—No, Bill, no te voy a decir nada —dijo Dipper con tono burlón, probablemente, por décima vez en los últimos cuarenta minutos que llevaba hablando con el rubio.
"Pero, imagina esto." Le respondió Bill al otro lado de la línea telefónica. "Tú me dices, yo te digo, ¡y resultan ser los mismos esquemas de colores, y adornos!"
—No lo creo —respondió Dipper, marcando con un pequeño señalador de páginas, un adorno en específico. —Somos muy diferentes, tú y yo.
Dipper escuchó a Bill hacer un sonido pensativo, y puso su total atención a la conversación. El silencio se alargó por unos segundos más, y Dipper lamió sus labios, acomodando su posición en la silla de su escritorio. Sabía que Bill a veces no respondía por momentos, simplemente para disfrutar del silencio, o para dar malas noticias. Ese momento no era ninguno de los dos anteriores, y Dipper sintió que el silencio de Bill se debía a lo último dicho en su conversación. Quizá lo había ofendido, o lastimado. Estuvo a punto de disculparse cuando, sin aviso, escuchó la risa irónica y burlona de Bill.
"El libro, página 258" Le dijo Bill, y él frunció el ceño, inclinando un poco su cabeza. "Vamos, Pino, página 258" Repitió Bill, y Dipper se obligó a sí mismo a buscar la página.
—¿Eso qué? —le preguntó, casi como si lo estuviera retando, y escuchó a Bill soltar una risita.
"Segundo esquema de color, figura (C)" Indicó Bill, y Dipper dirigió su mirada a ese lugar, en el libro, sonriendo divertidamente al notar que eso era justo lo que él había marcado. "Te encantó desde el momento que lo viste, lo sé; probablemente hasta lo marcaste cómo la recepción que, en definitiva, tenemos que usar. ¿Me equivoco, Pino?"
—Página 421, Cipher —dijo y sonrió cuando escuchó a Bill cambiar las páginas en el libro. Cuando no escuchó más, se acomodó, nuevamente, en la silla de su escritorio, y pasó su mano por las imágenes impresas. —Centros de mesa, cuarto esquema de color, pero con más dorado. ¿No es así, Bill?
"De acuerdo, Pino. Llego por ti en quince, la hora de la cita se acerca, apresúrate." Le dijo Bill después de haber escupido un balbuceo inentendible, y terminó la llamada. Dipper rió, dejando su celular en el escritorio, y se puso de pie al tiempo que cerraba el libro.
Miró con cariño ambos objetos reposando en su escritorio, y nuevamente pasó sus dedos con suavidad, por el libro. Trazando cada una de las letras grabadas en la portada. "Gran Boda." Dejó sus ojos ir hasta su teléfono celular, pensando en Bill y su estúpido cabello rubio, sus tontos ojos color miel con toques verdes y cafés, que hacían parecer que su color era en realidad dorado. Pensó en su molesta sonrisa, y en su maldita risa llena de diversión y sinceridad.
Quizá estaba mal; pensar así de Bill, su mejor amigo, quizá incluso era un completo error hacer lo que estaban haciendo. Fingir que eran esposos-prometidos, y planear una boda falsa. Tal vez, haber tomado esa decisión había sido una de las peores que jamás había hecho. Tener el anillo, de oro con diamantes Swarovski incrustados haciendo una figura tan significativa para ambos, lo volvía loco. Era simplemente un constante recordatorio de que Bill no era más que su mejor amigo, un sueño lejano a quien únicamente podía acompañar a cada paso y mirarlo con cariño, siempre manteniendo su distancia, manteniéndolo lejos, sin siquiera tocarlo, para jamás perderle.
Suspiró con cansancio, y caminó al rededor de su habitación, colocándose una sudadera y sus zapatos. Se mordió el labio cuando tomó su celular, revisando la hora, y se dio cuenta de que en menos de tres minutos, Bill llegaría. Bajó las escaleras con su celular y el libro entre sus manos, y se acercó a su madre y hermana, quienes se encontraban en la cocina, comiendo un poco de pastel que Mabel había comprado, sólo porque sí.
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Pastel de bodas 【 BillDip 】
FanfictionBill quería pastel gratis, Dipper también. Terminaron con más de lo acordado. ➢Amigos a Amantes!AU Gravity Falls y personajes pertenecen a Alex Hirsch. © Fanart de portada pertenece a Marcia. © Derechos de autor reservados. ©