Besar a Andrea era lo que Samuel había estado esperando desde que ella llego, probar de nuevo los labios de Andrea bajo los suyos, amoldándose tan perfectamente como lo había sido la primera ves que se besaron, o bueno, que la beso, era simplemente magnifico, al principio Andrea se resistió pero había mucha gente mirándolos, y no estaba muy convencida de hacer un escandalo, además aunque se lamentara también deseaba ese beso, y cuando Samuel la rodeo con los brazos haciendo que sus cuerpos se fundieran, ella perdió completamente la voluntad y entonces el beso cobro vida, y sus manos también rodeando el cuello de Samuel y profundizándolo más.
Andrea: No!-dijo separándose de él, pero aun la tenia sujeta de la cintura y los ojos brillantes por el deseo y pasión de Samuel la paralizo y excito.
Samuel: Si...-susurro sin dejar de mirarla a los ojos y se acerco de nuevo a besarla, rozo sus labios con delicadeza, como si estuviera probando su sabor, sin prisa, mientras acariciaba su mejilla y Andrea suspiro para después aceptar el beso como era debido, eliminando todas sus defensas, no podía negarse más a esto.
Samuel tenia unos labios maravillosos, suaves, y voluminosos, con un exquisito sabor a fruta, el beso se convirtió en ardiente, pasional, y cargado de furia y deseo, su desenfrenó los hizo perder todo sentido, hasta que sintieron que les faltaba el aire y se separaron mirándose a los ojos sin saber que decir.
Andrea: ¿Por qué me besaste?
Samuel: Porque quise señorita Andrea, y por las patadas que me dio, aunque se merecía otro pisotón no me gusta tratar así a las mujeres.
Andrea: Ahaaa y para vengarte las besas? Que gran lección.
Samuel: No me interesa lo que diga, para mi ahora se podría decir que estamos a mano. Permiso.-dijo y comenzó a retirarse dejándola sola en la pista de baile.
Andrea: Samuel...Samuel!-dijo persiguiéndolo pero su madre la sujeto.
Cayetana: Me puedes explicar que hay entre Samuel y tu? ¿Por qué se besaron?-pregunto desconcertada.
Andrea: Ay mami pues porque quisimos hacerlo, ya estoy muy grandecita para besar a quien yo quiera no te parece?-le dijo con ironía y se zafo de su agarre.
Cayetana: Andrea compórtate cuando esta gente alrededor.-susurro enojada y Andrea rodo los ojos.
Andrea: Muy bien, permiso su alteza, esta damisela se retira, para seguir disfrutando de sus muy fieles invitados.-dijo haciendo ademanes.-¿Mejor mami? Adiós.
Cayetana: Andrea!...-escucho que decía detrás de ella pero no le hizo caso, quiso ir tras Samuel pero se detuvo justo cuando iba llegando hasta él, "¿Porque tengo que perseguirlo? Si el no quiere venir a mi, yo tampoco ire a él" pensó mirándolo seria y cambio de dirección caminando hasta la barra de bebidas sintiendo como el la seguía con la mirada.
Durante la noche Samuel no podía evitar mirar a Andrea, ella se la pasaba trago y trago mientras platicaba con cada persona que llegaba a ella, incluso, se le veía feliz y más reluciente que nunca, durante algunas ocasiones tuvo que reprimirse con todas sus fuerza, el no ir a donde ella estaba, quería estar a su lado, pero después de lo del beso, lo único que quería era besarla y...besarla.
Andrea: Bueno, bueno! Esta fiesta como que ya esta súper aburrida no les parece? Como que todos se están divirtiendo menos la festejada, me dieron la bienvenida muy lindo, pero con ver solamente sus caritas no me voy a divertir entienden? Ay que ponerle ambiente a esto.-dijo y se soltó a reír mientras se tambaleaba para llegar a donde estaban los músicos.
"No puede ser, ya esta borracha" pensó mientras la miraba.
Cayetana: Andrea..! Andrea hija baja de ahí por favor.-dijo cuando ella se subió a donde estaban los músicos y le quito a uno el micrófono.