Capítulo 30

271 18 12
                                    

Len notó que mi panza dolía y me alzó tal princesa.

- ¡Estúpido! ¡Ven y pelea como hombre! - gritó mi maltratador.

- Te aseguro que soy mucho más hombre que tú, con simplemente no pegarle a una mujer. Mucho menos a la mujer que amo... - seguimos el camino y ya en su auto me puso en el asiento del copiloto.

- ¿Estás bien, cómoda? ¿Cómo está el bebé? - me preguntó preocupado.

- Estamos bien...

- Bueno... - cerró la puerta y entró en el asiento del piloto.

Arrancamos y el viaje fue silencioso hasta que él decidió romper el hielo.

- Y... ¿Cómo estuviste todo este tiempo?

- No lo sé... Por parte bien y por la otra ya lo haz visto...

- Mm... Yo no creo haber esto ni un poco bien. - hizo una pausa. - Te he extrañado, mucho...

La incomodidad se sentía en el aire.

- ¿Y cómo va tu relación con Saya?

- Nunca estuve con ella...

- Pues ella no decía lo mismo...

Seguimos un rato sin hablar pero nuevamente Len rompió el maldito hielo.

- ¿Cuándo te enteraste de eso? - señaló como pudo mi panza.

- Ayer...

- Y, ¿Cómo sabes que es mío?

- El bebé está por cumplir su segundo mes de embarazo. Con Raito solo lo hicimos las últimas tres semanas. - Len se tensó.

- No me gusta pensar que lo hiciste con otro hombre...

- Yo no decía lo mismo cuando me engañaste...

La incomodidad volvió y una lágrima resvaló por su mejilla.

- Cometí una tontería... - no contesté. - Y esa tontería me llevó a perder lo que más amo...

Miré por la ventana. No me apetecía hablar de eso ahora...

Llegamos y me ayudó a bajar del auto. Yo ya estaba un poco mejor, así que pude caminar sin problema.

- Te llevaré a mi habitación. - lo miré confundida. - En algún momento ese maldito volverá y no quiero que a ninguno le suceda nada...

- Gracias por preocuparte...

- Nunca he dejado de hacerlo... - me sonrió y yo le devolví el acto con una más leve.

Me adentré a su habitación y nada había cambiado.

- Ve al cuarto... Ya sabes dónde es... - me dijo nostálgico.

Sin contestarle fui hasta allí y vi en su mesa de luz mi antigua pulsera. La que él me había regalado para nuestro aniversario de un mes y se la devolví al cortar.

- Aún la conservas... - sonreí al escuchar la puerta abrirse.

- Si... - se arremangó - y siempre uso la que tú me diste. - me mostró su muñeca con la recién nombrada.

Me senté en su cama y vi cómo traía un carrito con comida.

- No era necesario - le sonreí.

- Todo para mi reina y mi príncipe o princesa... Sea lo que sea, ambos son mi vida... - me sonrió.

- Len, ¿sabes que tú y yo no somos nada, cierto? - lo miré entristecida.

- Pero aunque tú no me ames yo sí lo sigo haciendo...

Me quedé callada y me dio un tierno beso en la mejilla.

- ¿Puedo? - señalé su portátil.

- Todo lo que sea mío es tuyo... Espero que te guste lo que cociné.

Me senté en la cama y mientras comía buscaba canciones y encontré una nueva de Len...

Me puse auriculares y el video comenzó.

[ Imagínense que donde dice o aparece "Miku" va "Tn". ¿Entendido? Ok...]

Cuando la canción acabó me levanté con lágrimas en los ojos y me fui a donde él dormiría.

Cuando entré a la habitación de visitas, escuché un sollozo.

- Tn... - sollozó. - ¿Por qué? - siguió llorando.

- ¿Len?

- ¡¿Eh?! - me miró limpiándose las lágrimas - Pensé en estarías dormida... - me sonrió forzadamente.

- Pues no... - lo miré acercándome poco a poco a la cama donde él estaba. - La canción... ¿Para quién era?

Me miró sonrojado...

- Creo que es algo obvio que era para ti... Decía tu nombre...

Lo abracé y él me tomó de la cintura.

- Quiero que seas mi héroe...

Sus sollozos volvieron.

- Y yo quiero que seas mi princesa...

- Primero tendré que terminar con Raito...

- No quiero que te acerques a ese monstruo...

- No lo haré... Hablaré con él por teléfono... - me pausé. - Aunque esté mal terminar así con una persona, si me acercara me haría daño...

- No lo dejaría... - me acarició mi cara. - Te extrañé tanto...

- Y yo a ti...

Se agachó hasta mi vientre.

- Te prometo ser el mejor padre del mundo - habló con voz aguda y juguetona para luego besarlo. - No te defraudaré - Está vez de dirigió a mi.

Nuevamente estaba probando esos labios que hace tanto no tocaba...

- Te amo... - dijimos a unísono.

Banana (Len Kagamine x Lectora) [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora