Capítulo 27

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Era día de trabajo. Me levanté e hice mi rutina diaria.

Me maquillé más de lo normal tapando las ojeras.

Me vestí como pude, hoy sería un día difícil.

Salí de la habitación y toqué la puerta de Len, necesitábamos hablar.

- Oh, Tn. Pasa... - pues si, olvide mencionarlo, pero desde el concierto está más frío, cortante y distante; y ahora sé porque.

Pasé y me paré delante de él.

- Necesitamos hablar, Len. - Él me miró extrañado, nunca lo llamaba Len.

- Dime...

- Necesitamos romper... - lágrimas caían por mis mejillas mientras sollozaba.

- ¿Qué? - me miró con los ojos como platos.

- Lo que escuchaste. No quiero que seamos nada... - me quité la pulsera que me regaló en nuestro aniversario y la deje en su mesa. - No puedo estar con alguien que me hez infiel... - caminé hacia la puerta.

- ¡Espera Tn! - me tomó del brazo - Tú no te puedes quejar de nada - me miró enfadado. - Yo más que nadie sé que te andabas a los besos con Kuroneko.

- Lastima que no me hayas preguntado. Pues la mentirosa no te contó bien... - me miraba extrañado.

Le conté lo que había pasado y lo de que olvidé decirle.

- Tn... Yo no... - lágrimas se asomaban por sus ojos.

- Lo siento Len... Nosotros ya no somos nada. - salí de allí azotando la puerta.

Se escuchaban sollozos y luego cosas calleándose junto con gritos de desesperación.

Me fui de allí y tomé mis cosas para ir a trabajar.

Bajé y nuevamente vi el auto bus llegar, como mi primer día aquí...

Llegué al set y fui a sacar mis cosas. Sin saludar a nadie empezé a acomodar todo.

- Tn... - habló Gou.

- ¿Qué necesitas? - lo miré sería. ¿Quién podría estar feliz en un momento como este?

- Es Len... No sé que le...

- No me hables de él... - me miró sorprendido.

- ¿Sucedió algo?

- Terminamos - forcé una sonrisa y mis ojos se llenaron de lágrimas. - Lo lamento... No puedo... - salí corriendo al baño y comencé a llorar desconsoladamente.

Sequé mi cara y la primera persona que menos quería ver me miraba son una sonrisa burlona.

- ¿Qué sucede linda? ¿No eras suficiente para él? - se rió en mi cara. - Que tonta eres... - mis lagrimas volvieron a salir y mi cuerpo estaba quieto, no podía moverme. - Mírate, llorando como la inservible que eres...

Náuseas me llegaron de repente y entré uno vomitando todo lo que había comido.

Cuando terminé y tiré la cadena, Saya estaba detrás mío con una cámara.

- Aquí vemos como el insecto devuelve su porquería. - así me llamaba ella...

Me volví al set y me puse en posición de fotografiar.

-  Haz como si estuvieras enamorado... - dije sin ánimos. Él no cambió su rostro. - ¡Vamos! ¿Que esperas?

- Ya estoy enamorado...  - rodé los ojos.

- Déjate de tonterías y entiende que nosotros ya no somos nada.

- Pero...

- Pero nada. Pongámonos a trabajar de una vez...

Él no se volvió a negar y mi pecho dolía al verlo hacer las caras que me ponía antes de que todo empezara.

Cuando terminamos ni lo miré y empecé a armar mis cosas para irme.

- ¿Te llevo?

Miré de donde provenía esa vos y vi a Raito sonriente.

- Claro... - forcé una sonrisa.

- Te espero afuera... - dio un beso en mi mejilla.

Me encaminé a la sala de proyecciones para buscar baterías. Al darme vuelta para irme, luego de encontrarlas, me topé con la otra persona con la que no quería volver a hablar.

- Tn... Escúchame, por favor - me suplicó Len.

- ¡Len! ¡Ya basta! - le grité y mis lagrimas comenzaron a asomarse - ¿Piensas que no me duele que me hayas engañado?

- ¡Pensé que me lo habías hecho también!

- ¡Debiste confiar en mí!

- ¡Pero, amor escuch... - me miraba sorprendido, acariciando su mejilla. Sí, lo había abofeteado...

- ¡No vuelvas a llamarme así! ¡No quiero volver a verte si no es por trabajo! - hice una pausa. - Confiaba en ti... - susurré - Desde ahora somos nada más que jefe y fotógrafa.

- Cono soy tu jefe te ordeno que me beses - me tomó de mi cintura.

Nos mirábamos a los ojos y nos acercábamos, pero caí en cuenta de lo que hacía.

- No vuelvas a tocarme - lo empujé.

- ¿Podemos sentarnos a hablar? - me tomó de las manos y yo me zafé.

- ¡NO ME TOQUES! - le grité. - Y no... No puedo. Debo irme... - Quise no hablar del tema de Raito.

- ¿Por qué tanta prisa? - me sacó de mis casillas.

- ¡Porque Raito me está esperando afuera! - frunció el ceño.

- ¿Y él qué tiene contigo?

- No te interesa...

- Si que me interesa, ¡eres mi novia!

- ¡YA TE DIJE QUE NO SOMOS NADA! - me largué a llorar - ¡OLVÍDATE DE TODO! ¡OLVÍDATE DE MÍ! ¡NUNCA MÁS ME VUELVAS A LLAMAR! - gritaba cada vez más fuerte - ¡TE ODIO! - me estaba dañando la garganta - Esa estúpida pulsera dásela a Saya, ¡inútil! - salí corriendo.

Caminé hacia afuera y me encontré con Raito quien me abrazó rápidamente.

- Las damas bonitas no deben llorar... - le sonreí agarrándolo del cuello y el de la cintura, formando un abrazo.

Me dio un beso en la mejilla y abrió la puerta del copiloto, dándome paso.
Me senté y apenas cerró mi puerta entró al asiento del piloto.

Arrancamos y él...

Banana (Len Kagamine x Lectora) [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora