Banana (Len Kagamine x Lectora) [EDITANDO]

Capítulo 18

- Gakupo...

- Princesa... ¿Cómo estás preciosa?

Me di vuelta viéndolo a la cara.

- Eh... No, no se me perdió nada y estoy bien. Solo busco el baño... - sonreí nerviosamente, no me gustaba estar sola junto a él.

- Hoy te ves radiante. - ignoró mi respuesta.

- Gra... Gracias.

Se acercó a mí posicionando sus labios en los míos.

Me quedé paralizada, mi cuerpo no se movía.

Gakupo me tomó por la cintura y me alzo estilo princesa.

Quise zafarme, pero cuando reaccione ya estábamos en un salón y él ya le había puesto seguro a la puerta.

- Ba... Bájame. - le ordené sonrojada.

- ¡Vamos! Te va a gustar... - me sonrió - Ya tengo experiencia - dijo posicionando nuevamente sus labios sobre los míos.

- ¡Basta!

- ¡Shh! - me tiró al piso, tapó mi boca con una de sus manos y con la otra tomó mis muñecas.

Él era muy fuerte, solo esperaba que alguien notara mi ausencia y me encontrara.

Los besos de él pasaban a mi cuello. Las lágrimas ya se asomaban...

Gakupo sacó su mano de mi boca para empezar a tocar partes prohibidas.

- Po... Por favor... - supliqué.

Me volvió a besar para que me callara.

- Te voy a denunciar... - insistí

Él me miró con el ceño fruncido.
Gakupo me soltó y se fue.

Empecé a llorar en un rincón de la sala.

Len... Te necesito...

- ¿Tn?

Levanté la vista con la esperanza de que fuera el chico nombrado recientemente, pero no era él.

- Kuroneko, ¿Qué quieres?

- ¿Qué te sucedió? ¿Por qué lloras?

Me miraba preocupado, agachándose frente a mí.

Dudé si contarle o no, me decidí por el lado del si, después de todo el había sido alguien muy importante para mí y yo para él...

- Gakupo... Gakupo me...

- ¿Gakupo? ¿Qué te hizo? ¿Dónde está?

Lo miré, se le veía enojado.

Lo abracé fuertemente.

- Gracias por preocuparte...

Estábamos por separarnos cuando oímos la puerta abrirse.

- ¿Tn? ¿Kuroneko? - sentimos un flash.

Era la fotógrafa de Gumi...

- Saya...

- Que triste que Len se entere de que la chica que le gusta... Este con su ex-novio...

- ¡No es así! - conteste levantándome.

- ¿Ah, no? Yo creo que si... - Hizo una de sus risitas de perrita en celo.

La había conocido hace unas horas y ya no la aguantaba.
¿Cómo lo hace Gumi?

Me fui de ahí golpeando su hombro y volví al patio.

Aún asustada e inquieta por lo de hace rato con el peli-morado, me acerqué a Len tomándolo del brazo.

No le diría, se enfadaría y él podría salir físicamente lastimado, lo conozco demasiado bien.

- ¡Princesa! - ese apodo... - Te tardaste mucho, amor.

- Lo siento - contesté forzando una sonrisa.

- No te preocupes, esperaría mil años por ti.

Lo abracé y por detrás de su hombro vi a Saya mirándome sarcástica.

Nos fuimos de la mano hasta al auto y de ahí al hotel.

Me duche, vestí, peiné, maquille y guardé cosas en un bolso que llevaría.

La humedad me atacó y apenas salí me di cuenta de que me había despeinado.
Pero no quedaba tan mal...

Fui hacia el parque y me lo encontré a Len, quien me dio un ramo de rosas.

- Gracias... Son hermosas. - besé su mejilla.

- Tn... - Lo miré a los ojos - sígueme...

Sin dudarlo lo hice.

Llegamos a un edificio del otro lado del parque. Subimos a una pequeña terraza y me tapó los ojos.

- ¡Len! ¿Qué haces?

- Tranquila, tú solo confía en mí...

- Bueno... - respondí insegura.

Cuando toqué la barandilla él me pidió que cierre mis ojos ya que sacaría sus manos.

Yo le hice caso nuevamente y él las quitó.

- Bien, abre los ojos y mira hacia abajo.

Eso hice encontrándome con la vista al parque y una frase allí...