Capítulo 8: You are Rose and I'm Jack...

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-No.

Anda, hace mucho que no juego football.

-¿Eras jugador?

No, pero siempre me dio curiosidad. 

-¿Quieres que se burlen de mi?

Sí.

-Que te den.

Coloqué mi toalla recién lavada junto con la canasta enorme de ropa y me dirigí a mi habitación. Hacía una semana que Daniel se agitaba por las noches. Al principio era molesto porque no podía dormir, sin embargo me preocupa.

Entonces vayamos en un bote a donde sea.

-Paso.

¡Vamos! ¿Sólo por qué viste Titanic?

-¡Te digo que Jack pudo vivir!

Entonces dejaría de ser una tragedia y se convertiría en una historia cualquiera donde los jodidos principales son eternos.

-No me gustan las tragedias.

La muerte no es algo que te tenga que gustar...

Observé mis enormes pantalones que tenía que doblar. Por más que lo intentara no lograba reducir la talla, y era demasiado frustrante ver cómo personas delgadas podían comer helado sin remordimiento ni consecuencia en sus pantalones.

Creo que si pudiera te violaría.

Ronroneó Daniel en un tono pervertidamente divertido y exagerado. Estallé en risas.

-Claro.

Contesté irónica mientras seguía doblando mi ropa recién lavada. No entendía de dónde jodidos salía tanta ropa.

No eres tan fea.

Comentó en un intento por sonar casual.

-¿Eso es un intento de cumplido?

Claro, nena.

-Intento fallido, galán.

Silencio.

Pide pizza.

-No tengo hambre.

Mi estómago rugió en el peor momento. No quería comer pizza y aumentar de peso. No más.

Pídela, yo invito.

Reí.

-Idiota, yo pagaré de cualquier manera.

Mátame la jodida ilusión de invitar una buena pizza a una amiga.

-¿Amiga?

¿Prefieres inquilina impuesta por obligación?

-Amiga está bien.

Después de encargar la pizza y poner una comedia en netflix, Daniel soltó una carcajada de cerdito, lo cual obviamente causó un arranque de risa en mí.

-Dios, tu risa da más gracia que la película.

Hacía años que no reía así.

Comentó después de cuarenta minutos de risa sin parar.

-Igual.

De verdad me hubiera gustado poder invitarte alguna vez una pizza.

-Cuando salgas del coma podrás invitarme las que quieras.

Silencio.

Claro, cuando salga del coma..




80 días con élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora