Durante todo el camino tanto Andrea como Samuel no hablaron, ella aun estaba ofendida por lo que él le hizo, y algo confundida, por su comportamiento, estaba ofendida si, pero no se sentía furiosa, o algo por el estilo, solo sabia que Samuel había sido un bruto con ella, "Aunque ahora que lo pienso, yo también me pase un poco, pero eso no le daba derecho a tocarme y menos ahí!" "Pero gracias a eso pude descansar mis pies aunque fuera un poco" pensó y esbozo una sonrisa.
Samuel: Se acordó de un chiste?-pregunto mirándola y ella rodo los ojos.-¿No me hablara? Muy bien, no hablemos entonces.
Andrea: Eres un animal.-dijo seria y este comenzó a reír.
Samuel: Sigue enojada por lo que paso? No se lo tome tan apecho señorita, además fue su culpa, por no hacer las cosas bien. Ya hace mucho que necesitaba que alguien la pusiera en cintura.-dijo divertido y ella miro por la ventana de nuevo.-Esta bien, ya llegamos.
Andrea: Bien, adiós Samuel y...gracias.-dijo y bajando pero el le detuvo sujetándole la mano y ella lo miro a los ojos sintiendo un cosquilleo en la mano.
Samuel: De nada señorita.-dijo y la solto, pero cuando Andrea apoyo los pies en el suelo, hizo una mueca de dolor, y como no le iban a doler y arder si estaba llena de ampollas y algo irritados.-¿Que pasa?-pregunto bajándose del auto.-Lo ve y así quería venirse caminando!
Andrea: No me regañes, yo que me iba a imaginar...
Ignacio: Andrea! Por fin llegas hija nos tenias preocupados, donde...que te paso en los pies?-pregunto al mirárselos.
Andrea: Se me descompuso el auto papá, y tuve que caminar algunos metros para pedir ayuda hasta que me encontré con Samuel y el se ofreció a traerme.-dijo mirándolo.-No quiero caminar hasta mi cuarto papá.
Ignacio: Ahora mismo llamo a los empleados para que...
Samuel: No hace falta señor.-dijo tomando a Andrea por sorpresa y la cargo entre sus brazos.-Si quiere yo la puedo llevar hasta su cuarto.
Ignacio: Si por favor muchacho, yo la llevaría pero, tuve un problema con mi brazo y me duele.-dijo mientras Samuel comenzaba a caminar con Andrea.
La sensación de ser cargada de esa forma por Samuel fue tan tierna y placentera para Andrea que no pudo evitar rodear su cuello con sus manos y pego su cabeza al pecho de Samuel, pudo haberse opuesto, de echo estuvo a punto de decirle que no quería que la llevara, pero agradeció a su cobardía por ganarle a su orgullo y no hacerlo, estar entre los brazos de Samuel era tan cómodo que hasta podría quedarse dormida ahí mientras el la conducía a su habitación.
Samuel: Listo señorita Andrea.-dijo abriendo la puerta de su habitación y la acostó con cuidado en la cama, mirándola a los ojos sin quererse despegar de ella, pasando la lengua por sus labios mientras miraba los de ella.-creo que debo irme.
Andrea: No.-dijo y él la miro sorprendido.-Quiero decir, no antes de que me pases la pomada para que la unte en mis pies, esta ahí en el buro.-le indico y él asintió caminando hasta ese lugar.
Samuel: Bueno aquí vamos.-dijo sentándose en la cama y sujeto con delicadeza el tobillo de Andrea para colocarlo sobre su pierna, y comenzó a pasar la crema por la zona afectada, viendo como Andrea echaba la cabeza hacia atrás y suspiraba, la crema era extremadamente relajante. Mientras aplicaba la pomada se pudo dar cuenta de lo cual delicados y suaves eran sus pies, recorrió todo su cuerpo con la mirada, sus largas piernas atreves del pantalón, sus manos largas en las cuales se estaba apoyando, la línea de la garganta, su barbilla que era como si lo estuviera tentando a morderla y sus labios los cuales estaban entreabiertos, ¿Desde cuando Andrea había cambiado tanto?..