Banana (Len Kagamine x Lectora) [EDITANDO]

Capítulo 31

Nota: Se acerca el final... >:3
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Nos despertamos abrazados en el cuarto de visitas. Estaba tan feliz...

Una náusea me atacó y fui corriendo al baño.

Sentí como alguien levantaba mi cabello.

- ¿Estás bien? - me soltó cuando terminé.

- Eso creo - le sonreí

Me lavé los dientes y me duché.
Luego me encaminé al comedor y lo vi cocinar.

- Ya está el desayuno, preciosa. - me besó tiernamente mientras ponía los platos.

Tomé los vasos y el jugo.

- ¡Está delicioso! - me asombré al probarlo.

- Me alegra que te haya gustado... Aprendí para hacértelo... - me sonrió tímidamente.

- Eres un príncipe...

- Y tu una princesa...

- Entonces estamos destinados a estar juntos...

- Y esta vez no te dejaré ir. Haré las cosas bien y te prometo... - miró mi vientre al levantarse un poco de la silla. - Les prometo, que no les fallaré.

- Prométeme que cuidaras al bebé sobre todo...

- Lo prometo...

Al juntar todo nos sentamos en el sofá.

Mientras veíamos una película, pues es Domingo,  recosté mi cabeza sobre su hombro y Len hacia pequeños círculos en mi espalda.

Tomé el celular y le mandé el mensaje de ruptura a Raito.

- Ahora todo estará bien... - me sonrió mientras me besaba.

Cuando la película terminó me acosté sobre su pecho mientras el lo hacía en el sofá.

Nos quedamos dormidos, para luego preparar el almuerzo ...

*Al día siguiente*

Me desperté en mi habitación e hice mi rutina diaria.

Cuando terminé escuché que alguien tocaba la puerta.
Con miedo de que sea Raito miré por el círculo que estaba en la misma.

Vi a Len con una sonrisa y abrí gustosa.

- Para ti... - sacó un ramo de rosas de su espalda.

- Eres un ángel. - tomé el ramo y le di un largo y suave beso.

Entré nuevamente y las pusé en agua.

- ¿Nos vamos?

- ¡Claro! - dijo emocionado.

Me tomó de la mano y fuimos a su auto.

Ya en el trabajo entramos y cada uno se fue por su lado.

Cuando llegué a mi puesto fotográfico sentí como alguien me tomaba del pelo fuertemente.

Quedé frente a Raito, quien no estaba para nada contento.

- Escúchame maldita perra. - mis ojos se aguaron. - ¡Quieras o no tú eres mía! ¡De nadie más! - me aventó al piso dando fuertes  patadas por mis brazos y piernas.

- ¡Oye! ¡¿Qué crees que haces?! - gritó Miku mientras lo empujaba lejos de mi.

- ¡Tn! ¡Dios mío! ¿Estás bien? - me abrazó Rin.

Raito se zafó de Miku y volvió a acercarse.

- ¡Mantente lejos! - le gritó Kuroneko golpeando su rostro.

De repente vi como Len venía y tomaba a Raito de la camisa.

- ¡Escúchame pedazo de mierda, la vuelves a tocar y te aseguro de que no volverás a ver el día!

Luego de eso ambos empezaron a golpearse. Todos intentaban separarlos pero era casi imposible.

Len se subió sobre él y comenzó a dar múltiplos golpes en su cara.

Por fin lograron separarlos y Len corrió hacia mi.

- ¿Estás bien? - dijo preocupado mientras acariciaba mi mejilla.

- Si... Eso creo...

Me miraba entristecido y me abrazo.

- Nunca más volverá a pasar... Se lo llevaran y lo pondrán entre rejas, te lo aseguro...

Nos dimos un beso y nos abrazamos.

- ¿Hay algo aquí que no sepamos? - preguntó Rin con cara pícara.

- Tn y yo volvimos.

Todos empezaron a festejar.

- ¿Cuándo les diremos lo del bebé? - le susurré.

- Hoy en la noche nos juntamos a cenar, ese será el momento perfecto...

Lo abracé.

- Te amo - musité en su oído.

- Yo a ti - me levantó como princesa para llevarme al hospital. No era momento para hacer la sección

Toda saldría bien desde ahora... ¿O no?