Capítulo 26 || Imanes

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     — ¡Harper!, necesito tu ayuda — dije llegando a la habitación de Harper
     — ¿Qué pasa? — dijo
     — ¿Podrías hacer lo mismo que me hiciste hoy en la cara?
     — ¿Qué el maquillaje?, a Jos le gusto ¿verdad? — me miró pícaramente y yo sólo rodé los ojos
     — No, es sólo que es una larga historia
     — Cuéntale a la prima Harper — dijo Harper dando unos golpecitos a su cama indicando que me sentara

(...)

     — O sea que buscarán "aliados" para que sus planes funcionen
     — Sí
     — Y tú serás un tipo "imán de aliados"
     — Sí
     — Y... ¿Quieres que te maquille de ahora en adelante para atraer gente?
     — Sí no es mucho pedir
     — ¡Para nada!, de hecho, eso no te bastará para atraer gente — dijo Harper parándose de su cama y examinándola
     — ¿A qué te refieres con eso? — dije con cierto miedo
     — ¡Cambio de look! — abrí los ojos como plato
    — No no no Harper, eso no — me paré de la cama
     — Ay, ¡vamos!, ¿quieres que su plan maestro funcione?
     — Sí
     — Entonces, ¡manos a la obra!

(...)

     — ¡Harper!, ¡____! Jos llegó — dijo mi mamá en la mañana antes de ir a la escuela
Aún no estaba lista, Harper todavía no terminaba de maquillarme
     — Ay, dile que se vaya, nosotras tomamos un taxi, aún no estoy lista — grité desde mi habitación
    — Ok

     Jos se fue y minutos después Harper terminó de arreglarme
     — Y... Listo — Harper quitó la brocha de maquillaje de mi rostro — Wow, debo admitir que es extraño que luzcas mejor que yo
     — Ok, solamente me pongo mis lentes y nos vamos — dije — ¿llamaste el taxi? — dije poniéndome los lentes de contacto
     — Llamé a algo mejor — terminé de ponerme los lentes y la miré
     — Harper, si crees que viajar en metro o camión es mejor, te advierto que...
     — Bueno, si quieres viajar en metro o en autobús adelante, cancelaré el Uber que encargué
     — Espera, ¿encargaste un auto de Uber?
     — No, encargué un burro, ¡por supuesto que sí ___! — recibió un mensaje — oh, ya está afuera, vamos — me jaló de la muñeca, yo tomé nuestras mochilas y salimos de la habitación
— ¿Con qué piensas pagarlo? — dije a Harper quien me arrastraba hacia la puerta
— El conductor es conocido, me debe muchas — dijo Harper quien estaba a punto de abrir la puerta
— ____ Baker Adams, ¿qué traes puesto? — exclamó mi madre asombrada
— Lentes de contacto, tacones, labial... La lista es demasiado larga — dije a mi madre
— Lo sé pero... ¿Quién se murió? — si mi madre está impresionada por mi arreglo personal imaginen cómo visto regularmente
— Nadie, es sólo que ____, se quiso arreglar y listo, ahora nos tenemos que ir, hay un Uber afuera esperando y no queremos que se vaya — dijo Harper
— Oh, ya entiendo, es por un chico ¿o no? — dijo mi madre
— ¡Sí!, eso es, es por un chico — dije, no quería que mi madre descubriera el plan
— Mmm, es Jos ¿no?
— Sí, es el, adiós tía — dijo Harper jalándome hacia la salida y cerrando la puerta detrás de nosotras...
— ¡Qué acabas de hacer Harper Montserrat Rojas Baker! — reclamé
     — Te salvé de llegar tarde, ¡vamos!
Desvíe mi vista hacia la acera y el auto que nos llevaría no era nada más ni nada menos que una limusina Hummer negra
     — ¿Vamos a viajar en eso? — dije atónita apuntando el auto
     — Si te ves con tus etilo debes de viajar con estilo — me jaló de la muñeca hacia el vehículo

(...)

     — Bueno, baja ya, los chicos deben de estar esperando donde acordamos — dije a Harper quien no bajaba de la limusina
     — Espera, si ya estás vestida con estilo y viajaste con estilo debes bajar con estilo, ¡Jaime!, la puerta
     — Por milésima vez en este viaje Harper, no soy "Jaime" tú bien sabes que mi nombre no es ese — dijo el chofer
     — Y tú bien sabes quién te ayudó miles de veces quien te ayudo a salir de prisión así que, Jaime abre la puerta — el conductor bajó del asiento del piloto para abrir la puerta
     — Harper, ¿no crees que vayamos a llamar la atención? — dije a Harper
     — Tienes razón — comenzó a hurgar su bolso — toma — me entregó unos lentes de sol — si vamos a llamar la atención — se abrió la puerta de la limusina — llamémosla bien — guiñó su ojo, se colocó sus lentes y se dispuso a salir

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