro, aceptaba todos esos pecados, pero solo le correspondían a una persona y nadie más.
-Lo sé, lo sé, soy uno de los seres más inteligentes – dijo poniéndose de pie y alejándose un poco – tú quieres a Jonghyun y eso es lo que tendrás si aceptas mi trato.
-Pero Taemin – recordé por que no podía, todo este tiempo, desde que los conocí sabía que a Taemin le gustaba Jonghyun, no podía hacerlo.
-De eso ya me he encargado, de ahora en adelante tienes el camino libre, solo debes aceptar – empezó a retroceder mientras me seguía viendo.
-¿Qué debo aceptar? – dije poniéndome de pie.
-Debes darme al hermano de Taemin.
-¿Onew? – me asombró bastante, en realidad me llevaba bien con Onew, me agradaba no podía hacerle daño -¿Qué quieres con él?
-Podemos decir que si no lo detengo se volverá un fastidio para mí.
-Lo siento pero no puedo – dije mientras me arrepentía de todo.
-Supongo que no me quedará otra cosa que intentar hacer un trato con Jonghyun, al tipo no le queda mucho tiempo de vida, así que puedo intentarlo.
-Espera ¿Qué le pasa a Jonghyun? – me asombré al oír esto, esa tarde lo había dejado bien, algo triste y molesto pero estaba bien. Mis padres me habían ido a recoger del centro comercial por un compromiso y me habían encontrado con Jonghyun. Ese no había sido el problema, Jonghyun me abrazaba por las hirientes palabras de Taemin, pero solo era un abrazo para consolarme, nada más, aunque mis padres no lo interpretaron de buena manera. Fue cuando pasó, discutían entre ellos mi padre le gritaba a mi madre que ella me había hecho gay por tanta moda que me había impuesto y siempre me trataba como niña. Mi madre le gritaba que eran sus exigencias y comentaba sobre su familia yo solo me quedaba tapando mis oídos en el asiento trasero intentando soportar todo, pero todo se vino debajo de un momento a otro, sentí un poco de dolor, pero no más solo fue un momentáneo dolor y luego la paz y este lugar.
-Si no vuelves, morirá pronto – dijo esa cosa en mi oído al ver que me había perdido en los recuerdos que acababan de volver.
-No espera – simplemente no podía dejar que eso pasara, empecé a llorar – hagamos ese trato, pero prométeme que Taemin estará a salvo y Onew no pasará por nada malo. También debes prometerme que Jonghyun no tendrá nada que ver en esto.
-Lo prometo –dijo con una sonrisa el chico – ahora despierta.
Sus últimas palabras me confundieron, pero de un momento a otro me sentía pesado de nuevo, sentía como había ruido en mi interior, pero era diferente mi corazón seguía callado luego escuché voces.
-Te vez tan apetitoso cuando cavas – reconocía un poco esa voz.
-Deja de jugar por ahí y cava, parece que cavo más rápido que tú – esa voz era aun más familiar.
-Eso jamás, muévete mi suculento bocadillo.
Un golpe se escuchó, abrí los ojos y sentí que no me podía mover libremente, me empezaba a desesperar, pero aun así no me podía mover para entender donde estaba.
-Parece que ya está aquí – en ese momento me di cuenta donde estaba, era un ataúd, estaba encerrado en un ataúd, obscuro y espantoso, con un fuerte olor a tierra. Grite y patalee todo lo que pude, empecé a arañar la tapa.
-¡Key! – alguien gritaba mi nombre, escuché que alguien más golpeaba y arañaba hasta que por fin se abrió – Kibum – un chico de cabello rojizo con la mirada llorosa y lleno de tierra abrió la tapa de esa trampa mortal y ahora me veía de frente mientras yo estaba acostado y confundido.
-¿Taeminnie? – me asombré bastante al ver llorando a mi niño de esa manera, pero me senté para verlo mejor hincado sobre la otra mitad de la tapa de la caja.
-Kibum, no me vuelvas a dejar así – dijo abrazándome con fuerza, solo pude corresponder a su abrazo, su cuerpo estaba helado lo sabía aunque el mío también estuviese helado.
-Toma Taemin – me separé un poco y me quité el saco negro que traía – estás helado – se lo di y él me volteo a ver para estallar en el llanto mientras se lo ponía torpemente.
-Soy la peor persona del planeta –dijo entre el llanto y yo me empecé a levantar del lugar viéndolo confundido. Taemin era la persona más bondadosa e inocente que conocía no tenía por qué decir eso.
-Eres la mejor persona que conozco Taemin – dije agachándome enfrente de él, saliendo por fin de la horrible caja para muerto. – Hasta viniste por mí – ahora tenía una vaga idea, estaba en un cementerio, había estado enterrado pero Taemin me había salvado.
-Es hora de correr – dijo el chico alto que estaba fuera del hoyo y desapareció en un abrir y cerrar de ojos del borde. Luego escuchamos unas voces y voltee a ver a Taemin, el me miró asustado y salimos rápidamente del sepulcro y corrimos detrás de ese otro chico que iba a gran velocidad sin siquiera voltear.
Cansados y de milagro llegamos hasta unas calles luego donde el chico nos esperaba recargado en una pared.
-Son muy lentos – dijo sonriendo de nuevo, había algo en su sonrisa que me causaba pavor –creí que los atraparían y no podría seguir disfrutando.
-Tú nos dejaste atrás – Taemin dijo con la respiración cortada.
-Eso no me importa, no me puedo preocupar por un simple humano y un no muerto –volvió a lanzar esa risita –además si te atrapan mi bocadillo, puedo comerte donde sea. Es solo que no sería tan entretenido como ahora, cuando me aburra todo acabará – de la nada apareció detrás de Taemin, era como si se hubiese desvanecido y aparecido en un nuevo lugar, me asombré pero luego reconocí esa voz, esos ojos y ese cuerpo.
-Ya lo sé, no sigas repitiéndolo – salto algo asustado y se alejó un poco, era obvio que le tenía miedo a esa cosa.
-¡Ya déjalo! – Dije al ver como acercaba su rostro más hacia la oreja de Taemin. Mi cabeza me empezó a doler.
-Parece que empiezas a entenderlo – ahora el chico estaba junto a mí y ponía su mano en mi hombro – espero que recuerdes todo rápido, así podré llevarme lo que me corresponde.
-¡Suelta a Key!– Taemin lo empujó y lo veía bastante furioso – no vez que acaba de levantarse, dale tiempo para que entienda lo que pasó – ahora comenzaba a llorar de nuevo.
– Me pregunto si no te darás cuenta o si lo haces a propósito – el chico aparecía de nuevo en otro lado, ahora junto a Taemin – pero cada vez estás más suculento, tengo tantas ganas de probarte en este momento.
-Dijiste que Taemin estaría bien – dije mirando molesto como ese algo tocaba a Taemin y decía cosas como esas. El dolor de mi cabeza se volvió más agudo y las memorias comenzaron a fluir.
-¿Key estás bien? – Taemin corrió hasta donde me había agachado presionando la cabeza, pero me había dado cuenta de una horrible verdad, algo que temía demasiado y de la tontería que había cometido.
-Yo debería estar muerto.
-Tranquilo Key, todo estará bien – ahora Tae tenía su mano en mi espalda, podía sentirla pero era tan diferente al sentimiento de mi cuerpo. Mi corazón seguía sin latir, mi piel estaba muy pálida, no sentía ni frio ni calor pero percibía la temperatura de la mano de Tae, ahora era algo así como un zombie, no era humano, solo los restos de lo que una vez fue humano.
-No sé porque sufres, si te he otorgado la belleza eterna – la odiosa voz hablaba de nuevo – ¿Qué no era eso una de las cosas que buscabas?
-No de esta manera – ni siquiera podía llorar, simplemente no tenía lágrimas mi cuerpo ya no era el de un humano – me has vuelto un monstruo.
-Claro que no podías volver como un humano normal, deberías agradecerme ahora eres un ser más cercano a la perfección, sin cansancio, sin dolor, sin lágrimas, sin necesidad de respirar o comer, solo disfruta – su voz retumbaba en mi cabeza.
-¿Qué le hiciste a Kibum? – Taemin se había parado enfrente del otro chico.
-Lo hice mejor – contestó con una sonrisa y luego se acercó a su rostro – quieres que haga lo mismo contigo, te aseguro que tiene muchas ventajas – movió un mechón de su cabello detrás de su oreja – disfrutarías mucho mi interesante bocadillo – la lengua de eso tocó la oreja de Taemin haciendo que se estremeciera.
-¡Teníamos un trato! – Grité molesto al ver como Taemin era manipulado por eso.
-Sí, aun lo tenemos, pero tú no has cumplido tu parte – dijo sonriéndome y Taemin volteó a verme confundido – además el también hizo un trato conmigo. Si no, simplemente no hubiera considerado traerte de regreso, pero luego vi potencial en ti.
-¿A qué te refieres? – Taemin lo volteó a ver de nuevo, pude ver algo de miedo en sus ojos – creí que con mi trato bastaba, fue mi culpa – eso empezó a reír.
-Mi dulce bocadillo tiene un alto grado de inocencia, eso lo hace más apetitoso – tomó con su mano el rostro de Taemin – tu amigo murió por un accidente, yo no tuve nada que ver con eso. Gracias por ser tan cándido, manipularte de es muy sencillo, ahora su lengua pasaba por el contorno del rostro de mi amigo mientras este tenía la mirada perdida y lloraba en silencio, había sido engañado igual que yo, ambos le habíamos vendido nuestra alma al diablo.  

Tu Mirada en la ObscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora