25.-Cita

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Samuel llego a la hacienda agotado y sin ganas de hacer nada más que acostarse a dormir y descansar hasta el dia de mañana que tenia que revisar algunos detalles sobre la construcción de la que se estaba ocupando Abram, aunque su amigo era el un arquitecto tan bueno y preparado como él, sabia que su perdición eran las mujeres y no quería que por ello fuera a descuidar la obra, así que revisar que todo estuviera bien de ves en cuando no era mala idea.

Comenzó a quitarse la camisa mientras se dirigía a la cama, y se sentó quitándose también los zapatos y calcetines, dibujando una sonrisa cuando se le vino a la mente lo que había pasado esa tarde. "Dios...si no hubiera llegado la señora Cayetana en buen lio me hubiera metido, gracias por no permitir que nada pasara" pensó y se acostó a dormir...

Samuel: Si, si lo se pero de todas formas por favor, necesito que me informes sobre todo lo que pasa con la construcción.-dijo mirándose al espejo mientras las gotas de agua caían por su cuerpo, el cual estaba cubierto por una toalla al rededor de su cadera.

Abram: Pero si te digo que todo esta bajo control.-le aseguro mientras reía.-Eres muy exagerado he, me ofendes al no confiar en mi, como si no me conocieras.

Samuel: Por que te conozco estoy preocupado, es la primera ves que no trabajamos juntos y...

Abram: Lo se, cuando trabajaba contigo no ponía mucho de mi parte, nada para ser exactos pero ahora si, tu me encargaste este proyecto y no te fallare Samuel, aunque esta bien...si así te sientes mejor, te enviare los resultados de como avanza la obra cada fin de semana si?

Samuel: Gracias Abram.-dijo y escucho como su amigo reía.

Abram: De nada, y ya deja de ser tan preocupado, mejor disfruta la vida, porque la juventud acaba eh, y con ella la belleza del ser humano, así que...a disfrutar, que viejito nadie te va a querer.

Samuel: Lo tomare en cuenta, adiós.-dijo sonriendo y colgó. Pensando en lo que le había dicho Abram, tal ves tenia razón, ya era tiempo de pensar en algo más que no fuera trabajo...

Andrea se removía entre las sabanas mientras evitaba escuchar el canto del gallo, pero no podía evitarlo, estaba a unos cuantos metros era cierto, pero parecía que se ponía una bocina y un micrófono en el pico y ya estaba harta.

Andrea: ¡¡Aiiii!! Pero que maldita manía de ese pajarraco el cantar a las 7 de la mañana!!-grito bajando las escaleras mientras Petra servía en desayuno.

Petra: Buenos días mi niña.-dijo sonriendo a ver la cara furiosa de ella.

Andrea: Nada de buenos días, quiero que ya mismo piensen en una buena comida para matar a esa cosa con plumas.-dijo poniendo sus manos a los costados de su cintura y Cayetana e Ignacio sonrieron.

Ignacio: Gracias por la recomendación Petra, el gallo fue un buen despertador para Andrea, el único capaz de levantarla.

Andrea: Ahaaa ósea que fue tu idea nana!-le dijo enojada mientras la señora reía.-No se rían no es gracioso, yo debo dormir mis diez horas porque sino las mascarillas que me embarro en toda la cara y con olor horrible no sirven para nada.

Cayetana: Mejor deja de hacer berrinches y ven a desayunar con nosotros.-dijo dedicándole una sonrisa y Andrea bufo aceptando ir hasta ellos.

Petra: ¿Bueno? hacienda del Junco?-contesto cuando el teléfono comenzó a sonar.

Samuel: Hola Petra, eheee disculpa sabes si Andrea ya esta despierta?-pregunto mirando su reloj.

Petra: ¿De verdad piensas que ella se levantaría a las 7 de la mañana?-le contesto sonriendo mientras miraba a Andrea quien se servía un poco de leche.

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