Dipper quería pastel gratis, y esa era la única razón por la que había querido ir con Bill. Sin embargo, por alguna razón, aún estaba decidiendo que ropa ponerse, caminando de un lado a otro por su habitación. Se encontraba hablando con Bill por celular, le había llamado desde hace ya una hora, preguntándole qué debía de usar. Es decir, no te podías poner cualquier conjunto de ropa si se supone que ibas a probar pasteles para tu boda. ¿No?
Exacto. No podías. Sería ridículo usar ropa muy informal, y sería aún más ridículo usar ropa muy formal.
—Es que no me puedo poner lo que sea, Bill ―dijo Dipper por quinta vez, provocando al rubio reír a través del celular.
"Claro que puedes, Pino, no exageres"
Contestó Bill, haciendo a Dipper gruñir. Llevaban una hora discutiendo acerca de lo mismo, y Dipper en verdad no podía creer que Bill no entendiera la importancia de la ropa en una situación así. Tenían que fingir, y tenían que actuar adecuadamente. La gente que les iba a dar pastel necesitaba creer que ellos en verdad estaban comprometidos, sino, no serviría de nada.
―Eso dices tú, porque con lo que sea que te pongas te ves bien, y pareces niño rico, Bill... ―murmuró Dipper con un tono molesto, haciendo a Bill soltar una carcajada a través del teléfono. Dipper rodó los ojos.
Bill era egocéntrico, y vanidoso, era obvio que el ego se le subiría aún más a la cabeza si a Dipper se le ocurría decirle algún cumplido. Lo cual siempre terminaba haciendo, por alguna extraña razón. Y Bill siempre sonreía con autosuficiencia o se reía de Dipper; que se joda, pensaba el castaño siempre que eso pasaba, y le dirigía una mirada fría y cansada.
El castaño estaba seguro de que si Bill estuviera presente, junto a él, entonces Dipper ya le habría dirigido una mirada asesina, haciéndole cerrar la boca, y que parara de reír. Pero esta vez estaban hablando por teléfono, y Bill no lo podía ver, haciendo a su risa alargarse más de lo normal.
Típico. Si tenía la oportunidad, se burlaría de Dipper.
"Sólo ponte algo, Pino, y hazlo rápido." Dipper escuchó un poco de ruido por el celular, y luego escuchó el distintivo sonido de la puerta de la casa de Bill abrir y cerrarse. "Ya estoy saliendo de casa"
Dipper frunció los labios, y suspiró profundamente, mirando a su closet con los ojos entrecerrados. Tenía una idea de lo que podía ponerse, pero incluso si en verdad fueran pareja esa idea era demasiado cursi, y melosa. Negó con la cabeza, y masajeó el puente de su nariz.
―¿Qué traes puesto? ―le preguntó, y Dipper escuchó atentamente. La línea estaba en silencio, sólo escuchaba el viento chocar contra el teléfono. Esperó unos segundos más, dispuesto a hablar de nuevo, hasta que escuchó la risa disimulada de su mejor amigo.
"¿Seguro de que quieres hacer esto? Sería un paso muy grande en nuestra relación, mi amor"
Dipper rodó los ojos al escuchar a su amigo, y reprimió una risa, intentando sonar molesto. Siempre era así. Cuando Bill hacía una broma estúpida, Dipper aguantaba las ganas de reír, y molestaba al rubio por ser un idiota con bromas aún más idiotas. Era algo normal. Después de todo, para eso están los amigos, para hacerte sentir vergüenza de tus malos chistes.
―Colores, Bill, colores ―respondió el castaño, fingiendo un tono cansado y harto. Escuchó la risita de Bill, y Dipper sonrió disimuladamente, con ganas de golpear a su amigo. Odiaba que Bill tuviera esa facilidad para hacerle reír, para hacerlo feliz.
Negó la cabeza con suavidad, así eran las cosas entre todos los mejores amigos. Tenían una especie de súper-poder para hacerte feliz en cualquier momento, incluso en los más difíciles, incluso cuando ambos tenían problemas. ¿No?
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Pastel de bodas 【 BillDip 】
FanfictionBill quería pastel gratis, Dipper también. Terminaron con más de lo acordado. ➢Amigos a Amantes!AU Gravity Falls y personajes pertenecen a Alex Hirsch. © Fanart de portada pertenece a Marcia. © Derechos de autor reservados. ©