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El momento en que Bill despertó, Dipper continuaba acurrucado en la cama, con las cobijas cubriendo todo su cuerpo e incluso sus cabeza. Bill dejó escapar una risita y se puso de pie antes de bajar a la cocina. Dipper no era el tipo de persona que despertaba temprano por la mañana, de hecho, si le era posible, incluso era capaz de despertar hasta por la tarde; Dipper era el tipo de persona que disfrutaba de dormir tarde, y despertar tarde. Ésto le daba a Bill la ventaja de poder hacer un desayuno y llevárselo a su amigo a la cama mientras éste aún permanecía dormido.

Por supuesto que en la cocina se encontraban sus padres, y su hermano menor (Phil probablemente despertaría hasta el día siguiente). El problema por supuesto no era su familia, no. El problema era simplemente que su familia era de aquel tipo de personas que disfrutaban inmensamente de hacer sufrir al prójimo. Por supuesto que no perderían la oportunidad de burlarse de Bill y sus acciones aparentemente domésticas.

Sin duda, su familia tenía bien sabido que Bill estaba total y perdidamente enamorado de Dipper, y no sólo eso, sino que también sabían aquello que se encontraban haciendo ambos con respecto a la boda falsa y el pastel gratis. Así que al tener todo eso en cuenta, Bill estaba esperando que su familia hiciera unas cuantas bromas referentes a Dipper siendo su esposo y qué no. Lo que no se esperaba en ningún momento, fue que en lugar de bromas, sus padres y hermano se encontraran preocupados por lo que sucedía.

—Bill, ¿estás bien? —preguntó su madre mientras él se encargaba de hacer panqueques con moras y chocolate. Así le gustaban a Dipper.

—Uh, sí. ¿Por qué? —respondió mirando a su madre con una expresión llena de duda, y los ojos de ella se suavizaron totalmente, mirándole con cariño y dulzura.

—¿Estás seguro de que el tema de la boda no te afecta? —preguntó su padre antes de dar un sorbo a su café, y Bill se obligó a sí mismo a darse la vuelta, dándole la espalda a su familia.

—¿Por qué habría de hacerlo? Es sólo una especie de juego —respondió en un tono apenas más alto que un susurro, y decidió que eso sólo les haría preocuparse más. —No se preocupen, estoy bien, en serio.

—¿Por qué no hablas con él? —escuchó Bill que preguntó su hermano, y Bill sonrió levemente de lado, preparando otro panqueque. —De lo que sienten, ya sabes.

—Porque no es correspondido, Will —murmuró Bill, sirviendo un poco de jugo de naranja en un vaso. —Y así está bien, no sabría qué hacer si lo fuera.

—Casarte con él —dijo su madre como si fuera la cosa más sencilla del mundo. —Lo amas desde que eras sólo un niño, luego un adolescente, y ahora aún lo amas; y él a ti, estoy segura. 

Bill guardó silencio, aún haciendo el desayuno y arreglando todo para que se mirara de cierta manera bonito o por lo menos un poco bien hecho. No entendía por qué su familia quería hablar sobre eso, y definitivamente no entendía el por qué ellos decían que Dipper también le amaba, cuando era más que obvio que sí, lo hacía, pero sólo cómo un amigo. Bill no estaba dispuesto a exponer sus sentimientos a Dipper sólo para ser brutalmente rechazado, y romper la mejor amistad que ha tenido en su vida.

No quería romper su corazón más de lo que ya estaba, y no quería alejar a Dipper de su lado. Y si tener una boda falsa era lo más cercano que podía tener a una relación con él, entonces podían apostar a que la tendría. Llevaba años intentando hacer que Dipper se enamorara de él, coqueteando; llevaba años amando a Dipper, y aún así las cosas parecían seguir iguales. Probablemente su mejor amigo estaba perdidamente enamorado de una chica bonita de ojos verdes con cabello rojizo, o quizá estaba enamora de una chica con ojos azules y cabello negro.

No le importaba, porque definitivamente Dipper no estaba enamorado de Bill, y eso era probablemente una de las pocas cosas que tenían el poder de destrozar el corazón del rubio una y otra vez. Lo único que le interesaba de eso, era saber si la chica en verdad amaba a Dipper y Bill se aseguraría de que ella fuera merecedora del corazón de su mejor amigo. Pero en serio, Bill jamás sería esa chica; en primer lugar porque Bill era un chico, no una chica. En segundo lugar, porque simple  sencillamente, Dipper no lo amaba, y de eso Bill estaba seguro. Quizá.

Pastel de bodas 【 BillDip 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora