Gris.

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Relato extra:


Sus brazos estaban puestos alrededor de mi cintura, mientras hablábamos en breve sobre cosas estúpidas.

-Tengo sed. Dije riendo.
-Hace un par de segundos no aceptaste mi invitación a tomar agua. Respondió el, mostrandome los hoyuelos que se le hacían en las mejillas al sonreír.
-Bueno- me detuve y lo mire a los ojos. Esperando que me besara.
-Torpe- dijo y me dio un beso en el mentó, probando mi reacción.
-¿Torpe?- y le devolví el besito pero mas cerquita de sus labios, aceptando su insinuación.
-Torpe y hermosa- me dio una media luna mientras cerraba sus ojos.
-¿Torpe y hermosa?- coloque mis manos con las suyas, entrelaze nuestro dedos a la altura de mi espalda, y le di un piquito en los labios. Para terminar con esto, le di un beso en sus ojitos cerrados.

Bebe, mirame cuando me beses. Quiero sentirte...


Y de repente estaba allí, con los labios secos, y las manos heladas, tanto como mi corazón, mi cuerpo inundado en un mar más que de ideas de cannabis, y tan pronto como me había dado cuenta, los segundos eran años de pensamientos lúgubres. Yo soy así, oscura, muy sombría, pero tan llena de risas y felicidad. Sinceramente era un éxtasis lleno de recuerdos, besos y caricias muertas que necesitaban ahogarme en ese momento, pero continuamente mi cerebro olvidaba recordar lo triste que quería estar. Tal vez era el efecto de la marihuana, el humo rebosándome los pulmones, y achicándome los ojos, engañándome los pensamientos y simplemente haciéndome libre. Ya era libre, simplemente hablo de que mis recuerdos por momentos me jugaron una mala pasada, pero en ese momento era libre de recuerdos. No necesité sanar mi conciencia, no quería sanar mi conciencia, en ese instante gris en el que mil sentimientos recurren a tu mente en pasadas ligeras, volé con las alas cortadas. Tener que hablar con un psiquiatra, bajo el efecto de las drogas saca tus mas profundos sentimientos sin ninguna restricción, nunca fue como estar ebrio, yo sabia perfectamente lo que le contaba a mi psiquiatra, pero cada vez me tornaba mas profunda, y menos entendible para aquella que no estaba en mi mundo.

Maldito Masoquismo (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora