☆ Capítulo 10 ☆

37 4 0
                                    

Pegué un fuerte golpe en la mesa, cosa que hizo que ambos hombres que se encontraban delante de mí se sobresaltaran.

- Mi padre delegó en vosotros la responsabilidad de seguirle la pista del maldito hijo de perra que secuestró a una chica de mi edad ayer - suspiré furiosa- Mi padre falta hoy por motivos personales y yo estoy al mando, ¿me podeis explicar por qué no tenemos ni una mísera pista de quién es ese o esa imbécil?

- Porque es demasiado complicado para alguien como nosotros - dijo uno mirándome- hasta ayer nuestra máxima preocupación era ordenar bien unos formularios e informarnos bien sobre casos de menor urgencia.

- ¿Podrías ayudarnos? De cierta forma influye en la misión que tienes y bueno...no nos apetece aguantar una charla de tu padre...- dijo el otro y yo suspiré.

- Traed aquí toda la información que tengais- dije mirándolos seria, cuando salieron miré por el gran ventanal de mi despacho y me puse a pensar en todo lo que había pasado.

Bueno os comento... esta semana ha pasado muy rápido y ha sido todo muy raro.
En cuanto a Ian...no ha habido más mensajes ni tampoco he tenido tiempo de verlo...en cierta forma gran parte de mi mal humor viene de eso; otra parte de mi mal humor es que no paro de investigar a fondo sobre los Monroe y cada vez que investigo más al padre de Ian encuentro más trapos sucios.
Secuestraron a una de las chicas de mi instituto, que por cierto llevo toda la semana desde el Lunes sin ir, y para colmo mandaron un vídeo a la CIA en el cual la torturaban.
Me siento tan impotente y tan idiota...soy capaz de proteger a un ángel imbécil pero no de tener mis cinco sentidos en encontrar pistas que me lleven a un maldito secuestrador.

Todos estos pensamientos rondaban por mi cabeza hasta que escuché toques en la puerta.

- Adelante- dije aún mirando por la ventana.

- Hola hermosa- reconocí la voz de Derek y me giré, estaba demasiado sonriente para ser él.

- ¿Qué te pasa?- le pregunté levantando una ceja.

- Que tengo una cita- dijo aún sonriendo.

- ¿Una cita?- dije sonriendo de lado.

- Ajá, lo que no voy a hacer es decirte su nombre, así que quiero adelantar trabajo- un pensamiento algo malicioso pasó por mi mente.

- ¿Podrías atender aquí a dos agentes que vendrán para repasar información sobre el secuestrador? Así trabajas y yo puedo salir para hacer una cosa- hice un pequeño puchero.

- Vale por mí si- dijo asintiendo y al ver mi confusión me explicó- Quiero esa tarde libre, ¿vale? Así que ve...

Salí prácticamente corriendo de las oficinas mientras le mandaba a Sophia un whatsapp en el que le explicaba que no podíamos quedar esta tarde.
Me había mandado un montón de whatsapps esta semana preocupándose de porque no iba y que me pasaba...esta chica era adorable.

[...]

L

legué a el hospital y fui directamente a la habitación de Ian, entré sin llamar y me mordí el labio.
Se encontraba de pie, sin camiseta, sólo con unos pantalones de chándal y con el pelo un poco revuelto. Dios está como un tren...
YA CHLOÉ...céntrate...

- ¿Chloé?- dijo frunciendo el celo.

- Hola- dije con mi labio aún mordido.

- Raro que vengas a verme... ¿te has equivocado de habitación?- dijo irónico y yo rodé los ojos.

- No...sólo quería bueno...venir a verte porque... -dije dudando sobre que decir y que callar.

- Muy bien, pero hoy me dan el alta- dijo poniéndose una camiseta.

¿Nerd? ¿Yo? NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora